Todo aquel que comienza a interesarse por el fascinante mundillo del cine de acción de Hong Kong se suele llevar una grata sorpresa al constatar la importancia que tienen dentro del género las artistas marciales femeninas. Al contrario que en occidente, donde las mujeres son relegadas a un segundo plano en las películas de acción; en la ex-colonia dichas mujeres llevan años demostrando ante las cámaras que su igualdad también se verifica puño por puño, y lo hacen combinando a la perfección agresividad y sensualidad, todo ello sin perder un ápice de feminidad.
UN POCO DE HISTORIA
Si en alguna tradición las mujeres han tenido un peso importante en lo referente a la mitología de capa y espada esa ha sido la China. El profano en la materia puede sorprenderse pero la era iniciática del Wuxia cinematográfico Chino era inherentemente femenina, llena de heroínas con múltiples dramas y habilidades, heredando la tradición de los cuentos clásicos, donde las mujeres también tenían un papel muy destacable. En el mundo del Wuxia clásico, al contrario que el Japón feudal o la época de caballería occidental, cualquiera podía ser un héroe especialista en esgrima, y las mujeres lo eran y con gran éxito.
Las primeras guerreras del séptimo arte surgieron en Asia, tanto en Hong Kong y China como en Japón junto con las películas de artes marciales y Wuxias hasta mediados de los 70 y el cine de acción balística y explotación japonés de los primeros 60 en adelante. Uno de los ejemplos iniciáticos de este movimiento lo podemos ver en la película “Underworld Beauty” (1958) de Seijun Suzuki, a la que seguirían movimientos similares de chicas guerreras, muy a menudo dentro del mundo de la exploitation, durante los 60 y 70 en el país del sol naciente, encumbrando a actrices como Meiko Kaji, por poner un ejemplo.
En el cine de Hong Kong la pionera y reina de estos primeros movimientos fue sin lugar a dudas Cheng Pei Pei, que rodó en 1966 la película “Come drink with me“, dirigida por King Hu. A ella la siguieron otras actrices que participaron en películas que han llegado a convertirse en auténticos clásicos en Asia. En este punto hay que nombrar a Polly Shang Kwan, Maria Yi, Judy Lee, y a una por encima de todas ellas: Angela Mao Ying, convertida en estrella del cine de Hong Kong gracias a películas como “Stoner“, “Lady Whirlwind” o “When Taekwondo Strikes”
UN GÉNERO GENUINO: GIRLS WITH GUNS
Cuando la fiebre por las primeras actrices de acción de Hong Kong comenzó a decaer, junto con el género Wuxia y gran parte de la industria de las mayors de ex-colonia británica, Sammo Hung se asoció al director Corey Yuen para realizar una película de acción protagonizada por dos mujeres; la película se conoció con el nombre de “Yes Madam“, y fue interpretada por Michelle Yeoh y Cynthia Rothrock. Esta cinta es hoy muy recordada y comenzó a definir lo que se entendería por los aficionados al cine de acción como un género en si mismo, las “Girls with Guns” del cine de Hong Kong. Sin embargo, la película considerada como el pistoletazo de salida del género no es otra que “Iron Angels” (1986), que lanzó al estrellato a sus protagonistas: Moon Lee y Yukari Oshima.
A pesar de que la presencia femenina en películas de acción no es un hecho aislado ni siquiera en nuestros días, la época dorada del género duró aproximadamente 6 años, con las mejores de estas producciones realizadas entre 1987 y 1993. La demanda de chicas de acción atrajo a luchadoras y actrices del resto del mundo, desde Japón (Yukari Oshima, Nadeki Fujimi, Michiko Nishiwaki) hasta Estados Unidos (Cynthia Rothrock, Karen Shephard), pasando por Europa, Australia o Filipinas (Agnes Aurelio), en su mayor parte iniciándose en papeles negativos y pasando a su rol de heroínas solo si adquirían la suficiente popularidad local.
Aunque Agnes Aurelio solo aparecería en 3 películas y Nadeki Fujimi en aproximadamente diez, sus capacidades atléticas y presencia en pantalla contribuyeron al éxito de un buen número de producciones como “She Shoots Straight” (1990), “License to Steal” (1990) y “The Big Score” (1990) (Aurelio), y “Killer Angels” (1989), “Mission of Condor” (1991), “Crystal Hunt” (1991) y “Cheetah on Fire” (1992) (Fujimi). Además Fujimi llegó a protagonizar las películas “Pink Panther” (1993), “Wonderful Killer” (1993) y “Rock on Fire” (1994). Michiko Nishiwaki llegaría a las 20 películas, y tomaría el papel protagonista en las producciones “The Real Me” (1991), “Raiders of Loesing Treasure” (1992), “Passionate Killing in the Dream” (1992) y “Whore and Policewoman” (1993). La debutante británica Sophia Crawford aparecería en numerosas películas, casi siempre en el papel de villana o en pequeños papeles secundarios.
Las películas de acción también acogieron prominentes carreras de bailarinas malasias, hongkonesas y taiwanesas (Michelle Yeoh, Moon Lee, Cynthia Khan) y modelos (Jade Leung, Joyce Mina Godenzi, Chingmy Yau). Las carreras cinematográficas de algunas de ellas continuarían durante los 90, convirtiéndose en activos para la industria. Yau (“Naked Killer,” 1992; “Deadly Dream Woman,” 1992; “Raped by an Angel,” 1993; “High Risk,” 1995) en particular apareció en 40 películas durante los 90, casi todas ellas producidas por Wong Yin. Pero el cine de acción también fue una oportunidad para estrellas consagradas. La veterana estrella de la Shaw Brothers Kara Hui (“The Inspector Wears Skirts I – IV,” 1988 – 1992) continuó apareciendo en numerosos papeles secundarios durante todo este periodo (por ejemplo en “Pretty Woman at War,” 1988; “Burning Ambition,” 1989; “The Vengeance,” 1991; “Bloody Revenge,” 1992; “The Vengeance of Six Dragon,” 1992; “On Parole,” 1993; “A Story in Beijing City,” 1993; “Crazy Mission,” 1999), mientras que la artista marcial Sharon Yeung cerró su carrera cinematográfica con una serie de películas de acción contemporánea (“Ángel Ejecutors“, 1989 ; “Princess Madam“, 1989 ; “Angel Terminators“, 1990 ; “Way of Lady Boxers“, 1992 ).
En algún momento de su carrera actrices dramáticas también se adentrarían en el mundo de la acción. Algunas, como Sibelle Hu (“The Gambler Mighty“, 1992), cruzarían directamente a este mundillo, aún a riesgo de encasillarse, apareciendo en papeles secundarios de decenas de películas con casi todas las actrices del momento (con Sandra Ng en “Fire Phoenix,” 1990, Carrie Ng en “Crystal Hunt,” 1991, Saskia Van Rijswijk en “Fatal Mission,” 1991, Sharon Yeung en “Way of the Lady Boxers,” 1992, Moon Lee en “Angel’s Project,” 1993, por mencionar algunas). Otras actrices como Brigitte Lin Ching-hsia (“Lady In Black,” 1987), Rosamund Kwan Chi-lam (“Vengeance Is Mine,” 1988), Pauline Wong Siu-fung (“Her Vengeance,” 1988), Pat Ha Man-chik (“On the Run,” 1988), Anita Mui Yim-fong (“A Better Tomorrow III,” 1989), Elizabeth Lee Mei-fung (“Widow Warriors,” 1990), aparecerían en algunos dramas de acción. La mayoría no tenían entrenamiento marcial, utilizando técnicas de montaje para suplir este hecho.
Ciertas actrices, la más prominente sería Carrie Ng Kar-lai, perfeccionaría sus habilidades en la transición entre chica de acción y Categoría III (“The First Time Is the Last Time,” 1989; “Fire Phoenix,” 1990; “Hard to Die,” 1990; “Sex and Zen,” 1991; “Ladies Killer,” 1991; “Crystal Hunt,” 1991; “Cheetah on Fire,” 1992; “Naked Killer,” 1992; “Remains of a Woman” 1993; “Passion Unbounded,” 1995; “The Armed Policewoman,” 1995; “Evil Instinct,” 1996; “X-Cop Girls,” 2001), apareciendo en más de 40 películas, en su mayoría como secundaría, e incluso ganando en Golden Horse Award a mejor actriz por su papel en “Remains of a Woman”. Otras actrices del género también aparecerían en cintas más dramáticas (Maggie Siu Mei-kei “Sting of the Scorpion,” 1992; “Murders Made to Order,” 1993; Carol Cheng Yu-ling, “Once a Black Sheep,” 1992; Michelle Lee Kar-yan aka Michelle Reis, “The Other Side of the Sea,” 1994; Valerie Chow Kar-ling, “The Armed Policewoman,” 1995; Jacqueline Wu Chien-lien, “Beyond Hypothermia,” 1996 o Sandra Ng Kwan-yu, “Portland Street Blues,” 1998), un género que estaba reduciendo su producción de forma drástica. Solo un puñado de actrices, Kara Hui, Yukari Oshima y Cynthia Khan, continuaron con la acción casi sin cambios hasta llegar a la década de los 2000, el caso más longevo es el de Kara Hui. Aunque la popularidad del género decayó conforme concluían la década de los 1990, el estudio de Wong Yin y algunos otros continuaron explotando este tipo de producciones.
La llegada de la década del nuevo siglo parece dar un impulso al cine de acción, apareciendo una serie de películas cinematográficamente atractivas, con guiones bien narrados y coreografiados y haciendo hincapié en la intensidad, ambigüedad e ironía en torno a los personajes más convencionales. Películas como “Jiang Hu: The Triad Zone” (2000), “The Killer of the Lonely Heart” (2000), “Skyline Cruisers” (2000) y “Martial Angels” (2001) son buenos ejemplos. Además, en estos primeros compases de la década rostros como Josie Ho (“The Legend of a Professional,” 2000) o Shu Qi y Kelly Lin (e.g., “Martial Angels,” 2001) capturan la esencia de antaño, y vuelven a enganchar a los aficionados al género que buscan sus dosis de Girls With Guns. Aunque ya nada sería igual que antes.
ALGUNAS CARACTERÍSTICAS BÁSICAS
El cine suele ser el espejo de la sociedad a la que va dirigido, y eso implica que muchas veces, bajo el manto de una historia de ficción se entreven temas comunes, más universales, que suelen ser interesantes e incluso descriptivos.
El primer punto que podría comentarse es el conflicto entre “tracicionalismo” y “no tradicionalismo”, el choque entre las tradiciones y sus valores y la modernidad y las nuevas formas de ver la sociedad. Las chicas de acción son mujeres fuertes, independientes, que viven por ellas mismas, eso choca a veces con el concepto “machista” de la sociedad donde viven. Pero por otro lado es cierto que los valores tradicionales son los que priman en estas películas, valores básicos como el honor, la lealtad o la hermandad, heredados muy directamente del cine marcial más clásico. Una interesante dualidad presente, si uno se fija, en la gran mayoría del cine de acción.
Otra característica importante es la capacidad de ser feroces y hábiles luchadoras, a la vez que frágiles y sensuales chicas. Pero quizás la característica definitoria por excelencia del género y que lo diferencia del otros es la fuerte carga dramática y sentimental de los que se cargan, no es extraño que estás chicas pierdan algún familiar en el transcurso de la película, se vean traicionadas por alguien cercano a ellas o simplemente el azar las conduzca a un callejón sin salida donde deberán enfrentarse a la mafia perdiendo compañeros y amigos por el camino. La desesperación, la venganza y la perdida son algo común que atormenta a nuestras heroínas. En este sentido siempre suele haber un villano principal, líder de una organización criminal, y sus habilidades físicas y marciales suelen ser iguales o superiores a las de las chicas, por lo que están han de sudar sangre para derrotarles. No obstante, el enemigo también puede ser un narcotraficante, jefe de una guerrilla, o un psicópata; incluso a veces el villano puede ser una chica, ofreciéndonos unas escenas finales dignas de recordarse y que han dado grandes momentos a los aficionados.
Por último no podemos dejar de comentar como la presencia de la sensualidad y la explotación marcan gran parte de este género, que muchas veces se cruza con la Categoría III por este motivo. En este ámbito es necesario comentar como la tradición china está muy acostumbrada a los cuentos y tramas violentas, y como la violencia era algo muy visto en el cine de Hong Kong, sobre todo con los excesos que se dieron durante la década de los 90 dentro del conocido movimiento de la Categoría III visto como un género en si mismo. El cine de acción, y el Girls With Guns en particular, ha tenido buenas dosis de violencia y sensualidad en muchas de sus producciones, pero las incluidas en la Categoría III eran por lo general las que abusaban de este segundo punto. Buenos ejemplos de ello podrían ser películas como “Naked Killer” (1992) o “Rock on Fire” (1994).
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=BwAYsVaobkQ[/youtube]
Sumado a todo esto podemos hacer referencia a un movimiento dentro de este tipo de films muy trabajado en Hong Kong en el que las chicas juegan un papel importante; se trata de las comedias de acción. En ellas es típico ver como a parte de repartir puñetazos y patadas, nuestras chicas aún tienen tiempo para sus aventuras sentimentales y amorosas, normalmente con un grupo de hombres que por regla general son bastante torpes en las artes de seducción. Una muestra de esto la tenemos en la saga “Inspector wears skirt“, en la que se mezcla en buenas dosis la comedia cantonesa con unas escenas de acción dignas de admiración.
NOTA: He utilizado muchas fuentes de información para confeccionar estos artículos, pero las principales, sobre todo a nivel de biografías, son una retrospectiva realizada por arfonso para Allzine y algunas biografías publicadas por TON en Pasadizo. De ellos es buena parte del mérito.
Hacer Comentario