Este ha sido un año especial ya que por fin he podido acudir a un evento cinematográfico al que siempre le he tenido especial cariño, sobre todo por las grandes personas que están de él, las Nits de Cinema Oriental. Muchas han sido las veces que su director, Quim Crusellas, o uno de los artífices principales de su programación, Domingo López, me habían insistido en que asistiera, pero las distancias pesan y es que viviendo en Jaén uno queda lejos de tierras catalanas. Pero alguna vez ha de ser la primera, y esta ha sido la que he salvado la distancia entre Jaén y Vic y me he plantado allá para disfrutar no solo del cine, sino también de la gente. Los astros estaban alineados: retrospectiva de Kaiju Eiga, libro sobre el género en el que también puse mi pequeño grano de arena… ¿Que más se puede pedir?
Aunque llegué el Lunes a Vic, y aproveché para dar un paseo por una preciosa ciudad histórica, llena de edificios antiguos, monumentos y callejuelas, el festival comenzó el martes día 12 con la sesión infantil de las 10 en donde proyectaban Lupin vs Detective Conan. Entre acomodarnos en la RuVic (la magnífica Residencia Universitaria de Vic en donde nos hospedamos todos los acreditados de prensa) y reencontrarnos con viejos amigos, como Albert -fundador de Katanas y Colegialas-, nos saltamos esta primera proyección, si bien he de reconocer que nunca me ha llamado la atención este crossover entre las dos figuras animadas japonesas. Así nuestro estreno fue con la retrospectiva de Kaiju Eiga y con su representación más icónica, Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo (1954). Los que sigáis el blog desde hace tiempo sabréis que he hablado hasta la extenuación del Kaiju Eiga en general y de esta película en particular, nacimiento oficial del saurio gigante radioactivo y crítica en toda regla a la destrucción nuclear. Un inicio de lujo en una copia de gran calidad, a pesar de cierto problemilla técnico ajeno a la organización.
Ya después de comer comenzamos nuestra tarde festivalera con Songokumania, el documental nacido de la mano del gran, en todos los sentidos, Capìtan Urias. Este documental explora el nacimiento del fenómeno Dragon Ball en Cataluña, y por extensión en España, siguiendo la cronología de como se emitió la serie original de televisión y se creó un fenómeno que desbordaría todas las expectativas. De la televisión a las fotocopias, los fanzines y finalmente el manga, una visión con un punto sentimental y llena de testimonios no solo de editores y programadores televisivos, sino de reconocidos conocedores de la cultura nipona, el manga o la edición, que vivieron en primera persona este fenómeno cuando eran tan solo unos críos. Un documental imprescindible y muy interesante.
Tras este documental nos acercamos a la Biblioteca Joan Tiradú de Vic para asistir a la inauguración de la exposición Do-da-cat, en donde 16 artistas locales recibieron un Gato de la Suerte en “bruto” y lo decoraron como quisieron, utilizando diversos aspectos de la cultura japonesa como referencia. En la presentación algunos de ellos nos explicaron su obra y sin duda fueron muy originales en sus conceptos.
Volvemos al Cine Vigatá para asistir al pase de The Case of Hana and Alice del director japonés Shunji Iwai, precuela de su película de 2014 Hana and Alice en donde veremos como las dos jóvenes se conocen al investigar la supuesta desaparición de un compañero de clase. La película comienza con un toque de intriga, para transformarse en su segunda mitad en una comedia de enredos y compañerismo en torno a las dos adolescentes, una combinación equilibrada y ligera que me gusto bastante. Gran parte de la animación utiliza la técnica de rotoscopia, es decir que se anima sobre al actuación de actores reales, en este caso las protagonistas de la original, Yu Aoi y Anne Suzuki. El resultado es a veces extraño, con menos detalle general en el trazo en comparación con animación más clásica, pero a cambio con unos movimientos muy realistas.
Llegamos entonces a la cena, y este es un momento especial en las Nits ya que cada noche se programa una cena temática en el parque de la Bassa de los Hermanos, en donde también se hacen actividades paralelas y la sesión “a la fresca” de las 22 horas. Este primer día tocaba cena Japonesa, y la disfrutamos con un lleno absoluto con motivo de la inauguración del festival y el concierto del grupo de J-Rock barcelonés White Noise.
Esta primera jornada la sesión de la noche fue, como no podía ser de otra manera, también japonesa, una comedia melodramática ligera tan al gusto nipón como es The Mohican Comes Home. La película narra la historia de un joven rebelde cantante de punk que, tras replantearse su futuro, vuelve de visita a casa de sus padres, de la que se fue abruptamente años atrás, con su novia embarazada. Allí se (re)encontrara con sus en parte excéntricos padres, ya mayores, pero a su padre le diagnosticarán una enfermedad terminal. Como decía la cinta mezcla el drama de la enfermedad con los toques de comedia en lo excéntrico del padre y las relaciones personales que se presentan, bajo un tono cuasi costumbrista. Este tipo de comedias ligeras gustan mucho en japón. La cosa es que todos tenemos nuestras fobias cinéfilas, esa temática en la que no consigues entrar por mucho que lo intentes, y para mi la comedia en torno a enfermedades terminales es una de ellas y por eso no conecté con la película y por desgracia no me llamó la atención. Sin embargo llego a llevarse el premio del Jurado del festival.
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