“Hay dos prejuicios en el cine preexistente: el cine es un trabajo masculino y las películas deben ser divertidas. Nosotras, como extrañas, romperemos estos prejuicios.” – Han Ok-hee, 1974.
En 1974, un grupo de estudiantes de la prestigiosa Ewha Women’s University en Seúl formó el primer colectivo de cine feminista de Corea del Sur, Kaidu Club. Dirigidos por la presidente de facto del grupo, Han Ok-hee, las otras miembros, que participaron en diversos grados durante los cinco años de existencia del Club, incluyeron a la pintora Kim Jeom-seon, además de académicas y artistas como Lee Jeong- ji, Han Soon-ae, Jeong Myo-sook y Wang Gyu-won, entre otras. Tal y como sugiere la designación de “Club”, el grupo se comprometió con la promoción y producción de cine experimental, que todavía estaba en sus inicios en el país. Estos dos aspectos marcaron el debut oficial del Club en julio de 1974, cuando organizaron el primer festival de cine experimental del país en la azotea de los grandes almacenes Shinsegae de Seúl y presentaron sus propios trabajos junto con películas de Kim Jum-sun, Yi Jeong-hee y el estadounidense Ed Emshwiller. Se repitió un modelo similar, con aún más énfasis en las producciones propias del Club, en las ediciones entre 1975 y 1977 de este evento breve pero importante.
Kaidu Club fue uno de los números colectivos de artistas y cineastas que poblaron el panorama cultural de Corea del Sur a finales de la década de 1960 y principios de 1970, incluidos los colectivos de arte visual como The AG (o Avant-garde) Group, el Shin Jun Group, y el Fourth Group (Este último incluyó a Kim Ku-lim, quien dirigió “The Meaning of 1/24 Second”, el cortometraje de 1969 que se considera la primera película experimental de Corea del Sur). Entre los colectivos más dedicados al cine se encontraban las primeras tendencias del Cine-Poem y Kaidu Club, el Moving Image Research Group, quien presentó los primeros proyectos de Han Ok-hee en 1973, un año antes de la formación oficial del club y el festival de cine experimental.
“En ese momento, existían numerosos grupos cinematográficos y de investigación solo dedicados a estudiar las películas, el Kaidu Club contenía el significado de tratar de enfrentar el mundo a través de las películas”- Han Ok-hee.
La naturaleza un tanto nebulosa e interdisciplinar del Kaidu Club, que en varios momentos también se llamó Kaidu Experimental Film Research Society para designar sus proyectos más académicos, se refleja en su producción cinematográfica. Si bien su filmografía incluye una serie de obras de autoría colectiva, la mayoría de los proyectos del Club se lanzaron bajo el nombre de Han Ok-hee, con otros miembros contribuyendo a la producción de forma periférica.
“En los 70, los valores patriarcales y el clima social de la entrada de las mujeres en la sociedad eran extremadamente limitados, y las mujeres eran básicamente ‘flores en el trabajo’.” […] “Era el apogeo del cine” […] “En aquellos días en que la juventud estaba llena de pasión y novedad, los que tenían más de 30 años eran vistos como esnobs.” […] “Me especialicé en literatura en la universidad y escribí diversos artículos, pero no pude encontrar nada en lo que pudiera concentrarme.”- Han Ok-hee sobre su juventud -20 años- de esa época.
“Rope” (1974) fue una de esas películas, firmada por Han Ok-hee y presentada en el festival de 1974. Mientras que varios de los proyectos del grupo tocan temas como la separación y el aislamiento, Rope es una de las piezas más formales y técnicas de la realizadora, construida principalmente a partir de animaciones single-frame del objeto homónimo coreografiado en estudio. La cuerda manipulada, que puede verse como un lazo, un cordón umbilical o una tira de película, se acompaña de una colección de objetos retorcidos y bamboleantes (paletas, redes, sartenes, zapatos, una pelota de fútbol, un paraguas, una escalera…), así como el cuerpo de la cineasta y su sombra impresionista. La película incorpora fragmentos de material documental capturado en las calles de Seúl utilizado con un juguetón montaje, como recortar de una red de pescar en un puesto en el mercado o un primer plano de la cuerda como una serpiente viva. Los momentos finales de la película son los más frenéticos, con movimientos de cámara borrosos y caóticos acentuados por manchas de pintura azul que flotan en la superficie de las imágenes en blanco y negro.
Kaidu Club surgió menos de cinco años después de la película de Kim Ku-lim “The Meaning of 1/24 Second”, y es fácil ver rastros de la emoción y la aguda experimentación de aquella película en “Rope” y otros trabajos de la directora y el propio Club, particularmente su rápido montaje, el gusto por el montaje y la yuxtaposición, una relación ambivalente con la moderna ciudad de Seúl, y un estilo libre que incorpora temas de industria, arte, cultura, política y comercio a través de una ambiciosa mezcla de documental, animación y destellos de narrativa surrealista.
Mientras que las primeras películas de Han Ok-hee a menudo se construyen sobre el lenguaje del cine experimental, el cortometraje de 1975 “2minutes40seconds” (que en realidad dura un poco más de 10 minutos) se adentra de forma más inmediata en el documental. A lo largo del mismo, la(los) cineasta(s) ejecutan un montaje asociativo de momentos que reflejan la vida y cultura contemporáneas en Corea del Sur, con la división relativamente reciente de la nación como un tema central. Al igual que con otras películas de la realizadora, la edición es rápida y los elementos tradicionales (templos, oración, arte, carpintería…) se comparan con material cotidiano más banal de animales, deportes y niños jugando, además de elementos de construcción y otros heraldos de la modernidad. Por todo su metraje florece la estética tradicional de vanguardia, como composiciones abstractas de materiales de construcción y luz sobre el agua, o juegos técnicos con enfoque y niveles de exposición cambiantes. Uno de los pocos motivos e imágenes repetidas es el de una cerca de alambre de púas y cada ver que aparece se utiliza de forma que detiene el flujo constante de imágenes de la película, aunque solo sea por un momento. Para una película que se posiciona como un himno para los ciudadanos que sueñan con una Corea del Norte y del Sur unida, el resultado final es apropiadamente acumulativo y el montaje en forma de mosaico emerge como una rica cápsula del tiempo mayor que la suma de sus partes individuales.
“Hole” (1974) es una de las obras más duraderas del Kaidu Club, y prueba de su enfoque multifacético para la realización cinematográfica. Los antecedentes artísticos interdisciplinares del grupo se evidencian en sus momentos iniciales, que ofrecen detalles de pinturas abstractas antes de pasar a una narrativa libre sobre un joven que escapa de una celda a la gran metrópoli para, finalmente, decidir regresar. En lugar de diálogo o voz en off, el diseño de sonido es una mezcla de composiciones electrónicas, surf rock, funk psicodélico, respiración agitada y otros efectos de audio. Visualmente, la película es igualmente dinámica, especialmente por la forma en que interpola elementos estilísticos de varias épocas del cine experimental, incorporando diversas manipulaciones materialistas de los años 60 y 70 y otras técnicas de solarización junto a ángulos holandeses y misteriosas manos extendidas desde y sobre las paredes, imágenes que no se verían fuera de lugar en Ménilmontant de Dimitri Kirsanoff (1926) o un psicodrama de Hollywood de la década de 1940. Si bien uno sospecha que Han Ok-hee y el Club pudieron haber estado influenciadas por trabajos experimentales similares de sus contemporáneos japoneses Shuji Terayama o Toshio Matsumoto, la influencia final de la película se consolida con su último el plano (“FIN”), un testimonio de la influencia de la cultura occidental.
Menos oficial que cualquiera de los colectivos activos en ese momento fue el grupo de cinéfilos e intelectuales que poblaron proyecciones organizadas por instituciones culturales en Seúl y que permitieron una exposición vital e influyente al cine internacional de arte y ensayo, incluido el Goethe-Institut, el French Cultural Centre, y el United States Information Service. Es aquí donde cualquier discusión sobre el Kaidu Club, sus actividades y obras artísticas sirve para situarse aún más en el contexto de la cultura cinematográfica coreana de la década de 1970, que con frecuencia se considera la “edad oscura” en la mayoría de los estudios del cine local, situado entre los dorados años 60 y el movimiento del nuevo cine coreano de los años 90. La década estuvo profundamente marcada por las políticas culturales del dictador Park Chung-hee, quien era presidente de la nación desde 1961. Con la solidificación de sus poderes en 1973 a través de la Constitución Yu-shin, las leyes de censura de la nación fueron reescritas y fortalecidas, lo que llevó a restricciones más severas sobre el contenido y una investigación más rigurosa de los guiones y las películas terminadas. Estas medidas también modificaron los estándares de exhibición comercial de la época, con limitaciones para películas extranjeras y cortometrajes independientes, lo que obligó a la necesidad de lugares de proyección alternativos como los centros culturales, cafés, etc.
Sea o no debido a la importancia del Goethe-Institut, diferentes académicos también señalan la importancia del Manifiesto de Oberhausen de 1962 para varios de los grupos y artistas activos en la escena de Seúl de la década de 1960 y 1970. Escrito y firmado por varios cineastas alemanes (entre ellos Alexander Kluge, Edgar Reitz y Haro Senft) como una reprimenda a su cine comercial nacional, el texto se ha citado erróneamente al declarar que “el cine de papá está muerto”. Sin embargo, es notable que este concepto erróneo llegó a Corea del sur, dada la afinidad del eslogan con los principios de Han Ok-hee y el Kaidu Club, que posicionaron su trabajo contra el cine patriarcal dominante que dominaba la cultura cinematográfica de su país. Tal antagonismo también se dirigió explícitamente contra el “Chungmuro”, una abreviatura de topónimo nacional para la industria del cine comercial (a la “Hollywood”).
“Kaidu era un grupo de cineastas de vanguardia basadas en el feminismo, llamado así por las legendarias figuras de Mongolia que superaron a los hombres. Se caracterizó por los movimientos de femeninos y sociales. Hubo una reacción contra la excesiva represión que pisoteaba las libertades individuales, como las prohibiciones contra el cabello largo y las minifaldas, e intentamos capturar la conciencia de la transformación social a través de nuestras actividades”. Han Ok-hee.
En particular, 1974 demostró ser un año importante para la historia del cine coreano, uno en el que podemos identificar formas estilísticas que influirían en el resto de la década, así como desarrollos cinematográficos nacionales posteriores, particularmente en términos de representación de las mujeres. Por un lado, tenemos el lanzamiento de “Heavenly Homecoming to Stars” de Lee Jang-ho, la película coreana más taquillera de todos los tiempos en su momento. Una cinta importante en el género de las “películas de anfitrionas” que dominaron la industria comercial de la década de 1970 (la “anfitriona” era un sustituto general de “prostituta”), las películas compartían conexiones con obras occidentales de “mujeres caídas” de décadas anteriores, tramas típicamente cargadas de violencia sexual y finales trágicos. La investigación del estudioso Yu Sun-young sobre el cine de las “edades oscuras” revela asombrosamente que “la anfitriona o trabajadora sexual representaba el 87.5% de todos los personajes femeninos en películas producidas de 1971 a 1979”. Si bien la reputación de la película de Lee y otras del género han cambiado con el tiempo, algunos críticos elogian lo que ven como una conciencia de clase particular. Estas películas, la industria que las produjo y las políticas que permitieron su dominio fueron objetivos de la crítica del Kaidu Club.
Una de las últimas películas de Han Ok-hee producidas durante su asociación con el Kaidu Club fue “Untitled 77-A” (1977), un autorretrato juguetón pero duro del artista como creativo reprimido, y una de sus pocas obras que destaca explícitamente con una mujer protagonista. La película comienza con la directora en un estudio oscuro, recortando una película de 35 mm con unas tijeras antes de editar y proyectar los fragmentos. Gran parte de la película consiste en material teñido de amarillo, nuevamente presentado como un collage impresionista. Al igual que en las películas anteriores, vemos una mezcla de imágenes de peatones, artistas, deportes…, pero aquí las imágenes también muestran a Han Ok-hee y otros cineastas dentro de las multitudes, cámaras elevadas a sus ojos o, en cierto momento, colocadas sobre ella mientras se sienta, desplomada, en una plaza de la ciudad.
Entre estos flashes rápidos, la película regresa constantemente a la directora y a su estudio mientras coloca rollos de celuloide sobre su cuerpo y juega con sus tijeras, incluido un dramático corte frente al haz de un proyector. Finalmente, la obra toma un giro hacia lo macabro, ya que las tijeras perforan una pared blanca y producen una misteriosa corriente convertida en salpicaduras de sangre. Si la película muestra la sensación de oscuridad, frustración y claustrofobia que también destaca en Hole y elementos de 2mintutes40seconds, los momentos finales sirven para romper la atmósfera, ya que la habitación oscura se ilumina y un colaborador sonriente se une a Han Ok-hee para pronunciar la única palabra de la película (en inglés): “Cut!”.
“El estilo y el color de cada pieza eran diferentes porque la personalidad de cada miembro era muy diferente. Había un gran denominador común llamado cine feminista” […] “Se basaba en el espíritu desafiante hacia sistema establecido y el espíritu experimental de perseguir constantemente cosas nuevas.”- Han Ok-hee, Sunday News, 2015.
Aunque Kaidu Club se disolvió a finales de la década de 1970, su influencia e importancia son evidentes en el renacimiento cinematográfico en las siguientes décadas pos-Park Chung-hee, una era que vio el surgimiento de una nueva generación de cineastas feministas. Del mismo modo, las bases establecidas por las primeras incursiones del grupo en la exhibición aparecen como precursores obvios del Small Film Festival de mediados de la década de 1980 y el EXiS Experimental Film and Video Festival, todavía activo. Han Ok-hee, por su parte, se mudó temporalmente a Alemania para realizar más estudios de posgrado, pero finalmente regresó a Corea del Sur y al cine. Aunque nunca abrazó el reino dominante del “Chungmuro” contra el que se unió el grupo, su trabajo en los siguientes años fue más industrial y comercial, culminando en la película IMAX de 1993 Running Korean, producida como cinta promocional para la Expo Taejon 1993.
Obviamente, lejos de la naturaleza áspera y natural de sus experimentos anteriores, la película muestra ciertas cualidades compartidas con 2minutes40seconds en su valorización de las artes y la cultura coreana, vistas aquí a través de imágenes de coloridas actuaciones musicales y otros trabajos artesanales (Una toma incluso es un eco de la apertura y el cierre de la película anterior, un monje budista tocando una enorme campana). Si bien los pocos indicios de modernidad y desarrollo vistos en sus obras anteriores son trepidantes y ambivalentes, aquí utiliza el montaje para vincular las técnicas de impresión tradicionales con informática moderna y otros desarrollos tecnológicos en un estilo sorprendentemente orgulloso. En la penúltima toma de la película, ante un corredor y un sol radiante, Han Ok-hee regresa a un conjunto de tambores, con la cámara enfocada en un remolino tricolor de Taegeuk en el centro de la piel del tambor, agregando el amarillo (que simboliza la humanidad) al azul y rojo de la bandera coreana. La invocación del diseño y su significado de equilibrio parecen adecuados para una artista que ha defendido durante mucho tiempo el trabajo colaborativo, y cuya producción ha servido para localizar y producir armonía a partir de contrastes aparentemente dispares.
Referencias:
Cumming, Jesse. “Together We’re Willing to Take Any Risk: The Films of Han Ok-hee and Kaidu Club”. Cinena Scope Isuue 80. Fall 2019.
<https://cinema-scope.com/features/together-were-willing-to-take-any-risk-the-films-of-han-ok-hee-and-kaidu-club/>
성하훈(doomeh). “’배우는 입고, 감독은 누드‘… 영화계 놀라게 한 여성 7명”. OhMyNews. Web. December 12th, 2019.
<http://star.ohmynews.com/NWS_Web/OhmyStar/at_pg.aspx?CNTN_CD=A0002586433 >
NOTA: Este artículo es una traducción libre de artículo original (Inglés) de Jesse Cumming con referencias, citas e imágenes del artículo original (Coreano) de 성하훈.
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