LONE WOLF AND CUB: SWORD OF VENGEANCE
Itto Ogami, verdugo del Shogun, es el único hombre en Japón autorizado a decapitar a los señores feudales. Su posición es pretendida por el clan Yagyu, maestros de armas oficiales del Shogun, que no dudan por ello de acusarle de complot contra su Señor. Decidido a vengarse, Ogami se fuga, llevando con él a su joven hijo Daigoro en un carrito que ha llenado de armas. Ahora, es un ronin, un samurai sin señor, únicamente movido por un deseo insaciable de venganza. ¡Le llaman “el lobo solitario y su cachorro”! Rápidamente, su camino se cruzará de nuevo con el del clan Yagyu…
A principios de los años 70, el guionista Kazuo Koike y el dibujante Goseki Kojima crean algo que se convertirá en uno de los más famosos personajes de manga del decenio: Itto Ogami, llamado “el lobo solitario y su cachorro”. Expulsado de su clan tras un innoble complot, este antiguo verdugo oficial del Shogun prefiere renunciar a un suicidio honorable para mejor pensar su venganza a lo largo de los caminos del campo japonés. Se convierte en un ronin, un samurai sin señor. Acompañado de su hijo casi autista que transporta en un carrito lleno de armas e inventos mortales, el lobo solitario se imposa inmediatamente como un personaje de una decadencia absolutamente fascinante. Anti-feudal y ultra-individualista, portador de valores descarriados de la justicia personal y adepto de la fuerza bruta, Itto Ogami se convierte a partir de 1972 en el héroe de la serie El lobo solitario, que contará con seis películas, cuatro de ellas dirigidas por el gran Kenji Misumi, uno de los maestros incontestables del chambara (las dos restantes fueron dirigidas, no sin talento, por Buichi Sato y Yoshiuki Kuroda). Le seguirán respectivamente una serie de televisión difundida durante cinco años, otros cuatro largometrajes (con Kinnosuke Yorozuka en el papel de Ogami) y un telefilm, sin olvidar un remake en 1992, todos perfectamente anodinos.
Realizador de las mejores series de películas para la gran pantalla, tales como Kyoshiro Nemuri (con Raizo Ichikawa, estrella de culto en Japón) y Zatoichi (con Shintaro Katsu, productor de El lobo solitario y hermano del actor Tomisaburo Wakayama, que encarna a Itto Ogami), Kenji Misumi había impuesto su talento en el interior de los estudios Daiei, en los que era uno de sus mejores realizadores bajo contrato. Es por el contrario para la compañía Toho para la que firma la serie de El lobo solitario, en una época en la que los grandes estudios intentan frenar la concurrencia de las pequeñas compañías que inundan los mercados de policíacos intemporales o de historietas semi-eróticas realizadas por realizadores iconoclastas como Seijun Suzuki.
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