THE BOMB-SHELL · · · Abrimos una nueva sesión doble ochentera dedicada esta vez a Norman Chu, uno de los rostros más reconocibles en la acción hongkonesa. Las películas elegidas son The Bomb-Shell (1981) y A Bloody Fight (1988). Pero para empezar vamos a repasar un poquito quien es Norman Chu.
Corría allá por el año 1970 cuando Tsui Siu Keung (Norman Chu) era un completo desconocido que trabajaba como contable en la bolsa del distrito financiero de Hong Kong. Ya por aquellos años lucía un físico espectacular, cosa que le ayudaría a convertirse en lo que es ahora. Convencido por sus amigos, se presentó a las pruebas de selección para entrar como actor en los estudios Shaw Brothers. Pasó las consiguientes pruebas de admisión, entrando a formar parte del taller de formación de actores de productora. Durante los primeros 70s también ingresó en el cupo de actores de la cadena de televisión hongkonesa RTV.
A pesar de que ganaba más dinero en su antiguo trabajo como contable, la idea de ser actor le atraía mucho y por tanto decidió quedarse en la escuela de actores. Durante varios años sólo figuró como extra en películas de la Shaw Brothers sin decir ni una sola línea de diálogo. Pero en 1978 su vida cambió gracias a Lau Kar Leung, que vio en él una persona muy habilidosa físicamente, cosa que le permitió acceder a su primer papel importante. La película en cuestión fue Shaolin Mantis. En ella, Norman Chu a pesar de tener que manejar dos espadas en las escenas de acción, no utilizó ningún tipo de doble y eso provocó una gran admiración del propio Lau Kar Leung, el cual le incluyó en su equipo habitual de filmación (recordemos que en la Shaw Brothers cada director solía trabajar con el mismo grupo de personas en cada película). Durante finales de los años 70, Norman Chu también protagonizó una popular serie de televisión de la cadena RTV, pero a mitad de la serie fue remplazado por otro actor debido a su complicado carácter y debido a que su trabajo en la Shaw Brothers le absorbía casi por completo.
A partir de aquí pues ha sido un no parar para Norman Chu. Ha protagonizado todo tipo de películas de acción. Él mismo incluso se enorgullece de no haber participado en ninguna película romántica. En su etapa de la Shaw Brothers destacó sobretodo en películas rodadas ya en los años 80, como por ejemplo, Bastard Swordsman, Seeding of a Ghost o Hong Kong Godfather. Pero durante la primera mitad de los 80 su trabajo como actor no sólo se limitó a los estudios Shaw Brothers, sino que también rodó películas fuera de él, como la imprescindible The Club de Kirk Wong o la magnífica película de kung fu, The Loot, dirigida por Eric Tsang en 1980.
Su gran popularidad durante estos años le llevó a trabajar con directores de la nueva ola hongkonesa como Tsui Hark, Patrick Tam o Ching Siu-Tung. Ha protagonizado grandes clásicos hongkoneses como City War, the Dragon Family o Duel to the Death, ha hecho de villano, de héroe leal y ha protagonizado numerosas series de televisión.
Hoy en día todavía sigue trabajando pero centrado más en series de televisión que en cine. Sigue manteniéndose en plena forma, entrenando 3 horas diarias e insistiendo en realizar él mismo las escenas de acción. También es conocido por su fama de mujeriego y de beber brandy como si de agua se tratase. En fin uno de los grandes del cine hongkonés.
La primera sesión dedicada a Norman Chu es The Bomb Shell, una película típica hongkonesa de primeros de los 80’s. Y ¿Por qué típica? Pues porque recuerda mucho a películas de la época como Gun is law o Cops and Robbers. Nuevamente tenemos un niño de por medio y a su padre (Norman Chu) como policía. Esta vez tendrán ante si varios peligros. Por un lado un brutal asesino (y cuando digo brutal es brutal) encarnado por un descomunal Wilson Tong, y por otro tenemos a un desquiciado mental que disfruta poniendo bombas en lugares públicos. Y bueno no digo más porque esta película es de obligado visionado. Así que avisados estáis.
Como curiosidad decir que sale brevemente Shing Fui On haciendo por primera vez de macarra de barrio, un papel que repetiría hasta la saciedad durante su carrera. ¡Pasen y disfruten!
Comentario: Glue69
A BLOODY FIGHT · · · Tras el fín de la Shaw Brothers, algunos de sus más ilustres ocupantes se tuvieron que buscar la vida de las más diversas formas, y una de ellas, importante, fue el cine de acción, incluso por encima del cine de artes marciales (que seguramente pagaba los excesos de la Shaw Brothers). A bloody fighter no deja de ser un sensacional ejemplo de ello, y encontramos en ella ni más ni menos que a Gordon Liu (con pelo), a su hermano Lau Kar-leung, a Norman Chu, por supuesto, e incluso a uno de sus directores más ilustres que por la época se convirtió en uno de los malvados más reconocibles en todo tipo de producciones, Chor Yuen. Le sumamos a su vez a un secundario de lujo, Fung Hak-On, y a su propio director, Wilson Tong, que aquí además se ocupa de la acción (como se ocupaba por cierto de la otra película de esta sesión doble, The bomb-shell), y ya tenemos un reparto de lujo, para una película en la que la acción lo es todo.
Porque la historia es conocida: dos amigos cuyos caminos se separan y uno se convierte en policía y el otro en un contundente asesino. El contudente asesino decide abandonar la organización para la que trabaja y bueno, sus empleadores no son muy partidarios de las soluciones amistosas. Los dos amigos se volverán a encontrar y…
A bloody fight tiene lo que su título anticipa: sangre y lucha. Con contundencia. La contundencia que exigían aquellos tiempos. Aquel mismo año, tenemos uno de los clásicos inevitables de la acción de la segunda mitad de los ochenta: Tiger on the beat, en la que nos encontramos de nuevo a todos: a los dos hermanos, a Norman Chu,… Estas películas en realidad constituyen un subgénero en si mismas, que tiene que ver mucho con sus protagonistas, unas películas en las que la acción además de hacerse con balas llevaba peleas de una contundencia brutal y en las que se ponía una y otra vez a prueba a los especialistas. Películas de grandes nombres de la acción, eclipsados por los grandes nombres de la dirección que por aquellos tiempos ya marcaban otra época, los Ringo Lam, John Woo, Kirk Wong,…
Quede pues como homenaje a ellos…
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