Terminamos hoy nuestras crónicas asiáticas con todo lo que pudimos ver en el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, Sitges 2014. En esta última entrega hablamos sobre Lupiin, Tokyo Tribes y The Raid 2. Con esto concluimos nuestro repaso al cine asiático que pudimos ver en Sitges, y empezamos casi ya otro repaso, al cine asiático que NO pudimos ver en Sitges pero que ya hemos visto en otros festivales o mediante DVD o lo que sea. Al menos realizaremos 2 entregas de esta serie ya que nos perdimos mucho cine en Sitges porque ya lo habíamos visto en otros sitios.
Lupin the Third
Japón, 2014
Director: Ryuhei Kitamura
Intérpretes: Shun Oguri, Jerry Yan, Tetsuji Tamayama.
Una de las adaptaciones de un manga más esperadas por mí este festival de Sitges era la versión de Ryuhei Kitamura del mítico Lupin, de hecho deje de ver la maratón de Kenshin por ver esta, y ahora quizás me arrepiento… os explicaré por que durante estas líneas.
Para quien no conozca Lupin, es un manga del autor Monkey Punch que se publicó en Japón entre 1967 y 1972. Este manga narraba las aventuras del nieto del mítico ladrón de guante blanco Arsene Lupin y de sus compañeros, un variopinto grupo que personajes que se dedicaban a robar, generalmente frustrando los planes de otros criminales. La primera adaptación a la animación la realizaron nada más y nada menos que Hayao Miyazaki e Isao Takahata, en una serie que se emitió durante la recta final de la publicación del manga. Desde la década de 1970 hasta nuestros días se han sucedido numerosas series, películas, OVAs, videojuegos, obras de teatro y hasta un musical basados en este personaje, que es todo un mito entre los aficionados a la animación japonesa.
Esta es la primera vez que este personaje se lleva a acción real, bebiendo a la vez del manga y del anime, y he de decir que la película, aunque entretenida y divertida en general, adolece de algunos puntos negativos que me dejaron un sabor agridulce tras verla.
En la primera parte de la película se introduce un gran robo inicial y la línea argumental que guiará toda la cinta, realizando la presentación de los personajes. Toda esta sección se podría decir que no es Lupín, tiene un tono mucha más serio, con acción pero de la que le gusta a Kitamura no de la que le pega a Lupín, sin muchas salidas de tono, más realista y típica. Los personaje no son lo que uno espera, lo que uno quiere. Así sigue la cosa hasta que aparece Goemon, y entonces ya la cosa va cambiando, la película toma ritmo, Shun Oguri va sintiéndose más cómodo en el papel y va sacando gestos, sonrissas… se va convirtiendo en Lupín. En ese momento empiezan a pasar locuras, aparece la comedia y desde este punto la película adquiere eso que queríamos ver, un estilo mucho más similar al manga.
Digamos que una película a medias. Con una primera parte un poco plana y una segunda divertida y entrañable. Un ejercicio divertido pero que te deja un poco frío, y que espero que si se hace una segunda película la cosa mejore, y mucho, visto como termina esta.
Tokyo Tribe
Japón, 2014
Director: Sion Sono
Intérpretes: Akihiro Kitamura, Tomoko Karina, Motoki Fukami, Ryohei Suzuki, Riki Takeuchi, Dais Young, Shôta Sometani
Y llegamos al final de nuestro Sitges con la maratón sorpresa del Sábado, que este año tenia un sabor muy asiático y lleno de hype al descubrirse los dos títulos sorpresa que estaban presente en ella, Tokyo Tribe y The Raid 2, la primera de ellas muy esperada por los aficionados tras la locura desatada el pasado año por Sion Sono con Why you don´t play in hell?.
Esta es una película que, como otras del director, seguramente no tenga término medio, o te guste o la odies, y es que Sion Sono es un director que muchas veces se va al extremo, o más bien a los excesos, ya lo demostró con la nombrada Why you don´t play in hell? y esta sigue esa misma línea, si bien en aquella el director mostraba un mensaje subyacente reflexionando sobre la creación cinematográfica, aquí la cosa se queda en la forma, pero que forma.
Adaptación del manga de Santa Inoue, la acción trascurre en un Tokyo más distópico de lo habitual, dominado por las bandas urbanas, las luces de neón, y la estética undergruond, en donde una serie de tribus urbanas regentan sus territorios y se enfrentan por dominar Tokyo. Hay que decir que toda esta historia se basa en un universo ya creado y unos personajes ya definidos por relatos anteriores, ya que el manga que adapta la película es una segunda parte de otro anterior. No obstante Sono se saca de la manga una espectacular introducción inicial donde se nos presentan las bandas y los diferentes personajes, y que es toda una declaración de intenciones sobre lo que realmente veremos el resto de la película, un musical narrado a ritmo de Hip Hop, excesivo en su aspecto y forma, violento en su tramo final y muy divertido en su totalidad. Un torrente de scratch y rima, de situaciones rocambolescas por la supervivencia de las bandas, de personajes en ocasiones extremos y sobre todo un estilo visual muy poderoso y bastante humor y compañerismo.
Realmente esta no es una película fácil, la gente puede huir de ella por sus excesos, por estar narrada a base de hip hop, por su revelación final, que puede resultar estúpida hasta casi la ofensa para más de uno. Pero si entras en ella, si no te asustan los excesos y ese estilo manga tan marcado, las luces de neon, lo gamberro de su puesta en escena, las abuelas raperas y mover la cabeza de adelante a atrás durante casi todo el metraje de la película, sin duda esta es un imprescindible.
The Raid 2
Indonesia, 2013
Director: Gareth Evans
Intérpretes: Iko Uwais, Yayan Ruhian, Arifin Putra, Oka Antara
La segunda película sorpresa de este año en Sitges es nada más y nada menos que The Raid 2, el hype hecho película para todos los que disfrutamos con su primera parte. He de reconocer que no debería hablaros de ella aquí, ya que no me quede a verla durante la maratón del Sábado noche en Sitges ya que la había visto ya en Udine hace unos meses. Además los que sigáis el blog sabréis que soy de los pocos, alguno más hay, que no nos gusta esta película, que la vemos vacía, pretenciosa y aburrida, donde solo merece la pena la acción y también tiene sus pegas. He leído lo que ya escribí de ella en su día y he decidido dejarlo tal cual, porque retocarlo o volver a escribir sería quizás contraproducente sin volver a verla, y sinceramente no me apetece en este momento volver a ella, aunque lo haré ya que se la pondré a algún amigo y me costará darle una segunda oportunidad.
The Raid fue una de esas películas minoritarias que creció como si fuera un monstruo gracias a las nuevas tecnologías, creando una expectación inusitada por las imágenes que nos habían ofrecido las redes sociales. Luego no defraudo, y es, a efectos prácticos y a pesar de que no ha inventado nada que los hongkoneses no hubieran inventado ya, una de las grandes películas de acción de la última década, cruda, directa, que iba a lo que iba y ofrecía lo que prometía. Esta segunda parte sin embargo es un ejercicio pretencioso, mal realizado y aburrido, donde Gareth Evans se ha perdido en estilismos y guiones vacíos y ha olvidado la esencia que lo ha llevado a donde está.
En The Raid 2 se ha querido dar mucha más importancia a un guión y una historia que en la primera parte, donde la acción lo copaba prácticamente todo. Esto no sería malo si el guión no fuera vacío e insustancial, si la historia no fuera algo mil veces visto, mal desarrollado y en general aburrido. Una historia manida y a veces estúpida, que evoluciona hacia una especie de adaptación de un mal cómic cuando quiere superarse a si misma para ofrecer lo que el “fandom” espera y se plaga de asesinos estrambóticos o un “malo” en mi humilde opinión ridículo. A esto se le unen los estilismos, los recursos visuales y la forma de tratar muchas escenas, que si bien buenas por separado, juntas hacen una especie de batiburrillo sin pies ni cabeza, como si Gareth fuera el típico director de cortos que toma escenas grandiosas y recursos de muchas películas, las junta y hace un engendro que en el fondo no tiene nada de original o atractivo. El director quiere ser alguien que no es.
¿Pero que estoy diciendo? Si lleva el nombre de The Raid queréis acción y no tontunas de guión aunque estas ocupen más de una hora y media de metraje ¿no?. Pues acción hay, pero no el festival de la primera parte, sino que aquí las escenas se mezclan con la historia, lo cual hace que cuando crees que va a empezar fuerte, siempre se vuelva a parar y te deje un poco a medias. Parte de la acción además está muy desaprovechada, peleas metidas porque tocaba sin mucha relación con lo que esta pasando. Si quieres una historia, se consecuente con ella. A efectos prácticos la acción es mucho más salvaje que en la primera parte, cosa que a mi al final me saturó un poco, porque si en la tercera hostia dislocas un brazo, en la quinta incrustas una cabeza en una tubería y en la décima rajas una pierna de abajo a arriba… ¿que te queda para las dos horas y diez minutos restantes? Pues mas de lo mismo en cantidades industriales. En mi opinión The Raid lo tenia más equilibrado y ajustaba mejor la acción para sorprender, además de que estaba menos manipulada digitalmente, que en esta segunda parte bufffff.
“Pero eres un criticón, acción hay y mucha”, es cierto, acción tendréis y es lo único salvable de la película, sobre todo esa primera introducción en los lavabos de la cárcel, la persecución en coche que es impresionante y brutal, y parte de la pelea final, que al menos tiene una coreografía más o menos visible. También cierto enfrentamiento con unos productores de películas porno tiene buenas escenas.
En definitiva, que los momentos de acción que pueden ser interesantes no salvan una película pretenciosa, vacía y aburrida en general, una película donde Gareth Evans quiere ser un director que no es y (parafraseando a Enrique Garcelan) “ha quedado atrapado en en un traje que no es el suyo, ha querido ser “fashion”, cuando a diario te vistes con bermudas y camiseta de manga corta.”
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