Seguimos con nuestro repaso asiático por el Festival de Cine Fantástico de Sitges llegando al quinto día, el ecuador de nuestro paso por el evento. Hoy teníamos preparado un programa a priori interesante y variado, que nos dejo una jornada de buen cine, con una excepción, y alguna que otra rareza.
La primera película de este nuevo día era una de esas que todos los amantes de la animación esperábamos con mucho interés. Your Name es lo último del realizador japonés Makoto Shinkai, que ya presentó personalmente la película en el pasado festival de San Sebastián, donde se proyecto fuera de concurso con bastante buena acogida. Shinkai es, en mi opinión, uno de los mejores animadores de la historia de Japón, ya que es capaz de construir unos paisajes, unos cielos, un nivel de detalle que llega a abrumar al espectador, al menos a mi. Aún así siempre se ha mantenido alejado del circuito más comercial debido a su modo de trabajo (le puede llevar años realizar una película animación a base de técnicas tradicionales), sin embargo Your Name ha sido un éxito sin precedentes en su carrera que ha llevado al cine a 12 millones de espectadores en su Japón natal.
El guión, también obra de Shinkai, nos presenta a Taki y a Mitsuha. Taki un estudiante cosmopolita que vive en Tokyo, Mitsuha una joven que vive en un pequeño pueblo de las montañas. Ambos descubrirán que actúan de forma extraña al dormirse y pronto averiguaran que intercambian sus mentes en este proceso, empezando a comunicarse mediante de notas e intentando averiguar el porqué de esta situación. Mientras tanto, su relación se intensifica.
Pero el guión esconde mucho más, un fuerte componente fantástico con giros y sorpresas. Pero os seré sincero, cuando veo una película de Shinkai me dejo llevar por la animación, con un nivel tan alto que asusta, que pide a gritos la mejor calidad, la pantalla más grande posible. La forma que tiene de dibujar los cielos, las nubes, los amaneceres o atardeceres (mas que los propios personajes), es increíble y siempre tendrá mi admiración. Pero la película tiene un gran equilibrio en todos sus aspectos, desde la banda sonora hasta el desarrollo de la historia.
Finalmente Your Name se llevaría el premio a mejor película de animación en el festival, si bien he de reconocer que la competencia era férrea, ya que El Hinmo del Corazón, de la que ya os he hablado, es una grandisonara película que puede llegarte bastante dentro.
Tras esta nos quedamos en el Casino Prado para entrar a ver una de esas películas que tras lso previos del festival más curiosidad me había despertado, y cuanto más avanzaba el festival más ganas tenia de ver.
La historia comienza en enero de 1965, cuando el Primer Ministro iraní fue asesinado frente al parlamento. El detective Hafizi es enviado a una remota isla del Golfo Pérsico para investigar el sospechoso suicidio de un prisionero político. Sin embargo, lo que encuentra es un misterio aún mayor. En pleno desierto, hay un cementerio con un barco varado en su centro. Dicen que está encantado y que si alguien es enterrado se desatará un terrible terremoto.
La película iraní A Dragon Arrives! presentaba sus primeras imágenes con un estilo policíaco americano de los años 60, mezclado con un toque de road movie desértica y la promesa de ver algo bastante extraño. El resultado es aún más desconcertante, construyendo una historia a base de flashbacks narrados durante los interrogatorios de los sospechosos del caso, saltando a diferentes épocas de forma constante y sin muchos avisos previos. A esto se le unen escenas donde el propio director y el equipo hablan de la película, como si fueran un “making of” pero integrado dentro de la propia historia que estamos viendo.
El desarrollo es muy extraño, combinando la historia de la investigación del asesinato, con la de una niña perdida y el misterio del cementerio, donde se llega a decir que un dragón vive en las profundidades del mismo. Este maremagnum tiene un estilo visual interesante y te mantiene interesado a ver por donde van a salir ahora, pero luego dejan parte de las diferentes historias inconclusas y la sensación de desconcierto tras verla se intensifica.
Realmente es de esas películas que aún ahora no se que pensar de ella. Recuerdo muchas escenas perfectamente, pero necesitaría verla de nuevo.
Y seguimos en el Prado, esta vez para ver una película que realmente no me llamaba mucho la atención pero que ahí estaba, perfectamente cuadrada en nuestro para verla y llenar esos huecos festivaleros que a veces tan difícil es de cubrir.
If Cats Disappeared from the World es un melodrama japonés en donde un joven cartero, al que da vida el conocido Takeru Satoh, recibe la terrible noticia de que le queda poco tiempo de vida debido a una enfermedad terminal. Ante su desesperación se le aparecerá el demonio (trasmutado con su mismo aspecto) y le ofrecerá un trato, él hará desapare4cer algo del mundo y le ofrecerá un día más de vida.
Este e sel típico melodrama japonés que tan poco me gusta, para que os voy a engañar. Ese melodrama que tira de sentimientos peor que no tiene un desarrollo llamativo ni que me parezca interesante. Se estructura de una forma casi episódica, ya que cada cosa que desaparezca del mundo conllevará una historia que se presenta en pantalla y muestra la trascendencia de las pequeñas cosas y como un acto inocente puede acarrear graves consecuencias. La perdida de un objeto simple puede hacer que no conozcas nunca a tu mejor amigo, o que esa chica que te gusta nunca se fije en ti. La cosa es que todo se ve venir, sabes que va a pasar y lo único que tiene la película es dejarte llevar por el sentimiento que intenta trasmitir, que tampoco me pareció interesante. Luego el acabado de este tipo de películas siempre suele parecerme de telefilm, con una banda sonora de 3 canciones a piano solo que se repiten hasta la saciedad… no se, no me llama este tipo de productos.
Nuestro día debía acabar, una vez más, en una maratón, quizás la maratón que más ganas tenia de ver, con permiso de la siempre divertida Japan Madness (que este año fue un poco floja). La (larguísima) Maratón Zombie contenía en esta ocasiono dos películas asiáticas que merece la pena ver, la primera de ellas es Seoul Station, cinta animada de Yeon Sang-ho que acompaña a Train To Busan en su concepto zombie pero en donde el director desata toda su mala leche y temáticas que tanto le gusta.
En Seoul Station, con guión del propio director, veremos las desventuras de una serie de personajes en un periodo que se podría considerar justo anterior, o simultáneo, a los acontecimientos de Train To Busan. Aquí veremos a un mendigo que llega a la estación tambaleándose con una herida en el cuello, ante la indiferencia de los que le rodena, mientras otro mendigo intenta ayudarlo. También veremos a una joven prostituta que se escapó de su chulo solo para que su novio actual también haga las veces de lo mismo para sacar dinero fácil. Estos realmente serán la suerte de protagonistas de esta plaga.
Si hay algo que caracteriza al director coreano, y que vemos en sus anteriores películas, es que siempre acude a los estratos más bajos de la sociedad a la hora de escoger sus personajes. No veremos a una inocente colegiala, a un amable hombre de negocios… veremos a mendigos, prostitutas, chulos o gente que intenta sobrevivir por encima de todo y de todos, con motivaciones mezquinas y egoístas. Si bien en anteriores películas este leit motiv tenia mucha más fuerza, aquí se diluye con el tema de la acción zombi, pero no encontraremos aquí una película especialmente divertida, sino que pretende ser dura, un drama en toda regla, y eso lo consigue con creces.
Otra de las características de Yeon es su particular estilo de animación, que busca una personalidad propia en vez de imitar al manga japonés. Aquí sigue esa misma línea y vemos que mejora un poco los rotulados y movimientos de sus personajes, siguiendo su evolución desde la más burda (en cuanto a animación) King of Pigs. Los zombis están representados de una forma agresiva y bastante bruta, moviendo constantemente los brazos mientras corren, cosa que en este caso no queda nada mal (en acción real sería mucho más raro)
En definitiva una gran película de animación, más dura y profunda que el entretenimiento blockbuster de Train to Busan, y un acompañamiento perfecto a la misma.
La segunda película de esta maratón fue la india Miruthan, dirigida y guionizada por Shakti Soundar Rajan, se vende como la primera película Tamil de zombis (recordemos que el cine Tamil es uno de tantos que se dan en la india, en este caso en la zona sur del país). El trailer ya era una locura que prometía diversión a raudales, y no nos decepcionó un ápice.
Una plaga se ha desatado en el país, un virus que vuelve a sus portadores bestias incansables con un hambre insaciable. El policía Karthik descubre que su hermana ha desaparecido y emprenderá una carrera para localizarla, mientras tanto un grupo de científicos intentan encontrar una cura par ala plaga.
Este tipo de blockbusters del sur de la india suelen compartir estructuras similares, con una primera parte donde se presenta la historia y se construye la típica historia de amor y gags de comedia, y una segunda donde la trama principal explota. El hecho de que esta película dure menos de 2 horas hace que todo se acelere muchísimo, esa trama inicial de amor y comedia se reduce y todo se centra en la acción, una acción loca, con coreografías realmente curiosas, con zombis (infectados) de todo tipo y un tramo final adrenalínico, con su justa carga dramática y una acción exagerada y terriblemente divertida. Esa es quizás la palabra, la película es pura diversión para quien guste de este tipo de productos.
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