Hoy toca finalizar nuestro repaso asiático al cine que pudimos disfrutar en el Festival Nits de Cinema Oriental de Vic, que en su última jornada nos tenía preparada una maratón de cierre con 3 películas, concluyendo, como ya es tradición, con el evento Tetsudon, que nos presentó, un año más, el propio Reiji Hoshino.
La primera película de la maratón era el Live Action Saint Young Men, basado en el manga homónimo de Hikaru Nakamura, conocido en España como Las Vacaciones de Jesús y Buda, que debido a su éxito ha tenido varias adaptaciones a animación. Me comentaban que el manga era básicamente lo mismo que la película que vimos, y si eso es así os diré que no es para mí.
En esencia viviremos las conversaciones de Jesús y Buda, que están de vacaciones en la Tierra y viven apaciblemente en un pequeño piso de Tokio. Estas conversaciones irán desde temas metafísicos o religioso, a disputas por intentar entender el mundo de los humanos, equívocos con algunas referencias culturales, etc. Todo esto se articula en una estructura capitular donde cada sección no tiene nada que ver con el resto.
Salvo algunos momentos en sus primeros capítulos, todo el humor que destila me parece aburrido y soso, una colección de sin-gracias que se me hicieron eternas. Ese humor de equívocos, eternas parrafadas que terminan con algún gag en forma de mueca o explicaciones serias a situaciones un poco raras, se me atasca desde hace tiempo, cada vez lo aguanto menos. A eso se suma que, aunque los actores me gustan, aquí todo es plano, el mismo piso, la misma ropa, las mismas voces y una ni pizca de gracia real, ni en el tono irónico. Personalmente no me gustó absolutamente nada.
Tan poco me gustó que decidí prescindir de la siguiente película para ir a comer tranquilamente y quitarme el muermo de encima. Por suerte para mi, he podido recuperarla.
Big Brother nos presenta a un profesor recién llegado al instituto, interpretado por el incombustible Donnie Yen, que se tiene que hacer cargo de la clase más conflictiva, con un grupo de chavales bastante macarras entre sus filas. Donnie deberá ganarse su confianza y ayudarles en sus estudios, y de paso en sus vidas y en la suya propia.
El tráiler de esta película es bastante engañoso, ya que nos incitaba a pensar en una comedia de acción con bastante presencia de las artes marciales, pero nada más lejos de la realidad. Esta especie de Mentes Peligrosas a la hongkonesa, afronta el tema de los jóvenes conflictivos desde un tono amable, orientado, quizás, a esos propios jóvenes, y dejando de lado el drama descarnado que podría producirse en este tipo de películas. Los elementos dramáticos están: el joven que vive con su abuela que recoge cartones porque la ayuda social no le da una casa, la muchacha de clase media-alta a la que su padre no respecta porque quería un hijo en vez de una hija, los hermanos maltratados por su padre alcohólico y a los que su madre abandonó. Conoceremos todas estas historias, y algunas más, incluyendo la del profesor y su oscuro pasado, pero lo haremos sin aspavientos dramáticos, todo está ahí, pero no nos lo restriegan en la cara en pos de un acercamiento más simpático. Al final la crítica más sobresaliente es al propio sistema educativo, que presiona a los jóvenes hasta límites insospechados y que deja de lado a los menos capaces, o más bien los que parecen menos, dejándolos a su suerte.
La cinta gira entre estas presentaciones un poco más serias y la redención de los alumnos en tono más cómico. La acción se reserva en la parte final, con algunos combates bastante chulos debido a la irrupción de la mafia en esta coctelera. Esta es una historia de redención y superación bastante entretenida, si uno no espera cosas que no son.
La última película de la maratón de cierre reunía de nuevo a los protagonistas de la mítica saga de acción de la década de 1990 Young and Dangerous en una especie de remember declarado que hará las delicias de los fans de aquellas producciones.
El guión nos presenta a un grupo de mercenarios que se reúnen tras haberse separado unos años antes al fallar en la protección de un magnate. Uno de ellos se entera de que se está reteniendo un cargamento de medicamentos que podrían ayudar a un campo de refugiados y decide reunir al grupo para robarlos. Pero la cosa nunca es tan fácil y al final todo se tuerce.
El Golden Job el recuerdo de aquellas producciones noventeras te explota en la cara, no solo por sus protagonistas, sino por el desarrollo, el uso recurrente de la música y toda la parafernalia que hay a su alrededor. Una entretenida historia de robos y hermandad, donde la amistad y la fraternidad es, quizás, lo más importante. La cinta es trepidante en muchos momentos, con una escena de persecución automovilística bastante exagerada, y un tramo final muy interesante. Apuesta segura para los aficionados al género.
Para terminar nuestras peripecias festivaleras nos esperaba el evento Tetsudon, que venía precedido por el Vicsudon, donde cualquiera podía presentar sus cortos para que el público los votase.
Para los que aún no sepan que es Tetsudon, es un proyecto de cortometrajes en tono de humor que deben realizarse a coste cero y que completan una película destinada a eventos en vivo. Tetsudon requiere la interacción del público, que debe aplaudir o abuchear los cortos al terminar. Una idea muy interesante pero solo apta para eventos específicos. En los años que he asistido a las Nits he podido disfrutar de algunos de estos eventos, y he de decir que el dedicado al Kaiju Eiga me gustó un montón y me reí muchísimo, será porque me gusta mucho el género y ver como retorcían sus clichés era desternillante. En esta ocasión la cosa no fue tan bien y, en general, los cortos eran bastante normalitos. Quizás el concepto se agota poco a poco, quizás fue que este era más neutro, algo más “para toda la familia”, quizás fue casualidad… Pero eso, al final se nos hizo largo y no especialmente divertido.
Y con esto terminamos, recordando con mucho más cariño los reencuentros con viejos amigos que las propias películas, porque esas tardes de sobremesa o esos Vermuts de noche no se pueden recuperar en casa. En la próxima más y mejor.
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