Mientras publicamos una nueva entrega de nuestra particular obsesión en torno a la Shaw Brothers, recupero esta serie de artículos, 3 en total, que ya aparecieran en “Conexión Shaw Brothers” en torno al thriller de espías y suspense dentro del estudio durante la década comprendida entre mediados de los 60 y mediados de los 70. Esta es una traducción adaptada de una serie de artículos aparecidos en CoolAssCinema que espero os resulten tan interesantes como me resultaron a mi.
Sin duda el cine de Hong Kong siempre será recordado por las cientos de películas de artes marciales que aparecían puntualmente todas las semanas en los cines entre 1960 y 1980. Los característicos Wuxia y las cintas de Kung Fu podían haber sido igualmente su principal exportación al exterior, pero en Hong Kong aparecieron también otro tipo de producciones de acción bien diferentes. Lo realmente interesante de este periodo es la evolución desde su aparente resurgir a mediados de la década de 1960 y la década de 1970. Esta evolución no nace necesariamente de la falta de interés del público o nuevas tendencias en el género, sino que es producto de la propia agitación de la sociedad, que tuvo su espejo en la fantasía y el thriller de suspense mutando gradualmente a algo mucho más visceral e inquietante durante la década de 1970.
Podríamos decir que todo comenzó con el lanzamiento de la película de 1962 “007 contra el Dr. NO” y el éxito que tuvo en Asia, el cual produjo una nueva moda de películas de espías y acción contemporánea que la Shaw Brothers intentó aprovechar en la producción de un buen número de thrillers con resultados dispares. Es curioso ver como a pesar de que las películas chinas de espías seguían las estructuras establecidas por la saga Bond se incluyeron un cierto número de espías femeninas. Además los villanos no siempre eran hombres. El empoderamiento de la mujer en este tipo de producciones era algo inusual en cualquier parte del mundo. Mientras que en la década de 1970 en Estados Unidos la mujer se convertía en mito erótico mediante calientes producciones de serie B, en Asia este efecto era mucho menos sexy. Bien que las mujeres enseñaban “carne”, pero no era lo único que hacían, teniendo muchos más recursos a su disposición.
Actrices como Lily Ho y Tina Chin Fei protagonizaron sus propias películas encarnando a mujeres fuertes con licencia para matar. Lily Ho protagonizó “Angel with the iron fists” (1967) y su secuela “Angel strikes again” (1968). También participó en el oscuro “The brain stealers” (1968) y en el más serio “The lady professional” (1971). Hong Kong fue de los primeros en mostrar películas de mujeres luchadores, ya fuera en wuxias (como “Come drink with me” (1966)), o películas marciales como “The champion” (1973)). La presencia femenina en las pantallas era la predilección del público por aquellos años, hasta que el guionista y director Chang cheh cambió esta tendencia con el lanzamiento de “The one armed swordsman” (1967). Aunque este cambio no se produjo de la noche a la mañana, a pesar de la fuerte presencia masculina siempre existía una co-protagonista femenina para equilibrar la balanza.
Lily Ho fue particularmente demandada en estos años. Después de aparecer en la pequeña producción “The shepherd girl” (1964), se convirtió en un valor seguro durante 1965 apareciendo en importantes producciones dramáticas intercaladas con cintas marciales. Aparecería brevemente en la parte final de “Interpol 009” (1967) mientras estaba embarcada en protagonizar su propia película de género “Angel with the iron fists”, cinta cargada de diversión aunque algo decepcionante debido a la falta de acción. Con la secuela la acción aumento en gran medida. La Shaw Brothers supo en estos momentos importar un género para nada local y adaptarlo a los cánones asiáticos.
Por su parte Tina Chin Fei fue otra estrella muy popular entre las audiencias entre 1960 y principios de los 70. Al igual que Lily Ho, Tina saldría de la sección femenina de la Shaw Southern Drama Group en 1965 destinada a llenar las pantallas de toda Asia. Si bien sería una empresa de Bangkok la que se fijaría en ella y la Shaw cedió su talento durante algún tiempo a la misma. Lily Ho y Tina van un poco de la mano en lo que al cine de espías se refiere. Ambas coprotagonizaron “Angel with the iron fists” (donde Tina interpretaba al líder de la organización criminal) y ambas tiene sus propias producciones destacables en el género. Tina realizaría un par de películas de espías más: “Kiss & kill” (1967) y “Operation lipstick” (1967) junto a Paul Chang Chung y Cheng Pei Pei. “Temptress of a thousand faces” (1969) sería todo un reto para ella. Al igual que Ling Yun en “Gun brothers” (1968), Tina realiza un papel doble – una como la ladrona de las mil caras y otro como la detective que se obsesiona por encontrarla.
Además si una actriz se merecía la corona de “Sexy Spy Queen” esa era Tina Chin Fei. Era una experta en papeles tanto positivos como negativos, imprimiéndoles siempre ese aura sexy cada vez que aparecía en pantalla. En la ya nombrada “Temptress of a thousand faces” (1969) Tina incluso llegaría a filmar una escena de lucha en ropa interior. Este tipo de Kung fu con poca ropa llegaría más tarde a Hong Kong en imágenes mas típicamente exploitation como “Virgins of the seven seas” (1974) y la más explícita “Ninja the final duel” (1984).
Un director Shaw fue el responsable de realizar algunas de las películas más memorables del Thriller de espionaje. Lo Wei, más conocido actualmente por dirigir (o no) algunas de las películas del mítico Bruce Lee, sería el encargado de realizar ambas partes de la saga “ANGEL” de Lily Ho. Si muchos de los trabajos de Lo Wei son vistos como carentes de vida, estáticos y con poco interés, su periodo en la Shaw Brothers nos deja quizás las mejores piezas de su curriculum ya que al parecer tenía cierta predilección por el estilo cinematográfico Bond. Dirigió varias de ellas para la Shaw Brothers antes de pasarse al gran rival, la Golden Harest, y fundar más adelante su propia compañía.
Otras películas de espías de Lo serían “The golden buddha” (1966), protagonizada por el popular actor Paul Chang Chung, “Kiss & kill”, “Operation lipstick” y “The black falcon” (todos en 1967). Comparada con “The golden buddha”, “Summons to death” (1967), protagonizada por Tang Ching, es mucho más entretenida. No hay duda que Lo y su guionista tenían bien vistas las películas de la saga Bond protagonizadas por Sean Connery.
Tang Ching fue una gran estrella del momento, y cuando la afición por el espionaje murió en Hong Kong, se paso a los wuxias épicos. Antes de pasarse a las películas de época, Tang demostró su carisma interpretando personajes como el protagonista de “Summons to death” (1967), dirigida también por Lo Wei. Esta película es una buena combinación de diversión y un guión salvaje con elementos – como al búsqueda de las dos partes de un medallón – que serían reciclados por el cine de Kung Fu años después. Nos encontraremos piratas, tesoros enterrados y muchos momentos hardcore como esa casa llena de artilugios que parece sacada de un futuro de dibujos animados.
Tang también protagonizó la mediocre “Interpol 009” (1967), uno de los peores ejemplos de este tipo de películas que ha llegado hasta nosotros de la mano Shaw, con una insulsa historia de un agente secreto, y su descargo cómico, intentando desarticular una red de falsificación de dinero. El director Yang Shu-hsi (cuyo nombre real era Koh Nakahira) fue una de las importaciones japonesas destinadas a mejorar la capacitación de la Shaw en este género, huelga decir que esta película no es uno de sus mayores logros. Nakahira hizo cuatro películas para Shaw antes de regresar a Japón, tres de ellas son remakes de sus propias películas japonesas, incluyendo esta y la superior “Diary of a lady killer” (1969). Su última producción para el estudio sería el drama “Trapeze girl” con Lo Lieh.
“Asia-pol” (1967) es otra película que mezcla thriller de acción con espías, esta vez protagonizada por la mega estrella Jimmy Wang Yu. Se trata de una co-producción Shaw-Nikkatsu de aspecto y técnica muy cuidada. Wang Yu es un agente que intenta desarticular una red de contrabando japonesa, participando en ella algunos rostros bien conocidos en la escena cinematográfica nipona, como Ruriko Asaoka o Jo Shishido. Esta producción tiene un tono diferente a otras películas de espías de la Shaw, es más sería. Los villanos, sin ser extravagantes, disfrutan haciendo explotar a sus enemigos. Las escenas están bien organizadas y coreografiadas. Matsuo Akinori dirigido otra película Shaw – “Lady professional” – lanzada en 1971 y protagonizada por Lily Ho.
Tras una serie de golpes de éxito, Jimmy Wang Yu también sería una de las superestrellas de la década de los 1960. En 1968 ganaría, junto a Lily Ho entre otros, el codiciado Lai Sing Gold Cup a actor más popular del cine mandarín. Su estrella seguiría creciendo a la vez que su fuerte temperamento le haría quedar a malas con el magnate cinematográfico Shaw. Sus últimas participaciones para la Shaw serían el drama “My son” (1970), y su debut en la dirección “The chinese boxer” (1970). Wang Yu rompería su contrato con la Shaw a principios de 1970 y se mudaría a Taiwán para hacer películas allí.
Casi a la vez que surgían las películas de espías, fueron sustituidas por otras novelas de adultos más orientadas a Thrillers detectivescos o de persecución al más puro estilo Hitchcock. Algunos se centran en el terror y el misterio, otros mantienen elementos del cine de espías, pero despojándolos de esa atmósfera casi irreal que le daba su encanto. Estas cintas de suspense aumentaron también la sexualidad de algunas de sus partes y aguantarían algunos años antes de que volvieran a transformarse en algo más visceral.
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