Hoy, en nuestro repaso asiático al Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, Sitges 2013, viajamos a Corea del Sur con 4 películas de lo más interesantes. Veremos algunas de las épocas más oscuras de la historia coreana, dramas de venganza y thrillers mafiosos, ¿que más se puede pedir?
Jiseul
Corea del Sur, 2012
Director: O Meul
Intérpretes: Oh Young-soon, Moon Suk-bum, Yang Jung-won
Jiseul nos traslada a una de las épocas más oscuras de la historia de Corea, poco después de la separación de la península en 2 mitades aparentemente irreconciliables y con la sombra de la guerra civil aún viva. En 1948 se producen una serie de protestas en la isla de Jeju y, bajo el auspicio de Estados Unidos, el gobierno militar declara comunista a todo aquel que viva a 5 kilómetros de la península, provocándose entonces una incursión armada que provocaría una masacre que aún hoy no se calcula firmemente, rondando entre 14000 y 60000 muertos.
O Meul, cineasta natural de Jeju y comprometido con su tierra natal, construye un relato en medio de estos acontecimientos con un presupuesto mínimo pero un fuerte estilo visual, utilizando un crudo blanco y negro y actores no profesionales, buscando una naturalidad y sensación de realismo extrema dada la situación y usando una narrativa vista desde la cotidianeidad, con largos periodos de silencio y una banda sonora austera.
Esta fuerte aspecto visual no salva, para mi, a la película, que a pesar de narrar unos hechos terribles y mostrarnos algunas fuertes escenas en pantalla, no posee ninguna fuerza dramática, no trasmite esos sentimientos que requiere el drama que estamos viendo. Bien que la película no intenta ser efectista, pero la dispersión narrativa y el intento de naturalidad cotidiana hacen que no terminemos de empatizar con los personajes, que veamos desde lejos lo que está sucediendo y que cueste muchísimo entrar hasta el fondo del drama humano que se nos presenta.
Película plástica y técnicamente interesante, ganadora de la sección World Cinema del festival de Sundance, no es una película sencilla y a mi se me hizo muy aburrida, ya que no me trasmitió ni pizca del drama humano que debería haberme trasmitido, aunque fuera de forma colateral.
National Security
Corea del Sur, 2012
Director: Chung Ji-young
Intérpretes: Park Won-sang, Lee Kyeong-yeong, Myung Kye-nam
Tanto la anterior Jiseul como esta National Security pudimos verla en Sitges en un programa doble en torno a periodos oscuros, y el cine más reivindicativo sobre estos, de Corea de Sur, en este caso centrado en los episodios de tortura política dados durante la dictadura de Chun Doo-hwan en la década de los 1980.
El veterano y reivindicativo director Chung Ji-young nos traslada a 1985 para tratar el caso real de detención de Kim Jon-tae, un joven abogado comprometido con causas por la libertad, el cual es arrestado para que confiese que trabaja a las ordenes del gobierno norcoreano. La resistencia a realizar esta falsa declaración llevará al hombre a vivir un calvario, pasando 22 días sometido a horribles torturas.
Esta película no narra la vida de Kim Jon-tae, sino solo su arresto y tortura, centrándose los escenarios a la sala donde de interrogatorios y los personajes a los policías que lo torturan, sin más. A pesar de esta aparente austeridad, el director sabe componer un relato aterrador, realzando todo un aire de naturalidad en la situación que se está viviendo, sin grandes arengas políticas y sin ponerse realmente del lado de nadie, solo cuenta la historia de forma realista, cruda, brutal, lo demás se lo deja al espectador.
El relato no solo es aterrador por las torturas en si mismas, por las técnicas que utilizan para hacer que un hombre se desmorone y sea capaz de decir cualquier cosa con tal de que cese su calvario, sino también por la naturalidad que nos muestra. La historia se jalona de cierto humor negro, nos muestra a unos policías que hacen su trabajo de forma cotidiana, conversando sobre sus problemas personales o laborales mientras torturan a Kim, o incluso hablando con él y pidiéndole consejo, como si el hecho de estar reteniéndolo fuera algo colateral.
Una película como ésta se sustenta en gran parte en la interpretación de sus actores, y en este caso todos están realmente bien llevados, destacando sin duda a Park Weon-sang dando vida a Kim Jon-tae, que es capaz de transmitirnos todo el terror y la desesperación de alguien encerrado y torturado, a veces casi sin ningún dialogo.
Resumiendo, esta es una grandisima película, dura y cruda en su concepto y temática, pero reveladora y que da mucho más de lo que exige.
Fatal
Corea del Sur, 2012
Director: Lee Don-ku
Intérpretes: Nam Yeon-woo, Yang Jo-a, Hong Jeong-ho
El cine independiente coreano es difícil de encontrar fuera de corea, ya que suele estar ahogado por una industria enorme y muy sectorizada como es el mainstream de aquel país. Lee Don-ku se estrena en la dirección de largometrajes con una historia de traumas del pasado y búsqueda de redención.
El guión nos presenta a un joven pusilánime y con pocas luces que participa, obligado por sus “amigos” del instituto, en una violación. 10 años después los azares del destino hacen que se reencuentre con la víctima de dicha violación, que no lo conoce ya que no vio a sus atacantes la estar drogada, e intenta acercarse a ella, descubriendo el fuerte trauma que posee y decidiéndose a enmendar el pasado. Sobre esta historia se nos presenta una narración centrada en la elección, principalmente en las elecciones que en cada momento realiza en protagonista, uno es responsable de sus elecciones y debe tener en cuenta las consecuencias que estas traigan consigo.
Otro punto interesante del guińo es la presencia de la religión cristiana en el mismo, y es que llevamos ya algunas películas que usan la religión de diferente forma a la hora de presentar historias, este mismo año ahí tenemos a The Fake. En este caso realmente la religión no es algo central, es solo una ambientación más dentro del film, un refugio para el alma atormentada de la joven, pero sin mucha trascendencia más a la hora de dar fuerza a la historia.
Fatal evoluciona en una curiosa mezcla de drama de autor independiente que gira hacia la venganza violenta de una forma natural, sin alardes. No esperéis una película trepidante o narrativamente compleja, esta es una película que posee un avance pausado, centrado en este caso en un culpable que a la vez es víctima y en como intenta eliminar la marca que tiene grabada en su pasado ayudando a la persona que agredió, aunque el se escuda diciendo que nunca llego a violarla, sea verdad o autoconvencimiento. En este aspecto el papel de este joven, interpretado por Nam Yeon-woo, es algo forzado, un joven con muy pocas luces y bastante influenciable y pusilanime, bastante desesperante en algunos momentos. Por otra parte tenemos a la chica, magníficamente interpretada por Yang Jo-a, que es capaz de transmitirnos ese dolor y trauma con muy poco. Hay que decir que casi todos los actores son amigos del director, y que ninguno de ellos tienen un gran bagaje en el mundo del cine.
En definitiva, un film interesante, una mezcla de géneros curiosa (y según el director nada buscada) y debut nada despreciable para su director, al que habrá que tener presente en los próximos años.
New World
Corea del Sur, 2013
Director: Park Hoon-jung
Intérpretes: Lee Jung-jae, Choi Min-sik, Hwang Jung-min
Park Hoon-jung se ha hecho rápidamente un nombre en la escena del cine coreano al ser el guionista de dos de las grandes películas de 2010, la adrenalina I Saw The Devil y la más cerebral The Unjust. Después de estos grandes éxitos dio el salto a al dirección y con su segunda película, esta New World, se ha convertido en uno de los directores coreanos más taquilleros del año.
Las premisas de New World nos resultarán conocidas. Uno de los grandes capos de la mafia que muere y esto desata una lucha por el poder dentro del clan, pero uno de los lugartenientes del mismo es un policía que lleva años infiltrado y es mangoneado por su superior, que lo insta a realizar todo lo que deba para obtener información y detener a los jefes locales.
Presentada como una combinación entre Infernal Affairs y El Padrino, esta película mezcla premisas argumentales de ambas, sin ser copia o plagio, para conformar un guión entretenido y trepidante, que tiene su mejor punto en los personajes principales, carismáticos y con mucha fuerza, algo a lo que ayuda el impresionante reparto compuesto por Lee Jung-jae (como el policía infiltrado), Choi Min-sik (como el superior policial que parece tener poco respeto por su subordinado y solo lía las cosas a su favor) y Hwang Jung-min (como el capo local que quiere hacerse con el poder dentro de la organización).
Si bien la historia más interna de la mafia tiene un desarrollo sosegado e interesante, la violencia, cuando aparecer, es brutal y directa, con algunas escenas que quedarán grabadas en la mente de los aficionados por su contundencia. En esto se ve la influencia más hongkonesa en la propia película, ya que el mismo director nos reconocía su afición por este cine tanto o más que por la trilogía de Coppola, de la que bebe más en su parte narrativa y de relaciones entre los personajes.
Resumiendo, uno de los grandes thrillers policiacos del año provenientes de Corea, que si bien está mejor guionizado que dirigido, ya que aún podemos ver algunos fallos en este último aspecto que debería pulir su director, pero que seguro nos dará grandisimas experiencias cinematográficas.
[…] Continuamos con nuestras Opiniones Cruzadas, donde compañeros y amigos comentan o reflexionan sobre las diferentes películas que ha podido verse en el pasado Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, Sitges 2013. Hoy volvemos con Jose Luis (@jluisrosalesch), que nos expone sus impresiones sobre algunas de las películas coreanas que ya comentábamos nosotros en nuestras crónicas asiáticas. […]