Kamen Rider, Number 1, One Second Champion, Krack y Versus: Unparalleled Violence – Crónica del Festival Nits de Cinema Oriental (2021)

Nuestra penúltima jornada en el Festival Nits de Cinema Oriental fue una de las más intensas, con un montón de películas que se alargarían hasta bien entrada la noche y eso que la sesión golfa, tristemente, tuvo que suspenderse. El día comenzaba en la franja de las 10:00 con Zero to Hero, película biografía sobre So Wa Wai, el primer atleta que ganó la medalla de oro paralímpica por Hong Kong, y se centra no solo en sus esfuerzos por conseguir este hito, sino también en todo lo que pasó después y en la relación con su madre. Un biopic que se centra más en la persona que en el hito que consiguió y que terminaría ganado el premio del jurado a mejor Película del Festival. Tristemente no pude verla, así que tocará recuperarla si se puede.

Tras esta película tocaba cerrar el ciclo Akihabara que esta vez estaba dedicado por completo al Tokusatsu noventero, pero antes de eso disfrutamos de esos minutos de frikismo extremo que nos regalaba cada sesión de este ciclo y hoy quiero compartir con ustedes el vídeo que quizás más impacto al publico presente. Chicken Attack es una canción original de The Gregory Brothers interpretada por Takeo Ischi, músico y cantante muy conocido hace ya algunas décadas por ser especialista en canto tirolés. Míticos son sus vídeos musicales, siempre acompañado de sus gallinas… búsquenlo por Youtube, que lo van a flipar.

En la última sesión del ciclo Akihabara nos esperaban las obras que mas ganas tenía de ver del mismo, las dos películas de Kamen Rider que realizo a comienzos de la dejada de 1990 el siempre interesante Keita Amemiya. Amemiya, originario de Chiba, estudio arte en Tokyo y desde entonces ha sido diseñador de personajes, creador de efectos especiales, guionista y director de cine, teniendo una relación muy estrecha y especial con el mundo del Tokusatsu. Amemiya ha dado a luz alguno de los Tokusatsu para adultos más interesantes de la historia del cine japonés, destacando obras como Zeiram y Mechanical Violator Hakkaider.

Keita Amemiya ya había sido diseñador de personajes de la serie Kamen Rider BLACK, última de la saga en la década de 1980 y a la que siguieron varios años de sequía con un personaje en horas bajas. Él fue el encargado de inaugurar la era Heisei a comienzos de la década de 1990 con KAMEN RIDER ZO, dejándonos una cinta sorprendentemente adulta y oscura, bastante alejada del Tokusatsu tradicional.

En ZO nos encontramos a Masaru Asou, el ayudante de un científico que lo llego a usar para sus experimentos, convirtiéndolo en un híbrido con insectos, Kamen Rider ZO. Al despertar de su letargo en el bosque por una llamada telepática, debe proteger a la familia del científico de los ataques de un ser que pretende acabar con ellos.

Lo primero que sorprenderá es su violencia intrínseca y sus acercamientos al terror. Los monstruos de Amemiya no son inocentes y coloridos en sus formas, sino que son agresivos y crudos, de diseños amenazantes y con un aire terrorífico. Además, la historia tiene poco que ver con un Tokusatsu al uso, mucho más cyberpunk, entendido a la japonesa, y oscura, con mucha ciencia ficción y acción sin descanso. Aquí nos costará ver transformaciones y poses heroicas, todo se asemeja más a otro tipo de productos.

La segunda película de esta sesión doble fue precisamente la segunda película de Kamen Rider de la década de 1990 tras ZO. KAMEN RIDER J se acerca más al estándar de este tipo de producciones, con un Kamen Rider más heroico que incluye una transformación gigantesca, pero igualmente se nos plantea una historia de fuerte componente cyberpunk y bastante oscura.

La historia nos presenta a FrogMother, una especie de megafortaleza biomecánica que guarda los huevos de miles de monstruos destinados a consumir toda la vida sobre la Tierra. Los tres primogénitos de esta ente deben secuestrar a varios niños, entre ellos Kana, y en el proceso matan al reportero Kouji Segawa, que es resucitado por una raza subterránea como el héroe Kamen Rider J, destinado a salvar a la humanidad.

A pesar de ser un poco más tradicional, el estilo de Amemiya es imparable y su aire oscuro y sus diseños de personajes complejos y agresivos siguen campando por toda la película. Hay una escena en que Kana esta dentro de una jaula suspendida sobre decenas de monstruos que intentan atraparla que esta muy bien realizada, además de los momentos de combate entre FrogMither y Kamen Rider gigante. Toda la producción está muy cuidada a nivel visual, y eso se nota.

En lo personal prefiero ZO a J, solo por ser tan diferente y oscura, mucho más cercana a Cyberpunks más extremos. Aún así, ambas producciones merecen la pena para todo aquel que quiera ver un tokusatsu muy diferente a los típicos Ultraman o grupos de héroes vestidos de colores.

Les reconoceré que iba con cierto miedo a la película de la tarde, una cinta de Singapur sobre Drag Queens de título NUMBER 1 男儿王, ¿Sería un drama moralista, una de denuncia social, algo trivial y frívolo? Nada más lejos de la realidad. La que se convertiría en el Premio de Público de las Nits, es una comedia divertida y simpática que con un profundo mensaje.

El gerente de una importante empresa se queda sin trabajo y después de muchas entrevistas fallidas acaba aceptando trabajar de asistente en un club nocturno de drag queens. Su papel de asistente cambiará radicalmente cuando deba enfundarse el traje de lentejuelas y los tacones altos para hacer una sustitución. Su actuación sorprende al público, crea alguna rencilla con sus compañeras y se mantiene oculta a su familia por el estigma social que supone.

Creada para dar visibilidad y concienciar sobre el colectivo Drag en el país, visto por muchos como pervertidos en el mejor de los casos, se basa principalmente en la comedia de situación, con muchísimos gags muy divertidos, y en una abundante y entretenida parte musical. El drama está siempre presente, desde el repudio social hasta los duros problemas piscológicos, incluyendo el suicidio, pero su afán de acercarse a todos los públicos lo hacen no caer en la tragedia lacrimógena. Se tratan temas duros pero su aspecto general siempre es simpático, con un fuerte interés en descubrir y normalizar a las personas detrás de los vestidos, personas normales con su forma de ser, sus sentimientos y sus dramas. La alegría y el positivismo llenan muchos momentos, sobre todo en su emotivo tramo final.

Mark Lee protagoniza la cinta, junto a drag queen reales de la escena local, y lo hace de forma desatada y maravillosa. Es sorprendente verlo actuar, un actorazo que sostiene buena parte de la película.

Cerramos la tarde con la honkonesa ONE SECOND CHAMPION 一秒拳王, drama pugilistico que esconde un interesante mensaje de superación y de que cualquiera puede llegar a tener un superpoder, uno simple y especial que hace de su vida algo mejor.

Chou Tin-Yan murió al nacer y permaneció así durante un segundo antes devolver a la vida, desde entonces desarrolló un superpoder, ver un segundo adelante en el futuro. Tras una efímera fama como un niño muy especial, ahora es un adulto al que el amor y la fortuna no le sonríen y con un hijo con problemas de audición. Intentando enmendar su vida terminará aprovechando su superpoder para boxear.

Esta película nos ofrece básicamente un drama pugilisto como el que ya viéramos en, por ejemplo, Unbeatable de Dante Lam. One Second Champion tiene los elementos necesarios dentro de su historia de un joven que debería ser especial pero que en realidad es un perdedor, un perdedor que luchará por salir adelante y superarse a si mismo por sus seres queridos. Las escenas de entrenamiento están muy bien, al igual que las coreografías deportivas en el ring.

Además se incluye el elemento diferenciador del superpoder de Chow, pero incluso el mismo protagonista supera esta ventaja/handicap, bueno y malo a la vez, y debe hacerse valer por si mismo dejando un mensaje de superación muy optimista en donde, como decíamos al principio de estas líneas, cada uno puede tener su propio superpoder y no ser precisamente el más evidente. Un niño puede leer los labios a pesar de sus problemas de audición o un padre puede afrontar una situación con férrea determinación, sin rendirse nunca a pesar de los prejuicios o las apariencias.

Esta noche de sábado en la Bassa era una de las más especiales. La noche dedicada a la India siempre suele ser la más concurrida y una de las más divertidas, con mejor ambiente, y este año nos tocaba una de acción exagerada y toneladas de chulería procedente del sur del pais. ¿Que más se puede pedir?

En KRACK conoceremos a Shankar, un inspector de policía que no se deja amedrentar por ningún criminal. Cuando es transferido de Andhra a Ongle se topara de bruces con el líder mafioso de la zona, las corruptelas con los agentes locales y todos sus trapicheos, decidiéndose a poner orden de una vez por todas, para malestia de muchos.

El propio FestNits lo define como “Masala hiperbólico con alucinantes escenas de acción” y es que no se que más podría añadir. La superestrella del cine telugu Ravi Teja lo da todo en esta producción que fue un éxito en taquilla en su estreno en India y que tiene todos los elementos que uno esperaría de este tipo de Masalas, toneladas de acción, abundantes números musicales, un guión sin complejos con algunos giros y recovecos y, sobre todo, unas cantidades ingentes de chulería. Chulería, esa es la palabra que mejor define al inspector Shankar. La película esta plagada de frases lapidarias con tintes épicos, brutales escenas de acción con cámaras lentas por doquier donde parece que la gravedad no existiera, sobre todo para nuestro héroe, y un “estilazo” desorbitado… todo es cool, todo es molón hasta la exageración… eso es lo que define un buen Masala, y más si es del sur de la India.

Y al igual que ya sucediera con Tokyo Dragon Chef, recolocada tras suspenderse la sesión golfa que la incluía, tras el pase de Krack y solo apta para los más avezados cinéfilos -no quedamos muchos en la Bassa a esas horas-, nos esperaba VERSUS: UNPARALLELED VIOLENCE 暴力無双.

Esta es una especie de epilogo de la película Versus, cinta de culto del año 2000 dirigida por Ryuhei Kitamura y protagonizada por Tak Sakaguchi, que revolucionó el cine de acción con tintes de terror en la industria japonesa. En esta ocasión el personaje de Sakaguchi vive alejado de los problemas hasta que hacen acto de presencia, nuevamente, los criminales con los que ya se enfrentó en el Bosque de la Resurrección.

¿Era necesario o tiene algún sentido este epilogo casi 20 años después? No ¿Tiene algo más que su acción? No. Esta es una de esas películas que montan un pequeño guión, con secta y no se que más, que para mi no sirven ni como escusa. En fin, aquí encontrareis muy buena acción de la vieja escuela y el ”encanto” de volver sobre los mismos personajes de la original, pero nada más.