HE LIVES BY NIGHT · · · Con la Cinema City de Karl Maka y Dean Shek en sus comienzos (es el año que realizan Aces go places y empiezan a perfilarse como la productora más importante de aquellos años), las fusiones, la formación de extrañas uniones está a la orden del día… Sylvia Chang (protagonista de Aces go places), taiwanesa, se reparte entre los dos países, y nos la encontramos por aquel tiempo en That day on the beach, de Edward Yang, del mismo modo que guionistas o actores de ésta aparacen en Kidnapped (que comparte mucha gente con esta película que os traigo) o la banda sonora es de la misma compositora. En toda esa confusión ciertamente enriquecedora, aparece He lives by night, película de una cierta importancia, que incluso seleccionó el Hong Kong Film Festival en su retrospectiva de la década de los ochenta, dirigida por Leung Po-Chi, un hombre del que ya teniamos The island (y del que soñamos poder tener algún día Jumping Ash), personaje importante de aquellos años de la nueva ola hongkonesa y en la que todo el cine hongkonés buscaba una nueva manera de ser tras la caída de Shaw Brothers.
Bien… Pues en esa búsqueda de una nueva manera de ser, He lives by night seguramente tiene un lugar curioso, al ser una precursora atrevida de la categoría III. El cine hongkonés siempre ha sido muy dado a mezclar las cosas con una desvergüenza considerable, y esta película mezcla esa combinación que luego daría lugar al género: horror + humor. Y lo hace con tal decisión, que bueno, uno sólo puede pasárselo en grande ante todos sus despropósitos y locuras. Abrir vuestra mente, pero bien abierta, y asistir a este espectáculo de artes varias, en el que nos encontramos con una Sylvia Chang simplemente deliciosa, presentadora de un programa nocturno de radio, que se cruza con un Simon Yam completamente desconocido (os dejo adivinar quién es… yo la vi entera sin localizarlo…) y un Kent Cheng imbatible (este hombre sigue escalando puestos en mi olimpo personal a velocidades de vértigo). Sus destinos se cruzarán además con un psicópata (Eddie Chan) al que le pierden las medias, y todos juntos poblarán la noche hongkonesa junto con algún personaje más, como Eric Tsang (sin desperdicio el maquillaje que le meten), en alguna escena de esas que te dejan los ojos como platos. Si a eso le sumamos un final de los de otros tiempos, pues ahí tenemos esta pequeña joyita, una sorpresa (anunciada, puesto que estaba en la lista de “más buscadas”).
Premio al mejor montaje y la mejor fotografía en los segundos Hong Kong Film Awards (el año en que Boat people de Ann Hui arrasó), fotografía de un señor llamado Arthur Wong, que seguramente ahora será más recordado por ser también el de The warlords, Painted skin, Infernal affairs II (aunque empezó con la Shaw… suyas son Heroes of the east o Dirty Ho, por ejemplo… ahí es nada…).
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