Masaki Kobayashi nació un febrero de 1916 en Hokkaido, la isla mas septentrional de Japón. Al terminar la secundaria, en torno a 1933, ingresó en la prestigiosa Universidad Waseda, donde cursó estudios de Historia del Arte Asiático. Aunque era un estudiante sobresaliente y fue pupilo del reconocido erudito Yaihi Aizu, abandonó Waseda para ingresar en los Estudios Shochiku‘s Ofuna.
Mientras que la amenaza de la guerra con occidente se volvía omnipresente, sentía que el futuro era demasiado incierto para los pensadores. Kobayashi trabajó como asistente durante tan solo 8 meses antes de que fuera reclutado obligatoriamente y enviado al frente de Manchuria, aun estando en contra de la guerra, que veía algo como insensato. En 1944 fue transferido a las sureñas islas Ryukyu y vivió de primera mano el sangriento fin de la guerra, siendo capturado por los EEUU y pasando un año en un campo de detención de Okinawa. En 1946 regresaría a la Shochiku y trabajaría como asistente de director de Keisuke Kinoshita durante casi 6 años.
La fascinación que Kinoshita sentía por la inocencia y la pureza sería claramente visible en los primeros trabajos de Kobayashi, incluso escribió el guión de “Magokoro” (1953), una de sus primeras cintas. Pero Masaki empezaría a dejar su sello en producciones muy tempranas como, por ejemplo, su cinta “The Thick-Walled Room” (1953). Basada en los diarios de criminales de guerra de poca monta, la película era extraordinariamente abierta para la época de posguerra que vivía aun Japón y fue aplazada durante mas de 3 años por la cabeza del estudio Shiro Kido. Cuando finalmente fue lanzada en 1956, ganaría el premio “Cultura de la Paz”.
Kobayashi continuaría su carrera a medio camino entre el estilo de Kinoshita de dramas domésticos y los mas oscuros trabajos de crítica social, hasta que ganó el favor internacional al ganar el primer premio del Festival de Venecia en 1960 por su cinta “Human Condition I: No Greater Love” (1959), la primera de una arrebatadora trilogía sobre la guerra. Basada en la novela de 6 volúmenes de Jumpei Gomikawa, nos narra la historia del pacifista Kaji, quien acepta trabajar en un campo minero de prisioneros en la Manchuria ocupada para librarse del servicio militar. Una vez allí intentará mejorar las condiciones de los cautivos pero una revuelta lo cambiará todo. Aunque la película muestra la filosofía de la existencia humana de Kobayashi, ya vista es su anterior “The Thick-Walled Room” (1953), es mucho mas oscura y mas pesimista que la expuesta, por ejemplo, por Akira Kurosawa. En vez de posibilidades de iluminación, como las vistas en “Ikiru” (1952), o de justicia, como en “The Bad Sleep Well” (1960), la mayoría de la esperanza en el mundo de Kobayashi es la dignidad mientras el inevitable mal se extiende por todas sus facetas.
“The Human Condition” es también significativa porque lanzó la carrera de Tatsuya Nakadai. Si el autor Akira Kurosawa tenía principalmente la presencia masculina de Toshiro Mifune, en el caso de Kobayashi sus mejores cintas contaron con la presencia inigualable de Nakadai; Véase el ejemplo de sus imprescindibles “Harakiri” (1962), “Kaidan” (1964) o “Samurai Rebellion” (1967).
Durante los 60 el estilo visual de Kobayashi se acentuó y desarrolló. En su “Harakiri” (1962), utilizaría los kimonos negros de la nobleza en yuxtaposición con la brillante arena blanca del patio, llenando de simbolismo tonal la película. En su aclamada “Kaidan” (1964), su primera película en color y ganadora del premio especial del jurado en el Festival de Cannes de 1965, desarrollo este efecto en el uso expresionista del color.
Como casi todos sus contemporáneos la producción de Masaki descendería enormemente en los 70, debido a la crisis de la industria y al predominio del erótico ligero y las excentricidades del ero-guro. Aun así retomaría tímidamente su carrera con alguna dirección en los 80, pero no volvería mas por sus fueros.
Masaki Kobayashi moriría en Tokyo en 1996 de una parada cardiaca a los 80 años de edad.
Kobayashi es considerado uno de los grandes maestros cinematográficos de la posguerra inmediata japonesa, una generación eclipsada en gran medida por la presencia del mítico Akira Kurosawa. Pocos en su generación fueron tocados tan de cerca por la guerra y eso dejó una profunda huella en su posterior trabajo. Sus más aclamadas películas son exploraciones del lado mas oscuro de la cultura nipona y del ser humano, intentando descifrar el lado oscuro que lleva al hombre a un sangriento suicidio en pos del honor o a cometer atrocidades en nombre del Emperador. La profesionalidad de Kobayashi y su depurado estilo visual hacen de sus cintas una experiencia imprescindible.
[…] cuando fue reclutado en 1943 y enviado al frente en la Guerra del Pacífico. Como en el caso de Masaki Kobayashi, Kenji Misumi, Seijun Suzuki y tantos otros, esta experiencia en el campo de batalla influiría de […]
[…] Hairyô tsuma shimatsu (Rebelión -1967) es, en mi opinión, una de las mejores películas de Masaki Kobayashi. Amo a este director. Plantea cuestionamientos brutales y las resoluciones siempre son conflictivas […]
[…] el cine japones que quiero compartir con vosotros. El primero de ellos es una entrevista al gran Masaki Kobayashi referente principalmente a su película Samurai […]
[…] Hairyô tsuma shimatsu (Rebelión -1967) es, en mi opinión, una de las mejores películas de Masaki Kobayashi. Amo a este director. Plantea cuestionamientos brutales y las resoluciones siempre son conflictivas […]
Hola,¿alguien conoce bibliografía sobre la película y/o el director?
Muchas gracias
¿Sobre que película en concreto Juan? En español no te sabría decir bibliografía concreta sobre el director.
Hola Jorge, es sobre la Condición humana y si es en inglés no tendría ningún problema.
Un saludo y muchas gracias
[…] No es ninguna exageración el que los servidores del clan en Hara-kiri (Seppuku, 1962), de Masaki Kobayashi, se horroricen al enterarse de que un ronin ha empeñado sus espadas para mantener a su hambrienta […]
[…] más allá (Kaidan, 1964), de Masaki Kobayashi es una de las obras más cautivadoras y singulares que ha dado el género […]