Continuamos con nuestras crónicas asiáticas “a vuela pluma” del cine que pudimos ver el pasado Sitges Film Festival. Días complejos en el festival, con muchos cambios horarios debido a entrevistas y compromisos varios, que nos depararon alegrías cinematográficas imprevistas y alguna decepción. Hoy venimos muy animados, preparase.
No se podían tener mejores referencias de Human Lost, obra de animación dirigida por el veterano Fuminori Kizaki -Bayonetta, Basilisk, Afro Samurai-, y basada en la obra cumbre del escritor japonés Osamu Dazai, aunque trasladada a una especie de futuro cercano en donde los avances médicos han dado a la humanidad prácticamente la inmortalidad. Pero como suele ser normal, la estratificación social hace que los poderosos y acomodados se perpetúen en su estatus y los pobres y desfavorecidos se vean convertidos en esclavos al servicio de una sociedad opresora y autocrática. Algunos busca poder acceder a las zonas ricas solo para reivindicar su derecho a una vida digna, otros quieren salir de esta espiral de inmortalidad obligada para tener derecho a morir cuando y como quieran. Pero a veces, sea buscado o no, los sistemas nanotecnológicos fallan y algunas personas se convierten en monstruos que ponen en peligro a la humanidad a la que antes pertenecían.
He de partir de la base de que el cell-shading y la animación CGI 3D no me gusta, nada, cero, aunque esta producción puede tener uno de los niveles más altos de este tipo de productos que he visto nunca, consiguiendo afinar mucho tanto el propio cell-shading como los movimientos y expresiones. Y es que el apartado técnico es uno de los puntos más sobresalientes de esta obra, que llega a cotas de epicidad visual bastante elevadas y una representación de la acción brutal en muchos momentos.
Por otra parte su guión, estructurado en tres actos, flojea y mucho en demasiados momentos, sobre todo en su nudo central y en su presentación. Durante todo su primer acto no tenia claro que estaba pasando, me faltaba una introducción a varios conceptos que parecían importantes que pero no conocía. “igual es una licencia de la adaptación” pensaba, pero todo eso que me faltaba en el primer acto se explica al comienzo del segundo, pero no creo que esa estructura favoreciera en nada al conjunto. Luego ese segundo acto se vuelve cansino y aburrido hasta la apoteosis final del tercer acto, espectacular y exagerada por momentos.
Para los que llevamos ya tantos años viendo anime, y más del corte ciencia ficción existencialista, es inevitable ver muchos elementos manidos y repetitivos, vivir una especie de déjà vu con constantes referencias a clásicos como Appleseed, Ghost in the Shell, Evangelion y tantos otros. Eso, al menos en mi caso, no favoreció que me interesará especialmente, aunque es una obra disfrutable, sobre todo en lo visual.
Nuestra siguiente película también fue de animación, después de cambiar buena parte de nuestro planning debido a diversas entrevistas que iríamos realizando al día siguiente. Una de esas entrevistas era precisamente con el director Tatsuyuki Nagai, quien presentaba Her Blue Sky.
El tandem Tatsuyuki Nagai como director y Mari Okada como guionista lleva años dejándonos obras maravillosas desde la adaptación de ToraDora allá por 2008. Hace unos años pudimos ver en Sitges la emotiva El Himno del Corazón, película que escondía mucho de la vida de Okada en su argumento -Okada tuvo una infancia difícil en su Chichibu natal, y muchas de sus obras reflejan este hecho-, y que tiene muchos puntos en común con Her Blue Sky.
La historia nos presenta a un grupo de amigos en una ciudad rural cerca de la capital -al igual que la ciudad natal de Okada-. Tras un accidente los padres de Akane, y su hermana pequeña Aoi, fallecen y esta decide quedarse para cuidar de ella, no siguiendo la estela de su novio Shinnosuke, que viaja a la capital para convertirse en un músico famoso. Años después Aoi ha crecido y toca el bajo como lo hacia Shinnosuke, pero poco antes de que el joven vuelva a la ciudad en la gira de un musico para el que toca, Aoi conocerá al joven Shinnosuke, que hará aparición en el viejo local de ensayo.
Lo primero interesante es ver todos esos puntos en común con otras obras escritas por Okada. No solo la situación en una ciudad como Chichibu, sino que todo comienza con un suceso dramático, en este caso el accidente. Además la música ejerce un eje central en en la historia, que vuelve a llevarnos por un recorrido de crecimiento personal, de reconocimiento de la propia madurez. El joven Shinnosuke representa los anhelos y las expectativas de futuro, el Shinnosuke presente donde se ha llegado, lo dura que es la vida, y como deberíamos poder conservar aquello importante y no renunciar a lo que queremos. Pero también Aoi empezará a conocer a su hermana Akane mucho más profundamente, y no verla como algo que siempre ha estado ahí para ella.
Me llegó el Himno del Corazón y me ha llegado esta película, aunque quizás más aquella. Una de las grandes animaciones del año.
Otra de las entrevistas que tuvimos el placer de realizar fue con el director y el productor de la película coreana The Gangster, The Cop, The Devil, segunda película protagonizada pro Ma Dong-seok durante le festival tras The Unstoppable, de la que ya os hemos hablado.
El guión se basa en la historia real de un asesino en serie de Corea del Sur, cuyo modus operandi era dar por detrás un golpe al coche de la víctima y luego matarla cuando estaba distraída. También es real que en uno de sus intentos se topo con un mafioso, cosa que salió en todos los medios de comunicación del país. A partir de aquí se construye la historia ficticia de como el susodicho mafioso, interpretado por Ma Dong-seok, y un policía con pocos escrúpulos y métodos dudosos, Kim Moo-yeol, formaran una precaria alianza para perseguir al asesino, Kim Sung-kyu, y darle caza, cada cual con sus propias motivaciones.
Este thriller de acción y suspense con unos valores de producción altísimos y unas interpretaciones sobresalientes, sobre todo por el carisma de Don Lee y el papel de Kim Moo-yeol, no solo juega con una acción contundente y de gran espectacularidad -con golpes de los que duelen-, sino que también nos ofrece una historia algo típica pero interesante, que se centra mucho en los diferentes personajes, sobre todo en la relación entre el gangster y el policía. Desde el principio se nos dejan claro que el gangster es un gangster, sin ambages, pero luego se juega con ese toque cómico de Don Lee y como a pesar de todo no parece tan malo como debería. Por el contrario el policía, garante de la ley, esta en la mayoría de momentos más pasado de vueltas que el propio gangster, ofreciendo un contraste con el que se juega durante todo el metraje. Colaboran, si, pero cada cual con sus propios intereses y métodos, que no siempre serán los del contrario.
En definitiva, una obra de acción con la calidad acostumbrada en el cine coreano y un nivel de entretenimiento sobresaliente.
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