Parece una evidencia decir que este año esta siendo muy extraño entre crisis sanitarias y distanciamiento social, pero también lo está siendo en muchos otros aspectos, esos que te hacen cambiar los pequeños hábitos y te hacen sentir como si todo tuviera un halo de ensoñación, de irrealidad. Pero reflexiones psicológicas aparte, algo bueno podemos sacar los que vivimos en la “España vaciada”, lejos de los grandes eventos culturales, y es que la adaptación al online de muchos de estos eventos ha hecho que esta temporada de otoño tengamos una brutal oferta cinematográfica a través de plataformas, principalmente Filmin. Al menos podemos sentir que estamos allí en la distancia.
Ya saben que uno de estos eventos otoñales a los que les tengo más cariño es el Fancine, el Festival de Cine Fantástico organizado por la Universidad de Málaga, uno de esos festivales con una gran programación, acogedores y divertidos. Y en Málaga, que eso siempre es un plus.
Hoy pretendo repasar algunas de las producciones asiáticas que he podido ver en el marco de este festival, principalmente a través de su programación online o mediante visionados algo más específicos. En fin, un repaso a algunas producciones que merece la pena recuperar.
Comienzo con Detention, que nos traslada a una época muy oscura de la historia de Taiwán, los casi 40 años del “Terror Blanco”, la Ley Marcial que instauró el gobierno del Kuomintang tras la Segunda Guerra mundial y que duraría hasta 1987. Este fue un momento de represión política y duras persecuciones a los considerados disidentes o revolucionarios, que básicamente era todo el mundo que no acatará la ley de forma estricta y apasionada. En este contexto, en la década de 1960, nos situamos en un instituto donde el profesor Zhang, junto a algunos profesores y alumnos, ha organizado un grupo de lectura de libros prohibidos, cosa que puede llegar a costarles la vida. A su vez, la joven Fang tiene al profesor Zhang como su único punto de apoyo ante su complicada situación familiar. Un día Fang se queda dormida en clase y al despertar se encuentra sola en un colegio vacío que va tornando hacia la pesadilla.
Pesadilla, esa es una buena palabra para describir esta adaptación del conocido videojuego homónimo de 2017 -que contará con una adaptación en forma de serie exclusiva Netflix muy pronto-. Lo que comienza como una cinta de terror de corte más tradicional -con sus scarejumps incluidos-, una pesadilla real que plasma los miedos de la represión y la persecución, va tornando hacia un drama con deje histórico y tintes de terror, con un guión francamente remarcarle que expone sin tapujos como era la vida en aquella sociedad totalitaria, donde cualquiera, en cualquier momento y por cualquier circunstancia podía ser señalado como disidente y por tanto ser perseguido. Además, es un alegato a la memoria, al recuerdo de una época que no debería olvidarse, porque quien olvida su pasado está condenado a repetirlo.
Una de las propuestas más estimulantes e interesantes que he visto en este Fancine. Les recomiendo acercarse a ella sin conocer nada previamente, déjense sorprender por la propuesta, por su excelente puesta en escena y por su magnifica dirección. No obstante el debutante John Hsu ganó diversos premios el año pasado, entre ellos el Golden Horse a mejor dirección novel, por su trabajo en esta película.
Otra de las cintas que destacaría de esta edición de Fancine es sin duda el thriller coreano Beasts That Cling to the Straw, una propuesta fresca e interesante que sigue las peripecias de una serie de personajes venidos a menos aparentemente inconexos: Un hombre que se dedica a limpiar una sauna y que debe lidiar con su madre senil y sus problemas familiares; Un tipo perseguido por prestamistas cuya chica ha desaparecido con el dinero que habían pedido y ahora se ve en la mierda, además de ser acosado por un inspector de policía debido a ciertos trapicheos; Una joven maltratada por su marido que ve en la figura de su joven amante chino la posibilidad de librarse de él. Un variopinto grupo, al que se unirán otros personajes, que se verán vapuleados por la vida y el destino debido a una bolsa llena de dinero, que será la verdadera protagonista de esta rocambolesca historia.
Si algo hay que resaltar de esta película es sin duda su guión, y es que no es la primera vez, ni será la última, que vemos un desarrollo construido a base de historias separadas que van uniéndose o confluyendo, pero por eso mismo hacerlo ameno y original, que te sorprenda, no es fácil y aquí se consigue y mucho, jugando con las relaciones entre los personajes y con las propias expectativas del espectador, que muchas veces no sabe que esperar. Si a esto le añadimos el magnífico acabado técnico al que nos tiene acostumbrados el cine coreano, esa mezcla de géneros que introducen toques de humor y, en esta ocasión, violencia bastante marcada, y un drama cruzado muy interesante, estamos ante uno de esos ejercicios que pasan algo desapercibidos pero que merecen la pena por su gran nivel y disfrute.
Dentro de las películas que recupera el festival en su versión online encontramos la japonesa TAG, que cuenta con uno de esos comienzos demoledores y memorables. Dos autobuses de una excursión escolar viajan por la carretera con sus divertidos colegiales dentro. En un momento una joven se agacha a recoger su lápiz y al levantarse el viento a arrancado la parte de arriba del autobús, y la de todos sus compañeros. Ante esta masacre la chica intenta huir pero el viento la persigue asesinando a todo lo que se cruza en su camino. Pero en su huida la joven llega a su colegio y se reencuentra con sus compañeras que hace poco habían muerto… ¿Ha sido todo una horrible pesadilla?
Surreal es la palabra que mejor define esta abrumadora obra de Sion Sono, arrolladora por su comienzo, abrumadora por su final, quizás demasiado cargado de conceptos metafísicos y algo precipitado. En su parte central veremos una autentica carrera, literalmente, de varias jóvenes que luchan contra algo, contra los clichés, los convencionalismos sociales, lo que se espera de ellas. Esta película realmente esconde eso, es a la vez una critica y una parodia del papel de la mujer no solo en la cultura pop japonesa, sino también en la propia sociedad. Pero no solo va del papel que el hombre ha dado a la mujer, sino, y casi más importante, del que la propia mujer se da a si misma -no obstante, casi todos los personajes que aparecen en la película, tanto protagonistas como secundarios, son mujeres-. Una chica ha de ser una joven modelo en sus estudios, ha de casarse cuando le toca y no puede hacer según que cosas, las propias mujeres se imponen estos clichés y Sono ahonda sobre esto. Es cierto que lo hace con una coherencia menor y un ritmo más irregular que en otras obras, pero a mi me gustó bastante en su propia rareza.
Nuestra siguiente película es una cinta animada que personalmente me gusta muchísimo, y es que el tandem Tatsuyuki Nagai como director y Mari Okada como guionista lleva años dejándonos obras maravillosas desde la adaptación de ToraDora allá por 2008, o la emotiva El Himno del Corazón, película que escondía mucho de la vida de Okada en su argumento -Okada tuvo una infancia difícil en su Chichibu natal, y muchas de sus obras reflejan este hecho-, y que tiene muchos puntos en común con Her Blue Sky.
La historia nos presenta a un grupo de amigos en una ciudad rural cerca de la capital -al igual que la ciudad natal de Okada-. Tras un accidente, los padres de Akane, y su hermana pequeña Aoi, fallecen y esta decide quedarse para cuidar de ella no siguiendo la estela de su novio Shinnosuke, que viaja a la capital para convertirse en un músico famoso. Años después Aoi ha crecido y toca el bajo como lo hacia Shinnosuke, pero poco antes de que el joven vuelva a la ciudad en la gira de un cantante para el que toca, Aoi conocerá al joven Shinnosuke, que hará aparición en el viejo local de ensayo.
Lo primero interesante es ver todos esos puntos en común con otras obras escritas por Okada. No solo la situación en una ciudad como Chichibu, sino que todo comienza con un suceso dramático, en este caso el accidente. Además la música ejerce un eje central en la historia, que vuelve a llevarnos por un recorrido de crecimiento personal, de reconocimiento de la propia madurez. El joven Shinnosuke representa los anhelos y las expectativas de futuro, el Shinnosuke del presente donde se ha llegado, lo dura que es la vida y como deberíamos poder conservar aquello importante y no renunciar a lo que queremos. Pero también Aoi empezará a conocer a su hermana Akane mucho más profundamente, y no verla como algo que siempre ha estado ahí para ella.
Me llegó el Himno del Corazón y me ha llegado Her Blue Sky, aunque quizás más aquella.
Retomando el thriller coreano, que siempre nos suele dar muchas alegrías, tenemos A Day, debut en la dirección de Cho Sun-ho, quien hasta la fecha habia sido guionista en el drama de acción Hong Gil-dong y en la cinta de terror Killer Toon. Con A Day nos presenta la historia del médico de éxito, y padre mediocre, Jun-young. Tras regresar de un viaje se encamina a encontrarse con su hija cuando presencia un accidente y se da cuenta de que la víctima mortal del mismo es ella. De repente se despierta de nuevo en el avión, ¿Habrá sido todo una pesadilla?. No, de nuevo de vuelta a la carreta, otra vez el accidente y otra vez su hija muerta para volver a despertarse de nuevo en el avión.
La premisa no es nueva en el mundo del cine, una especie de Día de la Marmota donde el protagonista debe impedir la muerte de su hija para poder salir de ese macabro bucle temporal. En algo tan visto, lo que hace que la producción sea más o menos interesante es el guión, una historia que nos introduzca suficientes elementos para que nos mantenga enganchados e interesados. Aquí se consigue muy bien, con un desarrollo ágil y la introducción de otro personaje, también atrapado en ese bucle, aunque por razones diferentes, que colaborará con el médico para que ambos puedan salir del mismo. Y eso no es todo lo que nos depara.
No quiero hablaros mucho más de la película porque lo interesante es ir descubriendo su trama y evolución. Solo diré que me llamó la atención y me pareció muy meritoria, creo que supo salvar el escollo de una premisa tan particular y dar ese algo más que la hace interesante.
Y creo que eso es todo. Mucho más se ha visto tanto en presencial como en online, pero esto es un poco lo que hemos podido cuadrar entre las obligaciones del día a día. También andaba por allí la película de terror indonesia The Queen of Black Magic, de la que pueden leer nuestra opinión en las crónicas de Stiges, que publicamos hace nada y que por ello prefiero no repetir aquí.
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