Comenzamos con nuestro periplo por el Bollywood en Negro con A Wednesday, un thriller sobre terrorismo escrito y dirigido por un debutante Neeraj Pandey y que ganó diversos premios en su india natal.
Sentado junto al río, el jefe de la Dirección General de Policía de Mumbai Prakash Rathod –a punto de retirarse– rememora los acontecimientos del caso más difícil al que tuvo que hacer frente en su carrera. Un miércoles cualquiera se convirtió en un día memorable cuando recibió la llamada de un supuesto terrorista, quien le amenazaba con hacer estallar cinco bombas distribuidas por la ciudad si no liberaba a cuatro terroristas integrantes de Al Qaeda y Lashkar. Ante semejante ultimátum, Rathod tendría que averiguar si la amenaza era cierta o no, mientras iniciaba una carrera contrarreloj para resolver el rompecabezas que le condujera al hombre que movía los hilos en la sombra. Simultáneamente, el mismo hombre llamaba a una periodista de televisión para que diera la primicia de la noticia más importante de su vida.
Bajo esta premisa se construye un thriller correcto e interesante, un juego del gato y el ratón entre el supuesto terrorista y la policía que parece manejar el primero con calculada profesionalidad. El film mantiene al tensión y el salirse de los estándares indios en cuanto a duración (poco más de una hora y media de metraje) y números musicales (que no los hay, aunque si la presencia musical es un recurso muy utilizado) no hace más que ayudar al conjunto. Los personajes están bien construidos, sobre todo el del terrorista muy bien caracterizado por un enigmático Naseeruddin Shah, del que no sabremos nada durante toda la cinta, tan solo los acontecimientos que se narran en su metraje. Quizás aquí algunos elementos estén un poco estereotipados debido a la clara polarización de ciertos personajes, sobre todo de esos 2 policías, uno padre de familia, algo tímido y diligente en su trabajo y otro agresivo y al que temen todos los maleantes, pero al fin y al cabo los 2 con los mismos ideales aunque diferentes métodos.
El thriller inicial pasa a un punto secundario en el último tercio de la película, convirtiéndose en un alegato popular que trata temas tan complicados como el terrorismo islámico (representado, aunque no se nombre directamente, con el conflicto India Pakistan) y la relativa pasividad de las autoridades en estos temas siempre visto en un tono local que algunos podrían confundir con nacionalismo pero que evita este sentimiento insinuando aunque no cerciorando la religión y creencias del “hombre del tejado”. Un discurso que puede ser comprendido y aceptado por todos y que de hecho es compartido por el espectador, a quién se le hace participe y toca muy de lleno. Esto se refuerza por ciertos detalles iniciales, sobre todo en la figura del primer ministro, alguien dubitativo, aparentemente incapaz de tomar decisiones importantes.
En definitiva este en un ejercicio interesante de thriller policiaco que nos lleva un poco más allá, dándonos ese punto moralista que pretende hacernos pensar, aunque solo sea un poco, en la situación del pueblo llano en zonas de conflicto como el eje India Pakistan.
En otro orden de cosas tan solo comentar la dudosa calidad de la copia que se proyecto en el festival, culpa achacable a mi entender a la distribuidora de la misma. La copia era digital, y parece como si al hacer el port de la copia cinematográfica la relación de aspecto original hubiera quedado recortada y un poco deformada, hasta tal punto que hay escenas en que se distinguen movimientos digitales dentro de la imagen, ya que al recortar ciertas caras quedaban fuera de plano y en ciertos momentos el plano iba moviéndose de una a otra con barridos claramente digitales y produciendo un efecto ping pong de lo mas desconcertante. Esto pasa en algunos momentos, pero no recuedo ni por asomo eso en la copia original que pude ver hace unos años. En fin, lo investigaré.
La segunda película de esta retrospectiva que pudimos ver se aleja bastante de la primera. Raajneeti, dirigida por el realizador Prakash Jha, no es una película criminal sino un thriller político, pero como veremos muchas veces la línea que separa lo legal de lo ilegal es muy fina.
La cinta se inicia con el enfrentamiento entre carismático líder de izquierda Bhasker Sanyal y el partido conservador. La hija del líder de este partido conservador es la más fiel seguidora de Sanyal y en un arrebato esta pasión se desata. El líder se retira de toda vida pública asumiendo lo impropio de sus actos y la joven termina teniendo un hijo que para mantener la reputación de la familia es abandonado. Todo esto pasó hace años y ahora la familia política ha crecido y muchos aspiran a dirigir el partido y a controlar las listas de candidatos. No quiero desvelar mucho más ya que el guión de esta película es un guión complejo, no difícil de seguir, pero si lleno de desarrollos y rico en matices, con un buen número de personajes que tienen su papel a lo largo de la cinta.
En Raajneeti la lucha por el poder lo es todo y cuando esta obsesión predomina cualquier precio es susceptible de ser pagado. El ansia por el poder, sea cual sea el motivo o supuestos ideales de la misma, conduce a la codicia y la intriga, la intriga a la lucha, la lucha a la muerte y la muerte a la venganza en una espiral sin fin que acabará con todo el que se le ponga por delante.
Como decíamos antes el guión de la película, inspirado libremente en El Padrino (en estilo más que en contenido), es desde luego su punto fuerte, un guión que construye una historia interesante y atractiva, que gira a veces sobre si misma sorprendiéndonos y mantiene la tensión y carga dramática durante las mas de 2 horas y media de metraje. El mismo está cargado además de detalles interesantes, como la diferencia de castas en la india actual y como los ricos y poderosos son los que manejan los destinos de la mayoría. Además el eterno tema dentro de la cinematografía india, el romance, cobra protagonismo en más de una ocasión como hilo conductor de ciertas partes. Pero finalmente la lucha por el poder y la venganza cobra todo el protagonismo, eclipsando, absorviendolo todo como un pozo sin fondo. Aquí los partidos y las personas que aspiran a gobernar se nos presentan con una falta de escrúpulos mas cercana al hampa organizada y a la mafia del miedo que a otra cosa.
El otro punto fuerte son desde luego las interpretaciones, alguna de ellas muy conseguidas y que han sabido reflejar muy bien el carácter de unos personajes que de por si ya están construidos sobre el papel de una forma solida y coherente. Destacaré particularmente el personaje de Veeru, ambicioso y capaz de todo al que da vida un gran Manoj Bajpai. También me ha gustado muchísimo Arjun Rampal dando vida a Prithvi, un personaje definido como el cambiante, que se caracteriza por su magnetismo pero también por carácter a veces impulsivo y algo agresivo, aunque esta interpretación no es su mejor papel. Y creo que el que más me ha gustado ha sido Ranbirt Kapoor encarnando a Samar, un inteligente personaje movido por crudos sentimientos. Mención aparte haré de Nana Patekar, un actor que me encanta y que aquí encarna a ese asesor manipulador capaz de controlarlo todo y a todos.
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