Katsuhiro Otomo nació en la prefectura de Miyago, una región agrícola a unos 400 kilómetros de Tokio. Desde muy temprana edad estuvo casi obsesionado por el manga, la televisión y el cine, y pronto forjo su interés por el mundo del manga. Después de licenciarse en le Instituto Sanuma se trasladaría a Tokyo para intentar llevar a cabo sus sueños y pronto empezaría a trabajar para una revista semanal con el encargo de adaptar una novela corta de Mateo Falcone. La adaptación, titulada “A Gun Report”, vio la luz en 1973 e inició una serie de historias autónomas que Otomo crearía para la publicación, y como un apasionado del manga, introdujo diversos estilos y temas.
Durante el resto de los 70 Otomo nos seguiría deleitando con sus historietas, tratando desde el humor de “Suka To Sukkiri” (1975) hasta el universo samurai de “Chuck Check Chicken” (1976), pasando por el deporte de “Alma Lingo” (1976) o los encuentros en la tercera fase de “Uchuu Patrol Shigema” (1977). En todas estas historias va evolucionando su estilo y se va notando su fascinación por la ambientación en los ambientes macrourbanos como los de Tokio.
En agosto de 1977, Otomo deja Tokio para ir a Nueva York con su primera historia larga (las precedentes jamás sobrepasaban las 30 páginas), “Sayonara Nipon” que cuenta la llegada de un karateca japonés al corazón de Manathan. A pesar de toda esta creatividad, y la publicación en 1978 de “Hensel To Gretel” (parodia del cuento de los hermanos Grimm), Otomo queda como un autor del montón, sin destacar lo mas mínimo.
En 1979 Otomo inicia su proyecto más ambicioso, “Fireball”, donde cuenta, en clave de pura Ciencia Ficción, la lucha de la humanidad contra un superordenador omnipotente. La historia nunca fue completada pero fue importante para entender al Otomo que conocemos actualmente. En ella ya se iniciaron sus inclinaciones hacia el proto-ciberpunk y fue la primera exploración del autor con respecto a la interacción entre el Hombre y la Máquina.
Incluso más ambiciosa fue su obra “Domu” (1980-1982), un enorme cuento de terror sobre psíquicos en guerra en un complejo de viviendas de Tokio. La historia se publico durante 2 años en la Action Magazine con gran éxito de público y Otomo recibiría el prestigioso Grand Prix Award de Ciencia Ficción por esta obra, la primera vez que el manga recibía tal honor.
El inicio de los 80 fue una buena época para Otomo, que se mas prolófico en su obra. A la historia de guerra “Kibun wa mo senso”, una adaptación de la novela de Toshihiko Yahagi, y “It’s a Crazy, Crazy World” le seguiría su primero intento en la dirección en un 16mm titulado “Give Us Guns” (1982). Durante 1983 trabajaría mas activamente en el mundo del anime al colaborar como diseñador y animador en la epopeya de “Harmagedon: Genma taisen” (dirigida por Rin Taro) y como diseñador de personajes en la obra de ciencia ficción sobre viajes espaciales “Crusher Joe”.
En el tiempo en que estas películas fueron editadas Otomo ya había iniciado la que sería su obra maestra, “Akira”. Inicialmente previsto para contar la historia de una banda de adolescentes confrontados con un problema que no pueden comprender; Akira, debido a su éxito inmediato y atronador, se adentrará en relatar la história de un adolescente que súbitamente adquiere el poder, el poder sobre el tiempo, el espacio y la materia. Alargándose durante 8 años en una publicación bimestral de la Action Magazine, llegaría a contener mas de 2000 páginas de arte, editados posteriormente en 6 completos tomos. Esta historia convertiría a Otomo en una superestrella y sería todo un éxito en su traducción a otros idiomas.
Mientras la mastodóntica Akira tomaba camino de su conclusión Otomo tomaría de nuevo las riendas de la dirección ideando dos proyectos de animación como son “Robot Carnival” (1987) y “Meikyû monogatari” (Manie-Manie, Neo-Tokyo, 1987), ambos recopilación de cortos de directores de la talla de Yoshiaki Kawajiri, Rin Taro o Kôji Morimoto. Él también dirigiría un corte en ambos proyectos y aparecerá como uno de sus precursores. En 1988, con la obra manga aun inconclusa, llegaría la adaptación al anime de “Akira”. Toda ella con un estilo propio que creo legiones de fans tanto en Japón como en occidente y encumbraría internacionalmente al autor.
Después de concluir “Akira” realizaria la historia “The Legend of the Mother Sarah” para la Young Mazazine, la que sería una de sus últimas obras impresas. A partir de principios d ellos 90 Otomo se centraría en el mundo del cine y la animación. Realizaría su primer intento en la dirección de imagen real con la adaptación de su propia obra “World Apartment Horror” (1991) y empezaría a colaborar con otros directores de animación como guionista, diseñador y el enigmático puesto de ”supervisor”. Así escribiría la historia de “Roujin Z” (Hiroyuki Kitakubo, 1991) o supervisaría cintas de la talla de “Spriggan” (Hirotsugu Kawasaki, 1998) o “Perfect Blue” (Satoshi Kon, 1998), pero antes de esto volvería a idear y producir una nueva recopilación de cortos titulada “Memories” (1995), en la que dirigiría junto a Kôji Morimoto y Tensai Okamura.
Con su amigo Rin Taro adaptaría el manga de Osamu Tezuka “Metropolis” a la gran pantalla y después de eso se embarcaría en uno de sus proyectos mas ambiciosos desde Akira, la “interminable” producción de “SteamBoy”, que escribiría, dirigiría y diseñaría al completo en un proyecto iniciado en 1995 pero que no llego a tomar forma definitiva hasta su estreno en 2004.
Entre sus últimos proyectos se cuenta una nueva incursión en la dirección como es la adaptación a imagen real del famoso anime fantástico “Mushishi”.
Gran biografia, me ha encantado leer toda la historia de este genial autor ^^
Me alegro mucho que te guste :3