Sitges Film Festival – Crónica del cine asiático visto en Sitges (II)

Continuamos con nuestro repaso a todo lo que dió de si, asiaticamente hablando, el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, Cinema Sitges 2011. Hoy os traigo 5 películas de lo más variado, desde el cine de acción más comercial made in china a la tranquilidad contemplativa del cine de Naomi Kawase. El menu para hoy incluye The Yellow Sea, Hanezu, The Sorcerer and the White Snake, Smuggler y Sex and Zen 3D. Disfrutenlo y esperamos sus comentarios.

Sex and Zen 3D

Hong Kong, 2011.
Director: Christopher Sun.
Intérpretes: Saori Hara, Vonnie Lui, Yukiko Suô, Leni Lan, Irene Chen.
Duración: 110 min.

Los que ya hemos corrido algo en el mundillo del cine asiático y tenemos cierta edad recordamos con cariño todo ese maremagnun de cintas en VHS que durante los 90 inundaban videoculubs y coleccionables relacionados con el cine principalmente hongkonés, artes marciales, Heroic bloodsheed y por supuesto algo de erótico festivo CAT III entre los que se incluían los ya míticos para muchos “Sex and Zen”. Y es que el agradable recuerdo de estas adaptaciones de cuentos picantes populares también parece estar en su Hong Kong natal y por eso nace “3D Sex and Zen”, una actualización al nuevo milenio de aquellos cuentos.

Esta cinta era muy esperada por muchos y es que la “leyenda” sobre la misma ha trascendido a su país natal. Sex and Zen superó con creces a Avatar durante las primeras semanas de su estrenos en los cines de Hong Kong y llegó hasta tal punto que se organizaban viajes desde la China Continental (donde la película fue censurada y no se estrenó) ha Hong Kong para verla, lo cual hizo despuntar en cierta medida el turismo local. Por si esto fuera poco muchos por occidente se empecinaron en que esto era cine porno en 3D, lo cual acrecentó aún más el ansia de muchos por verla.

La película versa en torno al joven Wei Yangsheng y la búsqueda que debe emprender para mejorar y disfrutar sus apetencias sexuales al no poder satisfacer como es debido a su mujer. Esto le llevará a adentrarse en un halo de lujuria y perdición. Diremos para empezar que esto no es porno, sino erótico, y que ni siquiera al nivel de sus predecesoras. Además, siempre comparando con las anteriores, esta es muy irregular, mezclando humor y erotismo pero también combates, torturas y sangre, en una mezcla que no termina de cuajar ya que no sabes muy bien como tomártela, sobre todo al final de la cinta, donde el drama y la “sangre” copan la pantalla.

Un producto que no es gran cosa si se piensa en él, debido a esta mezcla inconexa y falta de ritmo que se nos presenta. El 3D al menos esta muy muy bien en ambiental y bastante bien en combates, aunque se podría haber sacado algo más de partido al mismo, sobre todo en escenas eróticas jejeje. He leído en una crítica que esta película es como el “Torrente” de la saga “Sex and Zen”, una secuela en 3D que aporta poco o nada a las originales, me hizo gracia la comparación aunque no va demasiado desencaminado.

Smuggler

Japón, 2011.
Director: Katsuhito Ishii.
Intérpretes: Satoshi Tsumabuki, Masatoshi Nagase, Yasuko Matsuyuki, Hirahi Mitsushima, Masanobu Ando.
Duración: 115 min.

Kinuta, un joven aspirante a actor que ha visto como fracasaban sus intentos de ganar algo de dinero con las tragaperras y para saldar sus deudas con la Yakuza comienza a trabajar como “Transportista”. La tarea es sencilla, recoger los “trapos suciedad” (generalmente cadáveres de rencillas) y desacerse de ellos. Este nuevo trabajo le hará cruzarse con unos asesinos a sueldo de la mafia China.

El conocido y personal director Katsuhito Ishii da vida a este manga original de Shohei Manabe que mezcla acción, humor y violencia en una especie de cine negro adaptado a la cultura “manga” y traído a los nuevos tiempos. La película tiene un ritmo irregular, en su primera parte con un desarrollo entretenido y ameno, con una acción bien rodada que denota el estilo de Ishii en el uso de los planos y la cámara; pero luego la cosa decae, el humor se diluye, la seriedad predomina pero se va hasta extremos insospechados, bajando el ritmo y llenando la pantalla de un sadismo que no parece estar acorde con lo que habíamos visto hasta el momento, todo para llegar a un final que no deja satisfecho.

Entretenida, irregular, bien dirigida y con unas interpretaciones que están bien pero no destacan (destaquemos al carismático asesino Vértebras y al personaje del secuaz del jefe yakuza sádico y pasado de vueltas que llega a ser delirante), esta película hace pasar un buen rato pero no dejara marca permanente en vuestra memoria.

The Sorcerer And the White Snake

China, 2011.
Director: Tony Ching Siu-tung.
Intérpretes: Jet Li, Eva Huang, Raymond Lam, Charlene Choi, Wen Zhang.
Duración: 99 min.

El mítico coreógrafo de acción y director Tony Ching recogía este año en el festival el premio Maquina del Tiempo por sus más de 50 años de carrera en el cine de acción de Hong Kong. Además su última producción se presentaba en sección oficial con gran interés por parte de los espectadores, ya que prometía acción, romance y una gran dosis de efectos digitales. Como nos diría el propio Tony Ching de 1800 escenas más de 1500 tenían FX.

Esta historia clásica china, que ha sido adaptada muchas veces a la gran pantalla durante la historia, la ultima de ellas por Tsui Hark y su “Green Snake”, cuanta el amor entre un humano y un demonio. Mientras viajaba por las montañas, el joven Xu Xian cayó accidentalmente al lago. la Serpiente Blanca, encarnada en una bella mujer, lo salvó. Apasionada por Xu Xian, esta no tardará en infiltrarse en el mundo de los humanos y casarse con él. Pero el mago Fa Hai hará lo posible para que el mundo de los demonios y el de los humanos no se mezclen y pronto descubrirá a Serpiente blanca y su matrimonio.

La cinta se “vendía” por la presencia de Jet Li, pero en este caso el monje Fa Hai tiene un papel secundario en la historia que se basa en el amor entre los personajes de Eva Huang y Raymond Lam, ambos muy propios en sus respectivos papeles. Realmente la historia que aquí se narra es una leyenda de amor prohibido e imposible y todo lo demás parece un simple artificio solo destinado al entretenimiento general, y esta es quizás la pega de la película. El uso y abuso de los efectos visuales sobre todo en la parte final es simple espectacularidad, tan abrumadora que llega incluso a cansar un poco, que desentona con la historia de amor que hasta entonces se estaba narrando ty que por momentos dejaén incluso un poco que desear. Además el intento de hacer una película familiar, a pesar de la acción y las luchas, introducen muchos gags de humor y una serie de animalillos parlantes un poco fuera de lugar. Las coreografías, de mano del propio director (como no), son muy buenas pero quizás están un poco seccionadas, no hay una pelea continua que demuestre habilidades o espectacularidad marcial, sino unos cuantos golpes y luego recursos infográficos de magia y similares que entrecortan la acción.

A pesar de todo lo dicho no quiero que penséis que la película es mala o que no me gustó, la disfrute muchísimo, pero creía necesario señalar esta serie de puntos flacos partiendo de la base de que la película es muy entretenida y tremendamente espectacular. Creo que la mejor forma de acercarse a esta película es sabiendo que es una historia de amor muy de cuento, con mucha acción y orientada a todos los públicos. También pudimos conversar un rato con Tony Ching y repasar muy brevemente su carrera, pronto publicaremos la entrevista.

Hanezu

Japón, 2011.
Director: Naomi Kawase
Intérpretes: Tohta Komizu, Hako Oshima, Tetsuya Akikawa, Akaji Maro, Taiga Komizu
Duración: 91 min.

Llegamos a una de esas películas de la que se me hace muy difícil hablar, y es que el cine de autor (y este año había mucho asiático en Sitges) es algo que me gusta ver en la generalidad del realizador que lo crea, y de Kawase he de reconocerme poco seguidor, no por disgusto sino por circunstancias.

En Hanezu Naomi Kawase toma la leyenda de tres montañas: Unebi, Miminashi y Kagu, leyenda que narra como 2 de ellas luchan por el amor de la tercera. Esto lo lleva a la actualidad centrándose en un trio amoroso que se desarrolla en un pequeño pueblo. Una historia entre melodramática con toques fantásticos muy contemplativa con la región natal de la cineasta, y es que este es uno de los puntos del cine de Kawase, la reiteración de volver a si tierra natal, el origen del Japón actual, y la fascinación por la naturaleza.

Durante la rueda de prensa que la cineasta dio en Cannes comento “el sufrimiento que padecen las personas en las sociedades modernas es la consecuencia de nuestra incapacidad de admitir que somos un elemento más en la naturaleza. Puede decirse que en mis películas el ser humano tiene un papel secundario porque doy a la naturaleza el papel protagónico” (Visto el Blog de Cine). Y eso es lo que ocurre esencialmente en Hanezu, donde la historia del trio amoroso se diluye entre las imágenes de la naturaleza y el peso dramático muchas veces recae en la contemplación de escenas donde las personas no tienen realmente una gran importancia, sino que la tiene el entorno donde se encuentran.

En fin, como ya digo soy bastante neófito en lo que a Kawase se refiere y por ello no quiero darle más vueltas al tema. Diré no obstante que la película parece ser muy suya y seguramente sus aficionados la disfrutaran. A mi me dejó una sensación algo plana, neutra, pero tengo ganas de recuperar algunas cintas anteriores, como “El Bosque de Luto”, para conocer un poco mejor a esta cineasta.

The Yellow Sea

Corea del Sur, 2011.
Director: Na Hong-jin.
Intérpretes: Ha Jung-woo, Kim Yun-seok, Cho Seong-ha, Lee Chul-min.
Duración: 140 min.

Na Hong-jin regresa a Sitges con su segunda película tras haber presentado en 2008 su magnífica “The Chaser”, con la que ganó el CasaAsia a Mejor Película asiática, para ganar nada menos que el premio a mejor director del festival, y es que “The Yellow Sea” ha sido una de las grandes favoritas del publico en esta edición.

Esta película toma como protagonistas a los Chino-Coreanos que viven en la franja de tierra entre China, Corea y Rusia y que son poco menos que parias de todas ellas. Aquí vive un taxista que lleva tiempo sin saber nada de su mujer, que se ha ido a Corea del Sur en busca de una vida mejor. Los gastos del viaje más sus deudas de juego le pondrán con el agua al cuello y un jefe mafioso le ofrece una salida: lo ayudarán a cruzar la frontera a cambio de que cometa un asesinato, con eso saldar´a sus deudas.

The Yellow Sea se construye con una estructura capitular de 4 actos donde los 2 primeros son de clara vocación argumental, construyendo un thriller sobre una historia que narra como un perro con rabia mata a su madre y tras escaparse y regresar a morir junto a su amo, otros perros devoran su cadáver. Una metáfora que se traslada a la vida de esos chino-coreanos que no tienen lugar en el mundo, que se comportan literalmente como perros rabiosos entre ellos y con los demás. Estos primeros actos nos dejan un desarrollo muy interesante, muy bien filmado y con un segundo acto magistral, narrando casi sin diálogos pero con gran tensión. Pero luego pasamos a los 2 actos finales, sobre todo el tercero, y allí todo se desmadra, la acción toma la batuta y la historia empieza a girar y girar, con cambios, vueltas de tuerca, con unos personajes que parecen inmortales a base de pegarse piños, navajazos, hachazos o incluso disparos.

Cuando vi “The Chaser” me pareció una gran película, una cinta que mantenía el pulso de la tensión y que gastaba una acción muy bien rodada e interesante, si bien no era una obra maestra debido a que no me gusto nada el final y a que Na Hong-jin se perdía en algunos excesos y vueltas de tuerca que realmente sobraban. Aquí la sensación es la misma, una película con una primera parte buena en lo suyo, bien rodada y dirigida, pero con una segunda parte que vuelve a perderse en los excesos, en los giros y las vueltas de tuerca. La acción es espectacular y terriblemente disfrutarle, nos mantendrá pegados al asiento si eso es lo que buscamos, pero finalizar a mi no me terminó de “emocionar” y siento que el director ha vuelto a caer en los mismos fallos que en “The Chaser”. Aún así una de la películas que hay que ver este año si o si.