Bruce Lee murió en 1973. Su primer gran éxito local, The Big Boss, se estrenó en 1971, con lo cual fueron algo más de dos años de carrera -realmente trabajó en el mundo del cine desde que era un niño, pero me refiero a ese nuevo periodo- y 4 películas, pero le daría para revolucionar el cine de Hong Kong, y no solo de Hong Kong, más allá de lo imaginable. Estos éxitos fueron el detonante de que el público cambiara sus gustos del ya parcialmente agotado Wuxia al cine de artes marciales más puro, más directo, sin fantasía, centrado en las coreografías y en un ambiente más actual. La estrella de Bruce Lee no es gratuita y está forjada sobre su vida y sobre su muerte, por eso no es de extrañar que todos quisieran sacar tajada de este nuevo movimiento, y no precisamente introduciendo sus propias estrellas -que también-, sino aprovechando todo lo posible la luz que aún quedaba de la reciente desaparición.
Así nació la Bruceploitation, el cine de explotación de Bruce Lee, todo un “subgénero” del cine de artes marciales obsesionado con aprovechar la figura del Pequeño Dragón. Este movimiento contiene todo tipo de películas, desde las que son claramente un homenaje al original, con luchadores que lo imitan por pura devoción, hasta cintas que nada tienen que ver con el tema, realizadas por actores que se parecen más o menos a Bruce Lee y remontadas, renombradas e incluso resonorizadas -para introducir los grititos de rigor- para aprovechar el tirón del momento, pasando por biopics reintrepretados, comedias alucinógenas, elucubraciones sobre su muerte y mucho más. Un mundo que por lo general se movía en los ámbitos del lucro más descarado y duro, para qué engañarnos.
Este año en el Festival de Sitges una de las partes más curiosas y, presumiblemente, divertidas del espacio Brigadoon es una retrospectiva en torno a esto mismo, la Bruceploitation, compuesta por 7 películas entre las que se incluyen algunas de las más locas realizadas en torno a la figura de Bruce Lee. Comentaremos a continuación un poco de cada una de ellas aunque con la premisa de que como no he podido asistir de forma presencial al evento me he buscado la vida para poder recuperarlas, tirando principalmente de viejas copias VHS digitalizadas y cosas por el estilo, así que las he visto todas dobladas y a lo loco. Pero lo cortés no quita lo valiente, como se suele decir.
La primera película de la retrospectiva que hemos recuperado es, sin duda, la más loca y bizarra comedia jamás realizada relacionada con Bruce Lee -y muchos dirían que así en general-. En Dragon Lives Again (Law Kei, 1977), titulada en español El Dragón Ataca -o Bruce Lee Ataca como se la llama en el festival-, comienza dedicando el film a todos los fans del Pequeño Dragón y presentándonos unos títulos de crédito que ya dejan claro por donde va a ir la cosa, con Bruce enfrentado a una serie de variopintos personajes de los que hablaremos un poco más adelante. La cosa es que Bruce Lee está muerto, y su alma se presenta al rey del inframundo como le sucede a todas las almas. Bruce no está muy de acuerdo con su nueva situación, pero terminará en el pueblo de las almas fallecidas viviendo con cierta armonía hasta que debe enfrentarse a un grupo de camorristas compuestos por un Zatoichi de pega, Clint Eastwood con su conocido poncho, 007, El Padrino -con exploit musical incluido-, la exuberante Emmanuelle y un malo maloso al que llaman “El Exorcista”, que quiere derrocar al rey para erigirse a sí mismo. Pero la cosa no termina aquí, entre los amigos de Bruce se encuentran Popeye, encarnado por el conocido Eric Tsang, un tipo que nunca he terminado de reconocer pero que parece sacado de algún Manhua local, el maestro Yuen Tsiao-tien en un papel escaso y nada aprovechado -pero siempre gusta verlo aunque no haga de maestro borracho-, un One-Armed Swordman de mercadillo… Y sí, sale Drácula con su troupe de esqueletos -tipos vestidos con trajes de feria, de los de esqueleto pintado sobre licra negra-, que además tiene el honor de recibir la técnica especial de Bruce, la “tercera pierna de Bruce Lee” -y es tal cual como suena-. Podría seguir horas solo comentando la cantidad de cosas esperpénticas que aparecen aquí, entre desnudos gratuitos y un tramo final con un maestro taoista y su hueste de momias luchadoras. Delirio universal.
El conjunto en general es tan loco como divertido -bueno más loco que divertido, porque es divertido pero más loco no puede ser-, y los combates se suceden al ritmo que impone Bruce Leung, que no se parece demasiado a Bruce Lee pero que es un luchador bastante competente. Bruce Leung Siu-Lung tuvo una carrera muy intensa en la década de 1970, como stunt, doble marcial y director de acción para la Shaw Brother y posteriormente para productoras como la Golden Harvest. Pasada la mitad de la década daría el salto a papeles más destacados y su carrera continúa a día de hoy -salvo un parón durante 1990-, habiendo participado en la nostálgica Gallants (2010) o en la reciente Kung Fu Leage (2018), entre muchas otras.
Algunas películas no se sabe muy bien cómo terminaron dentro de este subgénero, pero lo hicieron. Imaginemos que quieres capitalizar el éxito de Bruce Lee tomando a un protagonista que se le parece y que sabe luchar, pero sin más, sin ninguna intención de luego hacer nada más con ella salvo tener ese pequeño extra. La cosa no suena muy mal. Pero si luego decides venderla en el mercado internacional bajo el título Bruce Lee Fights Back from the Grave –Bruce Lee lucha desde la tumba en España-, la cosa puede torcerse y mucho…. Y es que lo más loco de esta película de origen coreano es eso mismo, su título, su póster, que muestra a Bruce Lee saliendo de una tumba con el puño cerrado para pegar a una especie de vampiro murciélago bajo la mirada de una muchacha ligera de ropa, y sus escenas iniciales, un inserto que muestra eso mismo, a Bruce Lee saliendo de un salto de su tumba.
Bien, entonces tenemos otra locura de Bruce Lee zombie dándolo todo… Pues no. Esta historia nada tiene que ver con Bruce Lee, la cosa va de dos luchadores coreanos que sueñan con emigrar a EEUU para ganarse la vida. Uno de ellos lo hace y el otro, nuestro protagonista, lo sigue varios años después para averiguar que acaba de morir, buscando entonces las causas de la muerte de su amigo y enfrentándose a unos mafiosos al verse inmerso en un turbio asunto de drogas.
(Casi)Todo en esta película está mal, salvo quizás alguna escena de lucha. El personaje femenino es ridículo, los diálogos esperpénticos y vergonzantes, los malos… bueno son un grupo variopinto que no está del todo mal. La cosa es que tan ridículo es el guión y las situaciones -El protagonista se tira la mitad de la película vagando por la ciudad con sus maletas y la caja con las cenizas de su amigo encima, foto incluida-, que se hace divertida, sobre todo con colegas dispuestos a disfrutar algo de acción y charlas delirantes.
Protagoniza un tal Bruce K. L. Lea, el nombre que en esta versión internacional decidieron dar al cineasta, actor y artista marcial coreano Jun Chong. Aunque no lo parezca por esta película, Jun Chong es un gran luchador y maestro de diversas artes marciales, aunque no ha tenido una gran presencia en la gran pantalla. Hizo carrera en EEUU y en 1985 creó su propia productora, Action Brothers Films, estrenándose ese mismo año con Los Angeles Streetfighter, que contaba con la presencia del conocido Bill Wallace y Thomas F. Wilson antes de saltar a la fama por su participación en Regreso al Futuro. A esta le seguirán otras como Silent Assassins y Street Soldiers, única película estadounidense donde se puede ver al maestro Hwang Jang-lee.
Para muchos Game of Death (1978) ya es una Bruceploitation en toda regla, ya que tomaron las imágenes que se habían grabado con Bruce Lee y terminaron la película a base de dobles de acción -entre los que se encontraba el conocido Yuen Biao-. Ya ni que decir de su secuela Tower of Death (1981). Pero una Bruceploitation en condiciones, con solera, no podía faltar en torno a este concepto y así, rodada en los mismos escenarios donde se iba a rodar completamente la original y lanzada casi simultáneamente a la “versión” de la Golden Harvest en 1978, nos encontramos con Enter The Game of Death, titulada en España El Juego de la Muerte de Bruce Lee.
Enter The Game of Death es el intento del productor Robert Jeffery por aprovechar el tirón. Dirigida por Joseph Velasco y con Bruce Le para rellenar los famosos deportivos amarillos que había dejado vacíos la leyenda de las artes marciales, en esta cinta el personaje de Chang, el protagonista, es reclutado por una sociedad secreta china para localizar y recuperar documentos vitales de seguridad. Estos documentos han sido robados y son codiciados por japoneses y alemanes, creándose una especie de juego del gato y el ratón que se resolverá, como no, a base de peleas por doquier.
Bruce Le, Wong Kin Lung, es uno de los imitadores más conocidos del Pequeño Dragón. Inició su carrera como secundario de la Shaw Brothers en películas como The Tea House (1974), Big Brother Cheng (1975) o The Super Inframan (1975), pero hacia mediados de la década comenzó su introducción en esto de la Bruceploitation y casi todas sus películas, fueran directa o indirectamente, tenían ese encanto. A partir de 1979 incluso comenzaría a dirigir, realizando cintas como la curiosa Challenge of the Tiger (1980), aventura internacional con Richard Harrison, Hwang Jang-lee y Nadiuska grabada en parte en España. Veréis el nombre de Bruce Le varias veces en este texto, suyas son 3 de las películas que lo componen. También anda por allí otro rostro muy recurrente en el subgénero, Yang Sze –Bolo Yeung-, apuesta segura.
Ambos vuelven a estar presentes en Bruce Le’s Greatest Revenge –La Gran Revancha de Bruce Lee-, que, contra todo pronóstico, es una de kung fu de corte bien clásico. Aquí vemos al personaje protagonista abandonar su hogar para inscribirse en una escuela de artes marciales donde algunos se ríen de él, pero no se deja amedrentar. Lo que no soporta es como los japoneses oprimen a los chinos y su temperamento lo hará enfrentarse a ellos. Esto involucra a su maestro y al final lo de siempre: enfrentamientos, muertes y venganzas, con ese aire de justicia patriótica tan común en estas producciones.
Nada mal a nivel de artes marciales, es interesante ver como casi todas las películas en esto de la Bruceploitation tiraban de un elenco de luchadores muy variopinto para los enfrentamientos. Por lo general no se restringen a simples combates entre dojos, estilos de lucha o contra japoneses, tenían que introducir cierto grado de exotismo, luchadores extranjeros fueran boxeadores occidentales, luchadores tailandeses… en este caso tenemos a un occidental espadachín, a una especie de samurai japonés, a un luchador coreano -muy curioso porque va siempre vestido con el traje típico, sombrero incluido, para que se le reconozca como coreano- y un mastodonte mongol, evidentemente interpretado por Bolo Yeung. Además cuenta con la presencia de rostros bastante conocidos del cine hongkonés como Ku Feng, que da vida al líder japonés, Lau Hok-Nin como el gran maestro, y Bruce Tong como compañero principal de Bruce Le.
La última cinta de Bruce Le presente en esta retrospectiva es la más excéntrica. Epítome y piedra angular del género para cualquier aficionado, de acción desenfrenada y entretenimiento psicotrónico, The Clones of Bruce Lee -en España La Saga de Bruce Lee-, da exactamente lo que promete su título. Bruce Lee acaba de morir, y una organización especial que combate el crimen recluta al científico Lucas, interpretado por John T. Benn, y le encomienda la misión crear 3 clones del Pequeño Dragón. Estas réplicas recibirán un intenso entrenamiento marcial de asiduos del género como Chiang Tao y Bolo Yeung. Los clones serán empleados como agentes del gobierno en diferentes misiones, aunque finalmente acabe la cosa como regular.
A Bruce Le se le unen en los papeles clónicos principales el coreano Dragon Lee -es una pena que no lo veamos más en esta retrospectiva- y Bruce Lai, pseudónimo del actor Chang Yi-Tao para esta película -y quizás alguna más-. También aparece un agente especial tailandés que, aunque en la película no interpreta a Lee, en los créditos aparece como Bruce Thai, que poco se parece a Bruce Lee, por no decir nada, pero ahí está, con algunas escenas de lucha al lado de nuestros héroes.
Producción 100% coreana, lo que pone de manifiesto que esto de la Bruceploitation era más de Corea o Taiwán que del propio Hong Kong, a pesar de los posibles líos a nivel de producción en los créditos hongkoneses, la Filmark International Ltd. de Tomas Tang era la distribuidora fuera de Corea. Tanto Joshep Lai como Tomas Tang, ambos en la Asso Asia y cada uno con su respectivas distribuidoras, estuvieron detrás de la comercialización de buena parte de la carrera de Dragon Lee.
Las dos películas que nos restan de este repaso dan el protagonismo a Ho Chung-tao, conocido como Bruce Li, otro de los imitadores más conocidos y queridos por el aficionado. Conocido como El Tigre, su carrera, centrada en la década de 1970, está compuesta por un gran número de títulos tanto dando vida a Bruce Lee en algunas suerte de biopics, como por libre, sin tener mucho que ver pero con ese aire que da parecerse y luchar como el Pequeño Dragón. Las películas de Bruce Li no suelen ser ni tan casposas ni tan serias, con un buen equilibro y, por lo general, un gran elenco de actores conocidos.
En Exit the Dragon, Enter the Tiger (1976) -traducida en España de forma literal Sale el dragón, entra el tigre– nos presenta al Tigre como amigo y sucesor de Bruce Lee, al cual visita durante el rodaje de una película. Poco después se produce su muerte y el Tigre descubre una trama de extorsión en torno al tráfico de drogas y quiere descubrir si han tenido algo que ver con la muerte de su amigo y mentor.
La cinta es bien curiosa, intentando construir todo como si se tratase de pasajes reales. Reconstruye algunos elementos de las circunstancias de la muerte de Bruce Lee, utiliza imágenes de archivo y hasta aparece un personaje encarnando a Betty Ting Pei, que estaba con Lee cuando murió, involucrándola en la trama de drogas y en un supuesto romance con la estrella. En definitiva, capitaliza la mayoría de los rumores que en aquellos años posteriores a su fallecimiento circulaban por Hong Kong. En su aparte actoral a Bruce Li lo acompaña, en este caso como líder secuaz, el actor Lung Fei -interpretando a Lung Fei-, muy reconocible en papeles de villano que personalmente me gusta mucho ver en pantalla. El antagonista principal es The Baron, a quien da vida otro actor muy conocido del mundillo, Chang Yu.
Cerramos con otra suerte de biopic en donde, esta vez sí, Bruce Li dará vida directamente al Pequeño Dragón -el actor ha encarnado en diversas ocasiones al original en películas biográficas sobre diferentes pasajes de su vida-. The Story of the Dragon –Reto a Muerte de Bruce Lee en España- nos traslada a EEUU con un joven Bruce trabajando con su amigo en un restaurante y sufriendo el acoso de un grupo de matones. Al enfrentarse a ellos los despiden, pero esos malhechores son influyentes y nuestros héroes no encuentran trabajo salvo en el Astillero. Es entonces cuando Bruce Lee monta su gimnasio y difunde su visión de las artes marciales a todo aquel que quiere aprenderlas. Así, veremos la típica historia de discriminación y orgullo patrio, con un dojo de luchadores variopintos que se enfrentarán a nuestro héroe.
Cinta amena y entretenida, que interpreta de forma muy abierta la historia real de Lee, si hubiera que destacar algo de ella es su elenco. A Bruce Li lo acompaña el conocido Carter Wong, mientras que por los villanos, destaca la presencia del siempre interesante Hwang Jang-lee.
Y hasta aquí hemos llegado. Ojalá hubiéramos podido ver muchas más películas de este género, alguna representación más de la obra de Dragon Lee por ejemplo, pero esto puede servir muy bien de puerta de entrada al mismo si aún no lo conocían y ha resultado que les llama la atención. Por suerte, abundan las digitalizaciones de los viejos VHS españoles sobre la materia y pueden acceder a material bien curioso indagando por esas redes. Aprovechen.
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