Nuestra primera película de la tarde de esta penúltima jornada del Festival Nits de Cinema oriental de Vic fue Pegasus, tercera película del director chino Han Han, que ya nos encandiló con Duckweed, que ganó el premio de la crítica en el festival hace un par de años.
Han Han vuelve a su pasión por la conducción presentándonos la historia de un piloto de rallies que quiere volver a la competición tras una sanción de 5 años por una carrera ilegal. Siguiendo la línea de Duckweed, esta es una tragicomedia que tira más hacia la comedia que su anterior producciones, pero que a su vez nos ofrece unas escenas de conducción grabadas con mimo y pasión, de gran espectacularidad. Una agradable historia de autosuperación, con un humor un tanto curioso -por ejemplo el piloto siempre habla de forma suave y épica, da igual la situación en la que se encuentre-, que resulta en un gran entretenimiento.
Tras esta nos esperaba el primer plato fuerte del día, la película india The Man Who Feels no Pain, centrada en la historia de un chico con una enfermedad que le impide sentir dolor. El chaval vive en su mundo, sobreprotegido por su familia, pero aprende artes marciales por su afición a las películas de Bruce lee, Jackie Chan y un maestro con una sola pierna que es su héroe. Ya de adulto intentara conocerlo y se cruzará en su camino con una joven de armas tomar.
La película comienza con la siguiente frase: “Detrás de las historias más alucinantes se encuentran las decisiones más divertidamente equivocadas”. Esta es toda una declaración de intenciones para esta cinta que mezcla de forma única cine puramente indio, referencias ochenteras a la cultura pop occidental y cine de artes marciales, con unas coreografías y estilo visual sorprendentemente bueno y arrebatador. Una comedia de acción que parece sacada de hace 20 años para traernos diversión, constantes flashbacks infantiles y un tramo final lleno de acción, con un villano digno de verse por su excentricidad.
Y ya en el pase nocturno, hoy sí nos quedamos en la Bassa para disfrutar de la noche más divertida del festival, la nit india, que este año proyectaba la que prometía ser una película llena de diversión. Podríamos decir que Junglee es la versión india de Ong Bak 2, y nos presenta a un veterinario de cuerpo escultural, al que da vida le actor y artista marcial Vidyut Jammwal, que vuelve a la reserva de elefantes donde se crió solo para ser testigo del ataque de unos furtivos que matarán a algunos de ellos por su marfil, y de paso a su propio padre. Esto desatará la justa venganza, además de descubrir traiciones y corruptelas por el camino.
Película llena de conciencia ecológica, sustituye la tradicional relación amorosa que suele darse en las cintas indias por una de amor por los animales, poniendo el foco en los elefantes de la reserva. La acción se desata en su segunda mitad, con unas coreografías espectaculares y muy acrobáticas, donde Vidyut demuestra su saber hacer con las artes marciales. No obstante en la dirección de acción está, entre otros, Parvez Shaikh, que ya ganó el IIFA 2017 a mejor coreografía de acción por Sultan y lleva desde principios de siglo involucrado en la acción de muchas películas indias.
Esta es una cinta amena y espectacular, llena de mensaje ecologista y acción. Apuesta asegurada para pasar un buen rato.
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