Ying xiong (2002)
Director: Zhang Yimou
Guión: Li Feng, Zhang Yimou
Actores: Jet Li, Tony Chiu-Wai Leung, Maggie Cheng, Zhang Ziyi, Chen Daoming, Yen Donnie
Productora: Beijing New Picture Film Co., China Film Co-Production Corporation, Elite Group Enterprises
Director de fotografía: Christopher Doyle
Música: Dun Tan

Después de varios filmes quizás no tan a la altura de a lo que Zhang Yimou nos tenía acostumbrados, y de perseguir —sin éxito— el favor del mercado doméstico, llegó Hero, y lo que para muchos fue un principio, para otros muchos significó un final. Hero es un film especialmente significativo en la filmografía del director y también en la historia del cine chino. El que fue el primer wuxia de Zhang fue el primer filme nacional que batió todos los récords de taquilla en China, cambiando la tendencia hasta el momento, pues con Hero la industrias local volvía a reconquistar los cines de su país. Después, la película conquistó también las taquillas americanas, convirtiéndose en el tercer largometraje extranjera más visto en Estados Unidos. Hero es el primer blockbuster chino, y con su reparto transnacional —sin olvidarnos del director de fotografía australiano Christopher Doyle—, y su altísimo presupuesto, denota la firme voluntad del país de reposicionarse en el nuevo orden mundial (Zhu, 2013). Oficialmente, la globalización había llegado para quedarse, y afortunadamente, Zhang Yimou había retomado el estilo visual que había caracterizado sus obras tempranas, como Sorgo Rojo (1987), La semilla del crisantemo (1990) o La linterna roja (1991). Pero, como decía anteriormente, para muchos significó el final de una era de cine comprometido con la sociedad, y el divorcio del cine y la literatura chinos. Zhang, ya nos había hablado de los efectos de la globalización en filmes como La Joya de Shanghai (1995), y se había zambullido en la literatura de raíces de Mo Yan para intentar escapar de ella, pero parece que después de varios tira y afloja con la censura, el director aceptaría cooperar con el estado chino en esta nueva etapa, y reformularía el significado del término globalización a través del término chino tianxia.

Hero comienza con una profunda reflexión sobre el concepto de héroe. Los intertítulos dicen que las personas renuncian a sus vidas por diferentes razones: por amistad, por amor, por un ideal y matan también por las mismas razones. Luego nos introducen la historia de los Reinos Combatientes y cómo el futuro emperador Qin —el primer emperador de la historia china— quiso poner fin a las continuas guerras bañando de sangre a sus enemigos. “En toda guerra hay héroes en los dos bandos”, concluyen los intertítulos. Lo que nos presenta aquí Hero es una versión de un cuento de la Era de los Reinos Combatientes (403-221 a.C.), sobre el intento de asesinato de Jing Ke al rey de Qin. Las versiones tradicionales como la de Sima Qian presentan al asesino como un héroe determinado a acabar con el déspota del rey de Qin. Tan solo Mao Zedong durante la Revolución Cultural invirtió los términos, haciendo uso durante sus campañas políticas de una versión más positiva del rey de Qin con el que él mismo se comparaba, llegando a ridiculizar incluso al asesino.

   

Después del título, vemos a unos soldados a caballo que custodian un carruaje. Dentro del carruaje reconocemos a un Jet Li absolutamente concentrado, que nos explica en off cómo al quedarse huérfano y no tener nombre, empezaron a llamarle Sin nombre y decidió aprender el arte de la espada. Cuando nos informa de que el emperador le ha llamado a palacio, pues ha conseguido una proeza, vemos en contraplano qué es lo que Sin nombre miraba con tanta atención. Son tres cajas de madera. A la llegada a palacio, en el patio se reúnen todos los consejeros de su majestad, y en el centro del pasillo está el primer ministro quien nos cuenta cómo durante diez años, tres asesinos del reino de Zhao, Cielo, Nieve voladora y Espada Rota han atentado contra la vida del emperador, haciendo imposible que pudiera descansar ni una sola noche. El primer ministro abre las cajas, ahí restan las espadas —y, por tanto, las almas— de los tres guerreros. Estos planos, igual que los del final, son tremendamente intimidatorios, pues dan cuenta de la diferencia de poder entre la nación y el individuo. El largo camino que recorre Sin nombre desde el patio hasta la sala del rey, solo, en silencio, es significativo del largo camino que ha debido de recorrer hasta llegar allí durante su vida.

Una vez en la sala, el plano-contraplano del emperador y de Sin nombre enfatizan la idea de diferencia y de distancia que hay entre los dos personajes. No hay entendimiento entre ellos. Además, el plano desde la vista de Jet Li —aunque suene ñoño, reconozco que me encanta Jet Li— tiene una sensación de picado ya que el rey está en un altar, mientras que el contraplano es contrapicado y Sin nombre está en posición de reverencia. Solo a través de las muertes de los enemigos del rey, puede comenzar el entendimiento entre ellos y acortarse las distancias. El futuro emperador (Chen Daoming) explica que, desde hace diez años, cuando Espada rota (Tony Chiu-Wai Leung) y Nieve voladora (Maggie Cheung) entraron en palacio para asesinarle, nadie ha podido acercarse a más de cien pasos. El emperador abre la espada de Cielo (Donnie Yen) lo que le permite, según un edicto real, acercarse a 20 pasos del emperador. A esta distancia, Sin nombre comienza a narrar la historia de cómo mató a Cielo: tonos grises, marrones y negros cubren el cuadro, muy a tono con las escenas anteriores. Vemos el encuentro entre ambos asesinos en flashback y también su lucha, imaginaria y virtual, maravillas de post-producción incluidas.

 

El rey abre los ojos, volvemos a la historia principal, al momento presente, y el rey abre las cajas de las espadas de Nieve voladora y Espada rota. Por virtud del edicto, Sin nombre puede —entre otros beneficios— acercarse al emperador a 10 pasos. El emperador duda de la habilidad de la espada del asesino que tiene al frente, pues recuerda el ataque de hace diez años y la destreza de ambos. «¿Tu espada era mejor que la combinación de ambos?» Un nuevo flashback nos da cuenta de cómo cabalgó hasta el reino de Zhao para encontrar a Nieve voladora y Espada rota en una escuela de caligrafía. Esta vez es el color rojo el que cubre las escenas, pues la historia que narra es una historia de pasión, celos y venganza. Aunque la escena del ataque a la escuela es indudablemente poderosa, para mí la escena de la muerte de Espada rota tiene un equilibrio perfecto, por su simetría. Cómo corre la cámara detrás de él por los estrechos pasillos para alentar el odio de Nieve voladora, cómo ella lo atraviesa con su espada a través de la pared, la cámara corre detrás ella otra vez deshaciendo el camino a su habitación, pero la oír su agonía vuelve y se queda ahí al otro lado de la pared: esa pared que los ha separado durante años; el espacio pequeño, encasillados, líneas por doquier para subrayar esa opresión. Y cómo finalmente pasa la pared para verle exhalar su último aliento.

 

Pero parece que el emperador no cree en el cuento que le ha explicado Sin nombre y tiene una propia versión de lo que ocurrió. Ahora el flashback se tiñe de azul, pues lo que antes fue pasión, ahora es frío y calculado. Parece que el emperador cree que el asesino que tiene en frente de él conspiró con Cielo, Nieve voladora y Espada rota para matarle y ellos le confiaron sus vidas, pues solo él había dominado una técnica infalible para poder matar a alguien a 10 pasos de distancia.

 

Las llamas que separan a ambos narradores rugen ante el peligro inminente de asesinato al rey, pero parece que Sin nombre duda, pues recuerda las palabras de Espada rota. Ahora el flashback se tiñe de blanco para darnos cuenta de la pureza de sentimientos de Espada rota. Aunque Nieve voladora accede a ayudar a Sin nombre, Espada rota le para antes de que vaya a palacio y le pide que abandone su plan de matar al emperador, pues no debe morir. Le cuenta —ahora en verde— cómo conoció a Nieve voladora y se enamoró de ella y cómo intentaron matar al rey aquel día de hacía diez años. Sin embargo, gracias a la caligrafía, Espada rota había comprendido que el emperador no podía morir y le dibuja dos caracteres en la arena para intentar convencerle. Cuando el emperador le pregunta qué fue lo que le escribió, el asesino responde: Tianxia, pues durante años sus pueblos habían sufrido numerosas guerras, y solo el emperador tenía el poder de unificarlo todo y traer la paz. El sufrimiento de uno no es nada con el sufrimiento de todos. El sufrimiento de Zhao y Qing no es nada con el sufrimiento de todos. Llega el momento de la decisión final y el emperador se conmueve al saber que un asesino es el único que ha logrado comprenderle. Sin nombre blande su espada y todos los consejeros se agolpan en las puertas de la sala, el emperador se gira a mirar el pergamino con el carácter de espada que escribió Espada rota, y concluye que no contiene ningún secreto sobre el arte de la espada sino su más alto ideal: Primero, espada y hombre son uno; segundo, la espada reside no en la mano sino en el corazón; tercero, cuando la espada desaparece, el hombre abraza todo lo que hay a su alrededor, el deseo de matar desparece. Si nombre lanza su ataca pero perdona la vida del emperador y se marcha, no sin antes rogarle que no olvide nunca el ideal del guerrero. Nieve voladora al conocer la noticia, se enfrenta a su amante pues quiere saber qué le dijo para que la traicionara.

– Tianxia
– ¿Es lo único que hay en tu corazón?
– También estás tú.

Pero la respuesta de Espada rota no es suficiente, y Nieve voladora lo mata al saber que no podrá nunca vengar la muerte de su padre, para después morir junto a él.

   

Para cuando Sin nombre llega a la puerta, los consejeros al unísono piden la orden de ejecución del emperador, él duda mientras Sin nombre espera sin miedo la orden. Sabe que debe morir.

 

Esta versión de Zhang, esta historia de historias, a simple vista parece elevar tanto al asesino como al despiadado emperador a la categoría de héroes, proponiendo un entendimiento entre ambos a través del concepto de tianxia. Este concepto, en la versión americana se tradujo como “our land” pero la traducción exacta —“todo bajo el cielo”— deja entrever una intencionalidad mucho más imperialista y opresora. Lo que hace Zhang Yimou, en palabras de Zhu (2013), es virtualizar el cuento a través de tres versiones virtuales de la narración que a su juicio representan “cómo el individuo es integrado a la nación y cómo la nación es a su vez integrada en la noción tianxia” (íbid). Zhou, siguiendo a Ren Xiao, nos identifica cuatro significados de tianxia que operan en la virtualidad de un ideal más allá de la realidad, ideal que se ve magnificado en la diégesis fílmica de Hero. Así, el primer significado sería el de extensión geográfica, que Zhu identifica en los bellísimos y exóticos paisajes en los que está rodado el film; el segundo, el de régimen político, encarnado por el propio emperador, sus consejeros y su ejército; el tercero, el de la identidad cultural, se vería representado por la escuela de caligrafía; y por fin el cuarto, es el de régimen validado por la voluntad popular o la moralidad. Claro, para este último significado, nos viene a decir Zhou, el Rey de Qing no puede concluir en la diégesis como un villano, con lo que debe comprender la caligrafía de Espada Rota y actuar según la voluntad de aquellos héroes que han estado dispuestos a dar sus vidas.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que el compromiso del directo para con su pueblo sigue ahí, aunque más sutilmente. Sin nombre sigue la estela las heroínas de Qiu Ju, una mujer china (1992) y Ni uno menos (1999), y tiene el valor de hablar cara a cara con el poder y contrarrestar su historia con la historia de aquellos que, como él, no tienen nombre. Su muerte, no obstante, es en vano. Aunque el rey se conmueve con su historia, eso no cambia que el hombre que tenga delante de él deba morir, deber que le recuerdan los mandarines. El significado de esa puerta llena de flechas en la que falta el cuerpo Sin nombre va mucho más allá. Esta ausencia deliberada pareciera ser fruto del respeto por su muerte. Pues el heroísmo y el idealismo han muerto con él. A este respecto, Berry (2010) subraya algo muy interesante, y es el paralelismo entre Zhang Yimou y Sin nombre, pues el idealismo del directo se puede considerar en cierta manera también muerto.

Bibliografía:

Berry, Chris (2010). «Foreword». En: Gary D. Rawnsley y Ming Yeh T. Rawnsley, Global Chinese Cinema: the culture and politics of Hero. Londres y Nueva York: Routledge.

Zhang, Xiaoling (2008). «The Death of Heroes in China». En: The Documentation and Research for Modern China. Leiden University, 22 (1), pp. 119-137.

Zhu, Ping (2013). «Virtuality, Nationalism, and Globalization in Zhang’s Hero». En: CLCWeb: Comparative Literature and Culture, 15 (2). <https://doi.org/10.7771/1481-4374.2227>

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