Aunque el gran tema de este festival cinematográfico era el discurso poscolonial, hay ciertos filmes que me gustaría revisar desde los estudios de género, en concreto desde la representación de las mujeres asiáticas. La postura orientalista de la que Edward Said acusaba a Occidente ha hecho que, durante muchos años, a la mujer asiática se la haya representado mayoritariamente como a Madame Butterfly. Estos filmes rompen con esta visión monolítica de la mujer asiática y nos muestran los desafíos actuales a los que tienen que enfrentarse en la actualidad.
Mina Walking
Dir: Yosef Baraki | 2015 | 110’ | Drama
Mina, de 12 años cocina, cose, lava y trabaja vendiendo chismes en las calles de Kabul asoladas por la guerra para dar de comer a su negligente padre y su abuelo senil. Nadie la elogia. Camina hacia adelante sin parar ni mirar atrás.
El jurado de la Sección Oficial y el jurado Joven coincidían en otorgar el Premio a la Mejor Película a Mina Walking. Su director, Yosef Baraki, estudió Producción Cinematográfica y Filosofía en la Universidad de York en Toronto, mientras en el Humber College escribió y dirigió el corto Der Kandidat, Premio al Mejor Corto Internacional en el Festival de Cine y Derechos Humanos en Afganistán. Mina Walking es un retrato brutal y durísimo de todas aquellas niñas (y niños, claro está) que como Mina no tienen opciones. Solo seguir luchando y vivir la vida que les ha tocado. Y Mina camina y camina, y el handycam con ella. De hecho el handycam, tal y como lo usa Baraki, logra un realismo existencial, casi perfecto para un docudrama. Para mi gusto, no obstante, abusa de esta técnica, pero sí consigue que el espectador tenga una identificación absoluta con la cámara (evitando la sobreidentificación con el personaje) y una experiencia muy real.
I am Hope
Dir: Adilla Dimitri | 2016 | 115’ | Drama
Mia, una joven escritora, descubre que tiene cáncer de pulmón, la misma enfermedad que se llevó a su madre. Con solo unos meses de vida, se dispone a escribir una obra teatral con su padre, músico.
A pesar de que hemos visto en muchos otros filmes a mujeres luchar contra el cáncer, lo original del guión de Dimitri es cómo Mia construye su esperanza y como utiliza el teatro como sublimación de sus emociones más negativas. Lo que nos presenta el director es una estructura de mise en abyme, a través de la cual Mia se sirve para explorar sus sentimientos y transformar la energía negativa en energía positiva. Y en la especularización radica precisamente el secreto de Mia. Al identificarse con alguien fuerte y capaz de superar cualquier obstáculo, Mia mantiene su propia esperanza y, a la vez, ofrece a otras personas la posibilidad de identificarse con ella.
Journey to the Shore
Dir: Kiyoshi Kurosawa | 2015 | 127’ | Drama
Mizuki perdió a su marido Yusuke en el mar. Años después, su compañero aparece ante sus ojos. No es una visión terrorífica, sino un retorno a la rutina de antaño. Siguiendo su reencuentro, los dos se embarcan en un viaje hacia la costa. Kiyoshi Kurosawa dirige una de sus más pausados, tiernos y espirituales trabajos, el cual le hizo ganar el premio para mejor director en Un Certain Regard.
A Kiyoshi Kurosawa lo conocemos principalmente por su j-horror. En su haber tiene títulos como Cure (1997), Pulse (2001), Loft (2005) y la recién estrenada en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, Creepy (2016). Con este terrorífico currículum, Journey to the Shore representa un verdadero cambio de ritmo; bueno, quizás más bien un parón para tomar aire y continuar con el j-horror más puro. El jurado oficial del festival concedió a Journey to the Shore el premio al mejor guión y, en realidad, es una drama sostenido, bien llevado y una idea bellísima de lo que es la muerte.
Lo que me interesa, sin embargo, es cómo llegan los personajes a esa situación, porque lo que hay detrás de esta historia espiritual y tierna es el colapso de los roles tradicionales del hombre y la mujer en la sociedad japonesa. Como muchos otros países capitalistas, Japón tiene como roles hegemónicos al binomio “ganador de pan” / ama de casa. Yusuke, en consecuencia, se suicida porque no es feliz en su trabajo y no es capaz de cumplir con su papel de “ganador de pan” y vuelve para que Mizuki le perdone. Pero no solo se disculpa por dejarla sola. No olvidemos que la mujer en Japón tiene dos obligaciones sociales: la maternidad y el matrimonio; y la muerte de Yusuke le hace imposible cumplir las dos. Y así se lo recuerda la mujer con la que Yusuke tuvo una aventura cuando le cuenta que se va a casar y va a dejar el trabajo para dedicarse a su casa y a ser madre. “¿Eso es lo que quiere toda mujer, verdad?”. Tal y como sentencia la madre de su alumna al principio del film, el ritmo de Mizuki “no es el adecuado, es demasiado lento”.
Motel Mist
Dir: Prabda Yoon | 2016 | 115’ | Drama
Las fantasías eróticas se pueden hacer realidad en las habitaciones del Motel Mistress. Pero que sean satisfactorias para aquellos que están implicados ya es otra cosa. Una extraña desaparición, venganza y aliens aparecen todos de golpe en este nido de amor. Una impresión fantástica de nuestro aislamiento existencial.
Prabda Yoon estudió diseño gráfico, pintura y cine experimental en la Cooper Union en Nueva York, y es conocido en Tailandia por su literatura provocativa y sus guiones cinematográficos. En Motel Mist, unas adolescentes deciden vengarse de un depredador sexual que ha dejado en coma a una de sus amigas. Por supuesto, él cree que el hecho de haberle pagado le exime de culpa y asegura a las chicas que van a pasar el mejor momento de su vida. Por suerte, cuando la vida de las chicas corre peligro, un alien que ha tomado el cuerpo de un chico les salva.
En una entrevista para la agencia de noticias tailandesa Khaosod English, el director afirmaba que en Motel Mist ha querido representar la alienación en todas sus formas, incluso la alienación que provoca la ideología, el sexo, la clase o la generación. La verdad es que no estoy segura de que el mensaje llegue a ser claro para el espectador. De lo que sí estoy segura, es de que Motel Mist refleja a la adolescente asiática perfectamente. Si habláramos de un filme japonés, podríamos hablar del discurso de la shôjo, aunque de hecho estas dos chicas no son muy diferentes de la shôjo. Objetos consumibles y consumistas que desafían el discurso tradicional de una Tailandia llena de contrastes. “Los adolescentes de hoy en día no respetan a sus mayores”, dice el depredador mientras prepara a una de las chicas para uno de sus juegos. Sin embargo, el poder de la shôjo radica precisamente en su juventud, en la banalidad, en su forma de comodificarlo todo. Y por eso, después de la horrible experiencia, aún son capaces de hacerse un selfie en el taxi de vuelta.
Yen’s life
Dir: Dinh Tuan Vu | 2015 | 107’ | Drama
Mediante el arreglo de sus padres, Yen, una preciosa chica rural, tiene que casarse con Hang, un chico de nueve años cuando ella solo tiene 10. A través de la vida de Yen, la cinta toca el tema de la boda prematura y el destino de las mujeres rurales de Vietnam antes de 1945, haciendo énfasis en sus virtudes. Está considerado un diario vivo sobre la vida y el futuro de las mujeres vietnamitas en el pasado, sus sacrificios y fuerzas para superar todas las dificultades.
Lo realmente interesante de Yen’s life, a parte de la fotografía, es el reflejo de la vida de las “niñas-nueras” en Vietnam. Es un patrón que existe en Asia oriental y se refiere a niñas como Yen que viven desde la infancia en casa del novio como “criada” de su suegra, hasta que ambos tienen la edad para contraer matrimonio y tener hijos. No son meras criadas, están bajo el cuidado de sus suegras porque son las que transfieren el rol de la mujer.
Por otro lado, también actualiza la institución del concubinato. La realidad es que la “segunda esposa” no ha desaparecido por completo en Asia. Como Hang, muchos hombres chinos que emigran a las ciudades para conseguir un trabajo mejor, mantienen a una concubina que les ayuda a soportar la alienación de las grandes ciudades y, de paso, hace más económico los costes de la estancia en la ciudad. “No dejes que el placer rompa la promesa de oro”, le recuerda Yen a su marido; un mensaje de tono moralizante e interesante porque, el trasfondo es que es la modernidad la que acecha a la familia tradicional confuciana. De hecho, creo que hubiera sido mucho más interesante si hubiera ahondado aún más en esta idea, en lugar de convertirlo en un melodrama romántico.
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