Volvemos a la carga con la segunda entrega de nuestro repaso asiático al Festival Internacional de Cinema Fantastic de Catalunya, Cinema Sitges 2012, Hoy continuamos nuestro nuestro periplo por el cine indio con Miss Lovely y Gangs od Wasseypur, además veremos al Miike más musical en For Love’s Sake, nuestra primera película de animación en Blood C: The Last Dark y viajamos a Hong Kong para ver Motorway. Adelante.
Miss Lovely
India, 2012.
Director: Ashim Ahluwalia
Interpretes: Nawazuddin Siddiqui, Niharika Singh, Anil George, Zeena Bhatia, Ragesh Asthanaa
Duración: 110 min
Estamos viendo en los últimos tiempos, al menos desde occidente, una nueva ola de directores indios que no se adscriben a las mayors del cine Bollywood y quieren hacer propuestas mucho más personales, a medio camino entre el Bollywood clásico y el cine más independiente. Ashim Ahluwalia es uno de ellos y su salto al genero de ficción es esta “Miss Lovely”. El director ya lo dejó claro en el pase de la película durante el festival de Cannes, afirmando que se sentía mucho más próximo a estos productores independientes que a los Bollywood actuales. “No todo el cine de la india es Bollywood” afirmó.
“Miss Lovely” nos traslada a los tortuosos años 80 para mostrarnos a dos hermanos directores (muchos ven aquí una cierta alegoría a los Ramsay, los reyes de la serie Z de aquellos años) que se ven inmersos en la producción de cintas eróticas clandestinas cuando estas no eran legales, viéndose inmersos en una vida casi mafiosa con tal de hacer cine y levantar sus proyectos.
En esta historia podemos ver 2 vertientes. La primera de ellas es la magistral ambientación de la película. Vemos una película sobre la trastienda del cine indio más independiente de los 80 y a su vez parece que estuviéramos viendo una película producida en aquellos años, no por la mala calidad de su terminación, sino por el uso de la magistral fotografía, la banda sonora y todo el apartado técnico. Solo ver esta gran representación del mundo oscuro y sórdido de la producción cuasi ilegal de películas de bajo presupuesto ya merece sentarse en la butaca. La otra vertiente en la historia en si misma, un drama familiar con dos hermanos, Vicky y Sonu, enfrentados por su visión cinematográfica. El primero de ellos es el que lleva la batuta de las producciones pero Sonu quiere realizar una película por su cuenta y la aparición de Pinky, una joven que quiere ser actriz y de la que Sonu se enamora, desencadenara el enfrentamiento entre ambos hermanos, mientras Vicky ha de lidiar además con la estructura mafiosa montada alrededor de este tipo de películas y la corrupción policial. He de reconocer que en este drama me costó entrar y eso provocó que sintiera cierta indiferencia hacia los personajes y la película se me hiciera larga, no gustándome todo lo que yo esperaba. Siempre digo que en Sitges el factor cansancio es determinante y la noche anterior había dormido 3 horas, quizás esto influyese.
La cinta, como era de esperar, no tiene números musicales, aunque como sucede en el cine indio la música esta muy presente en la misma. Como ya he comentado el acabado técnico es muy bueno, trasmitiendo una atractiva atmósfera “ochentera” en todo momento. También acompañan las interpretaciones, que realmente me gustaron mucho, sobre todo la de Nawazuddin Siddiqui como Sonu.
“Miss Lovely” es una película atractiva en su concepción y acabado pero que se hace un poco lenta y plana en su historia. Aún así merece la pena verla si os sentís atraídos por ese mundo de cine de culto indio.
Gangs of Wasseypur I y II
India, 2012.
Director: Anurag Kashyap
Interpretes: Nawazuddin Siddiqui, Manoj Bajpai, Tigmanshu Dhulia, Piyush Mishra, Richa Chaddha
Duración: 315 min
Anurag Kashyap es un productor, guionista y director indio con un gran bagaje dentro de la cinematografía Bollywood, pero que siempre se ha movido un poco alejado del mainstream con producciones como “Black Friday” o “No Smoking”. En esta ocasión ha puesto toda la carne en el asador en la que es quizás una de las más ambiciosas películas indias de los últimos tiempos, y una de la que más repercusión ha tenido en los circuitos internacionales de festivales, cosechando muy buenas críticas en su pase en Cannes y sorprendiendo a crítica y público. Esta magna obra se estrenó dividida en 2 películas, pero que han de verse como una sola, y así pudimos verla en Sitges.
La primera parte comienza con un tiroteo situado en 2004, en el que un grupo de hombres armados asaltan la casa de Faizal Khan con intención de matarlo. Pero todo tiene un comienzo, y al terminar dicho tiroteo la película nos traslada a los años 1940 para mostrarnos al que sería el abuelo de Faizal, Shahid Khan. Él y Sultana Daku son dos asaltadores de trenes rivales que viven en el mismo pueblo. Cuando Shahid se convierte en un renegado, se ve obligado a trabajar en la mina propiedad de Ramadhir Singh, llegando ha hacerse respetar por la fuerza. Años después, su hijo Sardar querrá restaurar el honor de su padre, iniciando una venganza contra el clan Daku que lo convertirá en uno de los hombres más temidos en la India.
Toda esta historia de venganzas y rencillas está llena de detalles, viendo como los Khan van pasando de generación en generación sobre los cadáveres de sus antepasados, consumidos por la venganza. Los que una vez fueron aliados pueden convertirse en enemigos, los que una vez fueron enemigos en aliados. El paso de los años nos va dejando detalles que en tiempos posteriores tendrán su peso en la historia. Realmente no quiero contar nada, la magia de esta película es descubrir poco a poco todos esos recovecos y detalles y sorprendernos por como van evolucionando. Realmente la mafia no es algo glamuroso, es una mafia que se dedica a robar carbón y chatarra, que esta a la sobra del poder político y que se impone por la fuerza, a pesar de que sus medios son muchas veces escasos.
Este viaje nos llevará desde los 1940 hasta los 1990 y durante este trascurso podremos ver las diferentes épocas de la historia reciente de India y como Anurag utiliza un recurso muy interesante para enmarcarlas dentro del imaginario popular del país, el Cine. Casi todas las relaciones de amor de los miembros familiares se producen en un Cine, viendo la película de éxito del momento. Mediante ellas, y mediante la música que las acompaña, se va marcando la época historia de una manera unívoca. En cierto momento todos quieren ser como el Amitabh Bachcham de DON, llevan ropa parecida y tienen el corte de pelo de aquel (Faizal incluso lleva la música de tono de móvil durante todo el metraje de la segunda parte), esto enmarca la época. El director realiza una mezcla de géneros que nos es conocida a quien vemos cine indio, no centrándose solo en el cine de mafias y venganzas, sino que veremos romance, algo de comedia y acercamientos a géneros como el Western, sobre todo a la hora de afrontar muchos planos y enfrentamientos.
Y así llegamos a la segunda película, película que parte con la muerte del padre de Faizal por una trampa que le tendió el que el consideraba su mejor amigo. A partir de aquí Faizal se convertirá en el más temido de los mafiosos locales debido a su ansia de venganza y esto provocará el tiroteo con el que empezaba la primera película. Pero esto no es le final, sino el principio de su venganza final, que llegará a un punto en el que el circulo se cierra de una manera brutal y agresiva.
En esta segunda mitad el estilo narrativo que discurría de época en época y de generación en generación cambia para centrarse en la época actual y en la vida de Faizal y las consecuencias no solo de sus actos, sino también de la vida y actos de sus antepasados (sobre todo de su padre). Creo que esta parte es más sobria, más “cine de gangster”, con más acción y con una venganza descarnada que se llevará todo que deba llevarse por delante.
El apartado interpretativo es realmente sobresaliente, destacando, en mi humilde opinión, a Manoj Bajpai como Sardar Khan y Nawazuddin Siddiqui como Faizal, pero realmente la mayoría de los papeles son solidos y creíbles, a pesar de que puedan estar poco tiempo en pantalla. El guión es duro y completo, bebiendo de influencias apreciables. La “Trilogía de Apu”, “Gangs of New york” o “El Padrino” dejan impronta en algunos momentos de esta película, tanto como esas referencias al Western de Leone en la forma de mostrar la violencia.
Lo obra completa es un camino lleno de rincones, traiciones, acción, amor, musica y sorpresas que no dejarán indiferente a nadie. Una de las imprescindibles de esta edición de Sitges.
For Love’s Sake
Japón, 2012.
Director: Takashi Miike
Interpretes: Satoshi Tsumubaki, Emi Takei, Takumi Saltoh, Ito Ono
Duración: 134 min
¿Quien no conoce a Takashi Miike? Si se es mínimamente aficionado al cine japonés contemporáneo es difícil no haber visto algunas de sus películas, y más si se es asiduo a Sitges, donde ha estado presente con varias producciones al año desde hace ya bastante tiempo. Y si algo también estamos viendo de Miike es que esta inmerso en una vorágine de adaptaciones de manga y videojuegos, sin contar sus remakes, que nos han dejado joyas como “Ninja Kids” el año pasado.
En esta ocasión visita un manga de Ikki Kajiwara y Takumi Nagayasu que cuenta la historia de Ai y Makoto. Cuando era niña, Ai fue salvada de un accidente por el pequeño Makoto. Años después se reencuentran, convertida ella en una estudiante modélica de familia bien y él en un adolescente pendenciero. Ai se pondrá como objetivo vital redimir a su descarriado salvador, pero las cosas no serán nada fáciles.
Lo realmente destacable de esta producción sobre otras con argumentos más o menos similares es el acercamiento que se ha realizado a la misma, convirtiéndola en un musical que es capaz de mezclar “West Side Story” y “Crows Zero” en tono de comedia y acción y salir más que airoso en el intento, ya que el resultado es una película divertida y trepidante. Quizás le falla un poco el ritmo, ya que en los 30 primeros minutos ya nos hemos tragado 4 números musicales, buenos y divertidos, pero luego la cinta se frena un poco y se convierte en una especie de Crows Zero mucho más parecido a lo que ya nos ha mostrado Miike en otras producciones. Esto hace que esa parte flojee un poco y aunque el final vuelve a despuntar un poco más no termina de levantar el vuelo. Aún así no llega ha hacerse aburrida y el resultado general es bastante bueno y divertido.
La elección de la joven pareja Emi Takei y Satoshi Tsumabuki me parece más que acertada, haciendo ambos su papel, la primera de chica modelo con fuerte decisión, y el segundo de joven pendenciero, de una manera divertida y dinámica. El resto de elenco está también muy adecuado y la galería de personajes que nos encontraremos nos harán partirnos de risa en más de un momento. Por supuesto, la música es uno de los puntos fuertes, con unas canciones y coreografías realmente divertidas, y el tono de comedia predomina sobre el resto, cosa que hace que al insertar drama quede como un poco fuera de lugar. Tampoco debemos olvidar las numerosas escenas de acción, bien coreografiadas y muy al estilo Crows. Destacar el primer número musical que mezcla coreografía de baile y acción con un ritmo realmente bueno (sería fácil compararlo con “West Side Story” aunque aquella no tenía el tono de comedia de esta)
Realmente una película con la que pasaremos un muy buen rato si tenemos ganas de diversión.
Blood C: The Last Dark
Japón, 2012.
Director: Naoyoshi Shiotani
Duración: 106 min
Mucho ha llovido desde que en 2000 viera la luz el OVA “Blood The Last Vampire”, y sorprendente fue la acogida de esta y como desde entonces se han sucedido diversas vueltas de tuerca sobre este personaje y su historia. Tristemente la mayoría de ellas no han estado a la altura de esa visión oscura que se proyectaba en el OVA original, y en esta ocasión vuelve a quedarse a medio camino.
Como cada noche, Mana coge el metro. Pero en esta ocasión hay algo distinto, un ambiente cargado de tensión. De pronto, uno de los pasajeros se transforma en un monstruo sanguinario, desatando el pánico en el vagón. Pero hay alguien que permanece impertérrito; una joven que saca una enorme espada y se enfrenta a la criatura… Hasta aquí todo un homenaje al inicio del OVA original. Pero resulta que Mana pertenece a una organización underground dedicada a rastrear el origen de estos seres e intentarán acercarse a Saya, la cual está aquí para vengarse por unos acontecimientos pasados.
Hay que partir de una base, esta es una película realizada después de una serie de televisión de 12 capítulos que se emitió el pasado año en Japón. Esto es determinante ya que la película peca, como suele pasar en este tipo de producciones, de falta de explicación general y de un desarrollo supeditado a haber visto previamente la serie. Sin haberlo hecho, como me paso a mi, muchas escenas quedan poco emocionantes, muchos enfrentamientos poco trascendentes y muchos personajes totalmente vacíos. Hay que decir que “Blood C” fue una serie que según he leido decepcionó enormemente a los aficionados, dando a Saya un papel mucho menos trascendente y mas “simple” que en sus apariciones anteriores. Aquí al menos se recupera parte de la atmósfera oscura del OVA y la ambientación, encuadrada en un futuro cercano donde los políticos han promulgado varias leyes para el control de la población, sobre todo de los jóvenes, tiene cierto atractivo, pero como digo todo lo demás esta vació, simple, incompleto, con un ritmo flojo e irregular. El diseño de personajes corre a cargo de las animadores de CLAMP y el nivel de animación es realmente muy bueno, al menos disfrutaremos de eso.
En fin, la serie está licenciada en España y comenzará a venderse en breve, quizás viendo esta película tras dicha serie se le puedan apreciar muchos más detalles y pueda disfrutarse más, pero viéndola en solitario realmente no es nada del otro mundo.
Motorway
Hong Kong, 2012.
Director: Soi Cheang
Interpretes: Shawn Yue, Anthony Wong, Guo Xiaodong
Duración: 89 min
La estrella de la acción hongkonesa de este festival de Sitges era “Motorway”, la última producción del director Soi Cheang que venía avalada por la productora Milkyway, toda una garantía de calidad técnica.
Realmente el guión es simple, por no decir manido y estereotipado (que también), un poli joven e impulsivo (Shawn Yue) que comparte pareja con un poli curtido en mil batallas (Anthony Wong) y que está a punto de jubilarse. Ambos pertenecen a la unidad de tráfico y deberán enfrentarse a un criminal que actúa como conductor para delitos (Guo Xiaodong) y que ya se vio con el policia que interpreta Wong en el pasado. Más claro el agua, lo que hemos visto mil veces. La clave de esta película es saber lo que es, acción made in Hong Kong, y como tal hemos de verla.
El acercamiento que se realiza en la película no es realmente típico en el cine de Hong Kong, ya que toda la acción recae en este caso en los coches, ya sea en persecuciones y en la propia relación que cada uno de los 3 personajes protagonistas tiene con ellos (como nos comentaba Soi Cheang cuando pudimos conversar con él). La película se basa en explorar las relaciones de los personajes con los coches y como esta los define de una manera univoca más que cualquier otra cosa que les rodea. Pero si algo prima realmente aquí es la acción, como era de esperar, y esta se ha creado de una manera realmente buena, dándole a las persecuciones gran dinamismo y haciendo que en varias ocasiones los propios enfrentamientos entre automóviles estuvieran coreografiados como una pelea callejera, realizando ataques y esquivas y dando la sensación de que son personas, y no coches, las que luchan. Además los efectos visuales estas bien realizados y no nos canta el ordenador cada 2 por 3, dando una fuerte sensación de realismo, lo cual es de agradecer (no esperéis ver explosiones, saltos imposibles y demás artificios).
Había una cierta manía a comparar esta película con “Drive”, es comprensible ya que el acabado técnico se asemeja más a esta cinta que a otras del género automovilístico. La fotografía y sobre todo la música, llena de cortes tecno ochenteros, puede recordar a esta, pero realmente poco tiene que ver una con la otra a la hora de afrontar la acción y las relaciones entre los personajes y su entorno. Quizás esta comparación haya hecho que más de uno fuera con cierto equivoco al cine, esperando encontrar otra cosa. No os llevéis a engaño, esto es acción hongkonesa.
Los papeles protagonistas recaen sobre los ya nombrados Shawn Yue, Anthony Wong y Guo Xiaodong, todos correctos en sus respectivos, aunque tampoco hay mucho que decir ya que sus personajes no son nada complejos y están muy estereotipados. Aún así les imprimen presencia y carisma, lo cual es de agradecer.
En definitiva, película con argumento simple y directo, quizás demasiado típico y falto de originalidad, pero con una parte de acción realmente atrayente y muy bien realizada. Sino os gustan los coches, las persecuciones y demás, pues no la veáis y listo, peor yo me lo pase bastante bien viéndola y creo que el conjunto funciona.
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