RED TO KILL · · · La Cat 3 es el género donde se encuadran aquellas películas para adultos ya sea por su contenido altamente violento ( físico o verbal) y/o sexual. Pero para Red to Kill la Cat 3 se queda corta ya que se pasa por el forro cualquier tabú de la manera más degenerada, ofensiva y repugnante posible.
Hay magníficos ejemplos de títulos Cat 3 muy crudos y bestias pero que en algún momento del metraje da un poco de tregua al espectador con momentos de humor negro e incluso de humor grueso que descoloca un tanto al espectador de tales títulos. De hecho, una de las características de los films de Cat 3 era la empanadilla de gérenos en una sola película con ejemplos como: Daughter of darkness, Run & kill, The untold story y un largo etc donde la violencia más descarnada se daba la mano con la comedia del peor gusto gusto posible.
Red To Kill no puede encuadrarse en ese grupo de infames productos ya que no encontramos en toda la cinta ni un solo momento para la risa y ni siquiera para una sonrisa. Su director Billy Tang busca herir la sensibilidad de la manera mas rastrera y sucia posible haciendo que el visionado de Red to Kill se quede incrustado en nuestro cerebro y nos acompañe durante algún tiempo.
La historia comienza cuando una desengañada y en cierto modo asqueada trabajadora social presenta su dimisión tras haber sido testigo del suicidio de una mujer junto a su hijo retrasado mental. Antes de que su dimisión sea aceptada, le asignan un último trabajo consistente en hacerse cargo de una chica con retraso mental llamada Ming Ming cuyo padre ha muerto atropellado. Poco a poco el sentimiento de lástima por la chica se convertirá en amistad devolvíendole la confianza en si misma y en su trabajo al mismo tiempo que consigue que los internos del centro recuperen el cariño de los vecinos. Pero la felicidad durará poco ya en el centro donde es internada Ming Ming trabaja un perturbado con un terrorífico trauma infantil que va violando y masacrando a toda chica que lleve prendas de color rojo y que tengan la mala suerte de cruzarse en su camino.
Ming Ming se convierte en la alegría del centro debido a su inocencia e inteligencia lo que hace que el perturbado de su profe se enamore de ella y la viole de manera brutal y empujando a Ming Ming a una serie de escenas patéticas muy duras de digerir por el espectador que ya empieza a sospechar que la cosa no acabará bien para ninguna de las partes.
Tras un juicio digno de cualquier audiencia española que trate la llamada de género, el criminal es puesto en libertad con todos los honores y volverá a por el amor de Ming Ming pero esta vez la trabajadora social le pondrá las cosas dificilillas usando técnicas de seducción un tanto fuera de lugar para llegada la hora, acabar con el canalla. Pero desgraciadamente el final de Ming Ming también está cantado.
Red to Kill se puede dividir en dos partes claramente bien definidas:
1.- desde el comienzo hasta el juicio del psicópata donde apreciamos filmación realista con sonido directo ( escuchamos ruido de tráfico de fondo y conversaciones vecinales) y que nos muestra un lado feista y naturalista del Hong Kong que no se incluye en las guías turísticas. Billy Tang se esmera en conseguir un cast de secundarios feos, mal hablados y ordinarios. Incluso la trabajadora social es presentada con ropas que delatan su condición humilde. Toda la acción se desarrolla en los típicos bloques de viviendas sociales que el gobierno de HK construye para los sectores menos favorecidos de la ex-colonia.
2.- la segunda parte de la película ocupa desde la puesta en libertad del criminal hasta su desenlace final donde el tono realista de la primera parte desaparece por completo y todo se torna en forma de sueño (más bien pesadilla) donde la trabajadora social comienza a acosar al violador provocandole allá donde va luciendo trajes de color rojo sin que sepamos muy bien con que intención. El resultado es la vuelta del psicópata al centro donde está Ming Ming y la consecuente venganza. El ambiente de pesadilla e irrealidad se subraya en esta parte al mostrarnos un centro de acogida totalmente desierto con excepción de Ming Ming y la trabajadora social.
Las escenas de violencia son sangrientas y desagradables desde la primera a la última. Ya desde el primer suicidio de la madre con su hijito restrasado nos avisa que lo que seguirá irá in crescendo haciendo que durante el visionado de Red To Kill nos sintamos sucios.
Las escenas de sexo son cualquier cosa menos agradables. Viendo las escenas de violación no podia dejar de acordarme de como Michael Winner rodaba violaciones en films como Chato el apache o Yo soy la justicia (Death Wish 2) quitandole cualquier atisbo de limpieza al acto sexual mismo agrandando la sensación de primitivismo animal
Red to Kill no es una película incorrecta o gamberra, Red to Kill es ofensiva, sucia, depravada, enferma que hiere y mete el dedo en la herida para que sea más dolorosa aún y que en ningún momento hace que le cojamos un poco de simpatia al malo de la función como en otros titulos. Si esta película hace reir a alguien, que vaya al psiquiatra o acabará haciendo “guarreridas españolas” mientras lee El Caso.
Selección y comentario: Ninjanight
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