El pasado Festival de Sitges fue un festín para los fans del cine coreano. No solo por la presencia de películas de Core del Sur en casi la mayor parte de las secciones del certamen, sino también por la cantidad de rostros que acudieron a presentar sus películas. Desde Lee Jung-jae (que presentó su Hunt), hasta Jung Woo-sung que presentaba, junto a Kim Joon-Han, A Man of Reason, pasando por los protagonistas que nos ocupan en esta entrevista: el director de Project Wolf Hunting Kim Hong-sun y uno de los actores (un secundario de lujo en la industria del cine coreano) del film, Choi Gwi-hwa. Aquí os dejamos el resultado de nuestra conversación con ellos.
Asiateca: ¿Cómo se atreve a realizar una película tan salvaje, tan irreverente, tan sangrienta, sabiendo que este tipo de cine no gusta demasiado al público coreano? ¿Ha pensado en el público internacional?
Kim Hong-sun: Realmente el equipo al completo, incluidos los inversores, pensábamos que iría bien en Corea (jajaja). Durante los años de pandemia todos los cines estuvieron cerrados y las plataformas como Netflix o Disney+ comenzaron a tener mucho contenido asiático, sobre todo, un contenido de género más violento de lo que normalmente se vería en Corea. Pensamos que esto ya era una preparación para que el público aceptara algo más de violencia, además de que la película tiene un punto de fantasía. Los coreanos son sensibles a la violencia física real, pero como en este caso incluye elementos fantásticos, yo pensaba “bueno, a la gente le podrá gustar”. Hoy me comentaban que en los cines de Corea ha habido gente que ha llegado a llorar por el miedo que les daba la película, no nos esperábamos esta reacción (jajaja). Aquí en el Festival todo el mundo aplaudiendo y gritando, y en Corea hay gente llorando (jajaja).
Asiateca: Es al contrario. En los thrillers coreanos al uso la violencia sí que es muy real y eso aquí sí que nos impacta.
Kim Hong-sun: Los coreanos son muy sensibles a la violencia realista, pero al ser actores muy conocidos impacta aún más ya que los has visto en otros papeles mucho más románticos, dulces y esperas ver un thriller normalK; pero te encuentras que es mucho más gore, más violento, más fantástico y se produce esa reacción. Si los actores hubieran sido españoles la reacción no hubiera sido tan extrema. Choi Gwi-Hwa sí que ha aparecido en más películas, pero el resto del reparto es mucho más de series, sobre todo dramas y productos románticos muy suaves, sin nada de violencia. El cambio de papeles tan radical ha provocado mucho más impacto.
Asiateca: Hablando precisamente del reparto. ¿Cómo convence a actores como Seo In-guk o Sung Dong-il para realizar una película como esta? Sung Dong-il ya trabajó con usted antes, pero ¿convencer a una estrella como Seo In-guk o incluso a usted (Choi Gwi-Hwa) con un papel tan extremo?
Kim Hong-sun: Efectivamente Sung Dong-il ha trabajado conmigo en proyectos anteriores y tenemos muy buena relación, somos muy amigos. Siempre habíamos querido seguir trabajando juntos y como lo hace todo tan bien, le pedí que participara en este proyecto. A Seo In-guk lo vi en la serie Squad 38 y me gustó mucho su personaje. Es muy sexy, no os imagináis lo sexy que sería si entrara ahora mismo aquí (jajaja), es muy diferente a lo que se ve en pantalla, tiene un feeling impresionante. Además, a él también le gustó mucho el guion. Todo fue muy rodado. Y con respecto a Choi Gwi-hwa, para un actor no es necesario hacer un papel así porque no se le ve la cara, no se le puede reconocer, pero para él mismo fue un reto. Como director creo que lo que le gustó fue el trasfondo del propio personaje, su pasado con los japoneses y todo lo que aparentemente sufrió.
Asiateca: Pues sepamos si es verdad. ¿Por qué aceptó este papel? Estuvo siete meses entrenando, perdió 15 kilos, el maquillaje eran más de 4 horas diarias… Todo ese sufrimiento para que al final ni siquiera se le vea la cara.
Choi Gwi-hwa: Cuando vi el guion me resultó muy divertido, pero realmente, aunque estuve mucho tiempo preparándome, no pensaba que finalmente sería tan, tan, tan difícil llevarlo a cabo. Me enamoré de la idea que representa el personaje, el Alpha. Aparte de lo físico, que también fue muy difícil, lo pasé muy mal por el maquillaje.
Kim Hong-sun: Al final todo fue más rápido, pero al principio eran casi 8 horas. El maquillaje del primer Alpha es un poco diferente al de la parte final, cambia el tipo de prótesis. Y para ponérselo y para quitárselo, era más tiempo aún. Pero en Corea todo el mundo sabía que era él (jajaja).
Choi Gwi-hwa: Una de las cosas que me atrajo del papel es que tenía la oportunidad de borrar quien era. He hecho mucho cine y teatro y la cara siempre es lo primero, la voz lo segundo, pero en este caso ni se me ve bien la cara ni hablo en ningún momento. Eso fue el reto, poder actuar sin cara, ni voz. Creo que nunca podré volver a repetir esto.
Asiateca: Pues en el Festival se proyectan dos películas donde sí que podrán verle la cara: The Outlaws y The Roundup.
Choi Gwi-Hwa: Cuando llegué al Festival me di cuenta de que había gente que me reconocía y no sabía muy bien por qué (jajaja). ¿Cómo es que la gente me conoce? No sabía que ya se había proyectado la película.
Asiateca: Al ver Project Wolf Hunting nos vienen a la cabeza ciertos referentes, los inicios de directores como Sam Raimi o Peter Jackson. ¿Tenía a estos directores en mente cuando creó el guion? ¿Qué referentes le han influenciado en este caso?
Kim Hong-sun: Sí que me gusta mucho Sam Raimi, pero por nombrar otras películas también me gustan Amores Perros, Ciudad de Dios o Training Day, que no son precisamente este tipo de películas, pero es el cine que más me gusta. No he cogido referencias de cine gore o de terror porque realmente no me gusta mucho (jajaja). Quizás algo de gore del Django desencadenado de Quentin Tarantino, pero tampoco mucho. Uno de los mensajes que quería dar es el de “O matas o mueres”. No quería solamente el gore, sino que tenga algún mensaje de fondo. Quisimos evitar al máximo las coreografías muy marcadas y al no haber este tipo de composiciones los golpes eran mucho más directos. Si le golpeo y no lo mato, él va a acabar conmigo, con lo que los golpes van directos a matar. La pura supervivencia.
Asiateca: Una de las cosas que comentamos tras ver el film es que parece que se quisiera hacer una especie de tratamiento del mal a través de los personajes, cada vez aparece alguien más malo. Al principio son los presidiarios, luego aparece Alpha y ya no tenemos claro quién va contra quién, pero luego vemos que hay algo más aún por encima de todo esto.
Kim Hong-sun: Pues es un poco como explicas. Hay géneros que solo tratan la maldad, como en películas donde todos los personajes son malos. En este caso tenemos diferentes tipos de personajes negativos que se mezclan entre la propia violencia: el típico malo, que serían los presos; Alpha, que sería la maldad sin humanidad, la maldad inhumada; y por último tenemos a esa maldad aparentemente absoluta que supera a la maldad inhumana. Al final nos encontramos ante una especie de ciclo con nueva humanidad que ha sido capaz de vencer la maldad anterior.
Asiateca: No sabemos si es verdad o una frase publicitaria, pero en la presentación de la película se dijo que se utilizaron como dos toneladas y media de sangre e incluso ha salido en los titulares de la prensa nacional aquí en España.
Kim Hong-sun: Hay una empresa llamada Gepetto, especialista en efectos especiales y maquillaje, con la que llevo 10 años trabajando. Con ellos nos propusimos crear una sangre nueva, no la típica que se usaba en otras películas ya que se iba a usar en zonas sensibles, como nariz, boca, etc., y no quería que tuviera nada tóxico o corrosivo. Estuvimos meses probando nuevas recetas y creamos una que se usaría solo en esas zonas sensibles, y otra para las explosiones, ya que las que se usaban en Corea eran muy pequeñas y queríamos algo más potente (jajaja). La sangre de la cara y la del cuerpo son distintas, hicimos nuevas recetas para todo. Esta empresa tuvo que contratar a dos personas para que hicieran sangre durante más de seis meses y cuando les pregunté cuánta habían hecho, me comentaron que más o menos dos toneladas y media. La sangre que sale de la boca lleva un edulcorante muy utilizado en la comida coreana, y la empresa que nos lo servía llegó a preguntar qué estábamos haciendo para necesitar tanto edulcorante, y ante algunos comentarios llegaron a pensar en llamar a la policía por si acaso (jajaja).
Asiateca: El rol de Alpha es absolutamente físico, ¿cuáles fueron las instrucciones que le dio el director al respecto y cómo se preparó para hacerlo?
Choi Gwi-hwa: Cuando recibí el guion estuve entrenando más de un año, pero este tiempo está dividido en dos tipos de entrenamiento. En un principio pensé que para el personaje debería tener un cuerpo grande y musculoso, algo así como Arnold Schwarzenegger, y me estuve preparando durante seis meses. Entonces nos vimos y el director me dijo que no era lo que había pensado (jajaja): “yo lo que quiero es que seas como una espada, delgado y afilado”. Todo lo que gané en esos seis meses lo tuve que perder en los siguientes siete meses con otro tipo de entrenamiento para ajustarme a ese tipo de indicaciones. Realmente yo no hice nada, los que lo hicieron bien fueron los otros actores ya que yo no veía prácticamente nada. Ellos supieron moverse mejor conmigo allí de pie (jajaja).
Asiateca: Choi Gwi-hwa ha hecho de todo. Teatro, cine, televisión… con todo tipo de papeles, desde comedia a thrillers de acción. ¿Qué le queda por hacer? Y teniendo en cuenta que han venido al Festival dos actores que se han convertido en directores, Lee Jung-jae y Jung Woo-sung, ¿se le pasa por la cabeza tomar ese camino?
Choi Gwi-hwa: Ahora que he hecho de todo no me gusta lo normal. Pensándolo, lo único que me queda sería hacer de pez, de planta o de piedra (jajaja), no termino de ver mucho más allá. Lo normal no me atrae, a veces yo mismo me hago esta pregunta. Hace poco escribí un guion y participé en esa misma película como actor y productor. A partir del año que viene la enviaremos a festivales y espero la invitación de estos para asistir (jajaja). Al igual que Lee Jung-jae y Jung Woo-sung sí que me gustaría ser director en algún momento, pero no como ellos que actúan también; sin ser también actor. Dejar a un lado la faceta de actor para dirigir, como un Clint Eastwood.
Asiateca: La última pregunta. ¿Qué piensan de esta locura coreana que se está produciendo en el mundo? ¿Qué piensan de esta Hallyu internacional que lleva ya 20 años pero que mucha gente la ha descubierto ahora con el éxito de El Juego del Calamar? Y, además, ¿qué opinan de esa especie de fantasía que muchos occidentales tienen sobre Corea y que a veces no coincide del todo con la realidad?
Kim Hong-sun: Cuando El Juego del Calamar tuvo su boom internacional los coreanos se extrañaron en plan: “¿Por qué les gusta tanto?”, y fue entonces cuando empezó a verse un poco más en Corea, fue al revés precisamente. No entiendo muy bien que alguien venga a Corea y no esté a gusto, en mi barrio se vive estupendamente, está lleno de gente guapa (jajaja), todo funciona 24 horas, es super seguro y también hay pueblos más pequeños de playa como Sitges o grandes ciudades. En el fondo es bastante parecido a España. Creo que una de las razones por la que los españoles, concretamente, se pueden sentir un poco incómodos es por el idioma. Es cierto que el ‘Hallyu’ ha abierto Corea al mercado internacional, en todos los sentidos. Los miembros de la industria, desde directores a actores o equipo técnico tienen más ganas de trabajar, ha sido un medio de darles fuerzas y un nuevo ímpetu. Vamos a aprovechar esta ocasión para que la cultura coreana llegue a más personas, a crear esta relación intercultural que quizás antes no se daba tanto.
Por Gloria Fernández (CineAsia) y Jorge Endrino (Asiateca)
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