Sitges Film Festival 2012 – Crónica del cine asiático visto en Sitges (V)

Quinta entrega de nuestro repaso asiático por todo lo que dio de sí el pasado Festival Internacional de Cinema Fantastic de Catalunya, Cinema Sitges 2012. Hoy tenemos aqui 2 grandes cinta de animación, The King of Pigs y Wolf Children. Además la coreana The Weight, la china Tai Chi Zero y la japonesa Rurouni Kenshin. Un programa variado solo para vosotros.

The King of Pigs

Corea del Sur. 2011
Director: Yeun Sang-ho
Duración: 97 min.

El campo de la animación es capaz de dejarnos obras de carácter dispar, porque no todo es animación suave y felices cuentos de hadas, la animación para adultos se abre muchas veces hueco en Sitges de la manera más cruda y este año le tocaba a “The King of Pigs”, un oscuro y desalentador drama que no debería dejar indiferente a nadie. Su artífice es el debutante en la dirección de largometrajes Yeun Sang-ho, que también se encargaría del guión.

Kyung-min y Jong-suk no pueden tener vidas más dispares: el primero es un hombre de negocios y el segundo es un escritor sin empleo que se descarga con su mujer. Ambos se encuentran una noche, para recordar cuando eran adolescentes e iban al instituto, donde eran acosados por sus compañeros y donde conocieron a Kim Chul, el único capaz de defenderles.

Ambientada en la Corea de los años 90, pero extrapolable a gran parte de la sociedad occidental actual, “King of Pigs” realiza una dura crítica social al sistema de clases y poder utilizando como espejo en el que reflejarla la vida escolar de nuestros protagonistas. En la sociedad existen los perros, la gente con poder e influencia, luego están los cerdos, las clases menos privilegiadas que son mangoneadas, e incluso devoradas, por los perros según su conveniencia. El título de la película hace referencia al “Rey de los Cerdos”, esa persona que se opone al dominio de los perros con violencia y crudeza, pero que al fin y al cabo seguirá siendo un cerdo por mucho que quiera. Sobre esta idea se mueven nuestros jóvenes protagonistas, de una forma oscura y violenta, porque para sobreponerse a los perros hay que ser peor que ellos, más violento, más cruel… la figura del héroe salvador y del final esperanzador se elimina para dejar solo lo sórdido y oscuro. Una vida triste y dura.

Porque otra cosa no pero la temática de esta película es dura y directa, sin medias tintas, y todo en la producción está pensado para dejarnos esa desazón, desde la banda sonora, del también debutante Been Eom, hasta la propia animación, aunque la animación es quizás el punto más flaco de la película. No se si está realizado a si a propósito, pero la animación tiene un aspecto tosco y duro, con unos diseños de personajes un poco burdos que realmente acompañan al tono general de la producción. Lo que seguramente no esté echo a propósito sea la tosquedad, también, de las animaciones y movimientos, defecto claro que tampoco desmerece este conjunto.

Animación independiente surcoreana, ganadora de diferentes premios tanto en Busan como en el Fantasia y el primer largo de animación surcoreano invitado a proyectarse en Cannes, The King of Pigs es una producción que merece ser vista si o si.

Rurouni Kenshin

Japón. 2012
Director: Keishi Otomo
Interpretes: Yû Aoi, Takeru Sato, Emi Takei, Teruyuki Kagawa.
Duración: 134 min.

Llegamos a uno de los platos fuertes del festival, y es que esta nueva adaptación del conocido manga de Nobuhiro Watsuki venía precedida de una gran expectación por todos los aficionados no solo al manga, sino a la serie de animación con las que más de uno de nosotros nos hemos criado. He de reconocerme un fan de la serie, si bien no tuve oportunidad de leer el manga.

Kenshin es un samurái que acabó con muchas vidas cuando trabajaba para el Emperador. Años más tarde, refugiado en el anonimato intentando dejar atrás su pasado como samurái errante, topa con Kaoru, la cual quiere enfrentarse a Battosai “el asesino” porque está deshonrando su dojo. Pero realmente no busca a Kenshin, sino a alguien que desde que él se alejó de aquella vida tomo ese nombre para si.

Realmente esta parece ser una adaptación mas que fiel al manga, y digo parece porque al no haberlo leído he de referirme a conocidos que si que lo han hecho. La película toma este primer arco argumental del manga y representa fielmente, manteniendo el tono y la ambientación del mismo y apostando por el realismo cinematográfica, dejando de lado un poco los efectos visuales menos creíbles. Por supuesto se toma ciertas licencias y eso no está mal siempre que el resultado sea bueno, se puede cambiar el orden de aparición de los personajes o contar algunas cosas antes que otras, quizás sacar a algún villano secundario para dar protagonismo al villano principal, todo eso es aceptable si el resultado es fiel y mejora el tono general, cosa que en este caso se consigue, y con creces.

Pero lo realmente bueno de esta película es que aunque no se sepa nada de los personajes o la obra anterior, es perfectamente disfrutable para los aficionados al cine de samuráis un poco más tradicional, ya que la película no se centra exclusivamente en efectismo visuales, sino que se desarrolla tomándose el tiempo que necesita. Otro punto realmente sorprendente es la tremenda calidad y dinamismo de las escenas de acción, realmente coreografiadas con gran maestría. No obstante nos enteramos después que el coreógrafo es Kenji Tanigaki, el mismo que ha realizado películas como la hongkonesa Wuxia, que por cierto ganó el premio a mejor película de la sección Casa Asia este mismo año.

Otro punto clave que había que ver era la elección del reparto, y es que encarnar a Kenshin puede ser todo un reto. Desde luego Takeru Sato sale más que airoso de la prueba, y nos ofrece un samurái dinámico y efectivo, al igual que Munetaka Aoki en el papel de Sanosuke, trasmitiendo la fuerza y vitalidad que caracteriza la personaje. De féminas tenemos a Emi Takei, que cumple  correctamente dando vida a Kaoru pero que el propio guión no le da pie a excesivo lucimiento, y Yu Aoi, espectacular y preciosa como siempre. También hay que hacer una mención destacada al malo de turno, el megalómano y pasado de vueltas que Takeda, magistralmente encarnado por Teruyuki Kagawa.

En definitiva, nos encontramos ante una grandisima adaptación del personaje y ante una grandisima película, entretenida y con una acción tremenda. Película que debería gustar a todos los fans de Kenshin, peor que tiene suficientes puntos para que también guste a los que no conocen al personaje peor gustan de este tipo de producciones de samuráis.

The Weight

Corea del Sur. 2012
Director: Jeon Kyu-hwan
Interpretes: Jo Jae-hyeon, Park Ji-a
Duración: 134 min.

Jeon Kyu-hwan es un director que en los últimos años ha tenido cierta repercusión entre público y crítica festivalera por su denominada trilogía de la ciudad “Mozart town”, “Animal town” y “Dance town”. Yo pude ver “Dance Town” en su pase en le Cines del Sur – Festival de Granada, donde ganó el premio principal del festival, y me pareció tremenda, os dejo AQUI la crítica que ya le hice en su día. Sin embargo esta película no me llegó, no entre al trapo de la propuesta, y realmente me produce sentimientos encontrados.

Jung ha encontrado su sitio en el mundo trabajando en una morgue. Su convivencia con los cadáveres y la sangre parece discurrir bajo una extrañísima naturalidad. Mientras Jung lucha contra la tuberculosis y la artritis, los muertos comienzan a convertirse en sus únicos amigos.

Esta película ha recolectado numerosos críticas negativas en su paso por Sitges, todo lo contrario que las buenas sensaciones que despertó en Venecia. Realmente sigue un poco la zaga, al menos temática, de directores tan laureados como Lee Chang-Dong o el propio Kim Ki-duk, pero Jeon no parece haber convencido como aquellos, al menos en nuestro país. Realmente a mi la película no me gustó, desconecté con ella muy con cierta rapidez y por la huida generalizada, y el murmullo en ciertos momentos, me da que gran parte del público también desconecto.

He hablado sobre ella con amigos durante el festival, y veo sus puntos positivos, ese aspecto visual tan marcado, esa forma de retratar las situaciones más sórdidas con cierta naturalidad, con un estilo visual y narrativo tan peculiar y poético, esa carga de denuncia social hacia ciertos colectivos y situaciones, a las falsas apariencias en muchos ámbitos… todo eso lo veo y aprecio en muchos momentos de la película. Pero realmente es que no me creo lo que en ella se muestra, empezando por esa morgue digna de una película de psicópatas más que de un sitio donde poder enseñar los muertos a alguien, y terminando por los propios personajes y el guión. Y el guión es lo que me sacó de la película realmente, hubo un momento en que vi la película como un desfile de personajes sórdidos y moralmente hundidos sin ningún tipo de sentido, la sordidez por la sordidez. Es cierto que todo tiene su hilo conductor, pero me pareció que solo se buscaba presentar la sordidez, una detrás de otra, sin nada más. Yo solo veía situaciones oscuras y moralmente dudosas una detrás de otra, y las vi forzadas, parecía que ser un deforme te conduce a ser una especie de monstruo, ser un travesti te conduce a ser una especie de monstruo, ser una indigente medio tonta que se deja violar por dinero te conduce a ser una especie de monstruo. Parece que la diferencia lleva al camino más oscuro, que todo en esta película conduce la camino más oscuro… y eso me dio malas sensaciones.

Después del festival he buscado y leído críticas positivas de la película, que las hay, y bueno, entiendo sus puntos de vista, incluso comparto añgunos de ellos. Puede que me quedará en la superficie, que no profundizara en la vertiente psicológica o no me dejara llevar por el estilismo visual o el lenguaje cinematográfica, pero lo cierto es que no me llegó y que no me gustó lo que vi.

Wolf Children

Japón. 2012
Director: Mamoru Hosoda
Duración: 117 min.

Allá por el 2006 este que os escribe llegó por primera vez a Sitges y casi por casualidad se fue a ver “La chica que saltaba en el tiempo”, uno de los primeros largos del animador Mamoru Hosoda. Ese año la película ganó, y muy merecidamente, el premio a mejor película de animación del festival. 3 años después, en 2009, Hosoda volvía a Sitges con la espectacular “Summer Wars” y también se llevaba el premio a mejor animación. Pues este año el director vuelve a llevarse le gato al agua con “Wolf Children”, haciendo un espectacular pleno de premios y convirtiéndose, por derecho propio, en uno de los mejores animadores de la actualidad.

Este precioso cuento vuelve a los fueros de la fantasía con tono costumbrista (una mezcla que ya vimos en “Summer Wars” aunque aquí todo es mucho más suave) para narrar la historia de Hana, una chica que siendo una adolescente se enamora de un chico que resulta ser descendiente de hombre lobo y tiene la capacidad de transformarse en uno. El amor se sobrepone a todo y ambos terminan juntos y con 2 niños, la traviesa Yuki y el tímido Ame. Pero la tragedia caerá sobre la familia con la muerte del padre y Hana intenta seguir adelante. Con el paso del tiempo decide mudarse a una casa en el campo para proteger a sus hijos de posibles problemas y allí deberán adaptarse a la vida rural.

Historia de superación personal, aceptación de los demás tal y como son, comunión con la naturaleza y de como cada uno debemos encontrar nuestro propio camino, Hosoda toma una historia que, a pesar del componente fantástico, desarrolla de una manera muy natural y costumbrista, un cuento que apela directamente a los sentimientos para transmitirnos una serie de valores. El director realiza una magistral tarea de dirección, mostrándonos el paso de la vida de Hana y las diferentes fases que ha de atravesar para salir adelante, desde el amor inicial hasta el miedo por sus hijos y la aceptación de su propio camino. Así, y esto es lo más interesante de la cinta, también nos muestra el paso de la vida de ambos pequeños y como el tiempo cambia sus diferentes formas de ver el mundo y de adaptarse a él. Es muy interesante la serie de recursos que utiliza el director para que el tiempo fluya de manera suave y tranquila por la pantalla, por ejemplo para mostrar como los niños van creciendo utiliza una serie de cambios de plano entre las clases de los pequeños con fondo musical en el que sin ningún tipo de dialogo ni nada por el estilo vamos percibiendo claramente la elocución y desarrollo de la infancia de ambos, una escena magistral a mi parecer.

El nivel técnico es simplemente magnífico, como en anteriores trabajos del director, con una animación realmente espectacular y a la vez natural y simple, sin sobresaltos o exagerados artificios. Muestra de ello son todas las escenas de naturaleza o cuando los jóvenes cachorros y su madre corren por la nieve, tremendo. Como apunte curioso la voz de uno de los personajes, el viejo cascarrabias que termina ayudando en las tareas del campo a Hana, es nada mas y nada menos que de Bunta Sugawara, actor muy conocido entre los aficionados al cine de Yakuzas y acción de los 70.

En definitiva, una nueva obra maestra de su director, que llega directamente al corazón de quien la vea y apela a los sentimientos más básicos y los valores más puros… ahí queda eso.

Tai Chi Zero 3D

China. 2012
Director: Stephen Fung
Interpretes: Yuan Xiaochao, Angelababy, Tony Leung Ka-fai, Shu Qu
Duración: 98 min.

Tras haber visto el trailer de la misma y seguir un poco su producción tenia muchas ganas de ver Tai Chi Zero en Sitges, realmente tenia curiosidad pro como iban a combinar los elementos que se han ido viendo durante su desarrollo, sobre todo ese punto “steampunk” tan comentado. El resultado realmente fue sorprendente y la película da lo que promete, mucha diversión.

La cinta se inspira en un personaje real, Chan Yang-lu, fundador de una de las modalidades más influyentes del tai chi, pero le añade toda una historia fantástica. La vida de Yang está maldecida por un bulto que sobresale de su frente, provocando las burlas de todos quienes le rodean. Queriendo evitar que el bulto crezca hasta resultar peligroso, se dirige a una aldea remota para aprender taichi con el maestro Chen. Recibido con hostilidad por los lugareños, fracasará en todos sus intentos de demostrar su valía. Su última oportunidad será destruir una máquina de vapor que amenaza con atravesar el pueblo y romper su precioso ecosistema.

“Otra película más de peleas y acción marcial” pensarán algunos, y en parte es cierto, pero lo que destaca de Tai Chi Zero es su estilismo visual y su ejecución, por encima de un guión realmente simple y que no tiene mucha chicha, aunque recordemos que esta es la primera parte de una trilogía y realmente aún tenemos que ver mucho de la historia que se nos propone. Pero volvamos al tema, se podría decir que la película es un intento (exitoso) de traer a la nueva era las películas de artes marciales con toque de comedia que se han realizado durante toda la vida en Hong Kong, utilizando para ello una serie de recursos como una presentación de personajes mezcla entre el cómic y el videojuego, la comentada influencia de la estética steampunk y el uso de efectos especiales que recuerdan, de nuevo, a los videojuegos. Pero tampoco penséis que se abusa de estos elementos ya que son utilizados en momentos clave de la producción, intentando no interferir mucho con la acción marcial, bien coreografiada y bastante espectacular.

El otro punto de la balanza es la historia simple y típica, ya lo decía antes, y la poca profundidad que tiene los personajes. Se podría decir que el verdadero atractivo de esta película es su puesta en escena y su superficie. Es cierto que no tiene mucho fondo, pero lo atractivo de su presentación, el aceptable 3D (aunque no quiero hablar mucho de 3D porque, no se si será la miopía, he acabado un poco saturado del mismo en Sitges) y lo entretenido de la acción marcial y el humor que destila, la hace un producto que sin excesivas pretensiones es divertido y con el que se pasa un buen rato en el cine.