Hideki Takahashi podría describirse como el guapo, afable, algo introvertido y joven príncipe de los Reyes de la Nikkatsu Action. Su popularidad, en el apogeo de este movimiento cinematográfico, nunca alcanzó la de otros compañeros de estudio (véase Yujiro Ishihara, Akira Kobayashi, o Keiichiro Akagi), sin embargo, ya sea por suerte o por destino, se las arreglo para estar siempre en el candelero y aparecer en alguna de las mejores películas rodadas por el estudio, por lo tanto se ganó un lugar meritorio en la historia de la Nikkatsu Action y un grupo de fieles aficionados.
En 1961, sin dejar de asistir a sus estudios de secundaria, el joven Hideki acudió a uno de tantos concursos de talentos de la Nikkatsu en busca de nuevos rostros. Los ojeadores del estudio quedaron impresionados, era un joven guapo y natural, de mente aguda y con tendencias musicales, a la vez que tenía una habilidad natural para trasmitir humildad y porte regio al mismo tiempo. Fue rápidamente reclutado dentro del Quinto Grupo de Nuevos Rostros de la Nikkatsu y ese mismo año debutó en la película “Kogenji”.
A pesar de que durante su carrera siempre estuvo rodando películas, Hideki tuvo la necesidad de mejorar como actor y como intelectual. Se matriculó en la Universidad de Nihon donde se especializó en artes escénicas, cosechando buenas notas y elogios de sus profesores por sus excepcionales interpretaciones tanto en dramas como en comedias y musicales. Hideki extrapoló todos estos logros universitarios a sus personajes en la gran pantalla. A pesar de que realizo una gran variedad de papeles durante su carrera, generalmente se le identificaba como el “chico universitario” normal y corriente, que viéndose envuelto en situaciones peligrosos llenas de gran dificultad sale triunfante. Una no tan obvia variacińo de este personaje es la que llevaría a Hideki Takahashi a la fama.
Durante la década de 1960 las audiencias japonesas acudían en masa a ver una variación del cine de yakuzas denominada ninkyo eiga (películas de caballería). Por lo general estas películas (producidas por los estudios Toei, Toho y algunos otros) se ubicaban al final del anterior siglo y se centraban en las dificultades del protagonista al enfrentar el código de honor del yakuza (denominado Giri) a un mundo sin escrúpulos y en constante cambio. El sentimiento de estas películas tocaba la fibra sensible de la audiencia y su popularidad estaba en auge. Para no ser menos que su competencia la Nikkatsu se lanzó a rodar sus propios ninkyo eiga. En 1963 Hideki Takahashi fue designado como estrella del que llegaría a convertirse en uno de los mejores exponentes del género, el excelente drama yakuza de Matsuo Akinori “Otoko no Monsho” (“Emblem of a Man”). El papel de Hideki en esta película parecía, y bien podía haber sido, hecho a su medida.
En “Otoko no Monsho” Hideki interpreta al hijo de un duro y respetado Oyabun (padre de familia yakuza). Pero el hijo de este Oyabun es diferente, se ha esforzado en salir de la vida típica de un yakuza, ha ido a la universidad y se ha convertido en un médico. Sin embargo, los acontecimientos lo llevan a un camino intransitable para un hombre respetable. A menudo esta película ha sido comparada con “El Padrino” de Coppola y el símil es más que acertado. El personaje de Hideki comparte mucho con el Micheal de Pacino, y ambas películas se benefician de un estado de animo muy emocional, casi operístico. Nikkatsu tenia un éxito entre manos e Hideki había encontrado un lugar destacado.
A lo largo de la década de 1960 Hideki aparecería en muchos ninkyo, casi todos ellos de gran éxito. Un ejemplo particularmente bueno es la película de 1965 de Seijun Suzuki “Irezumi Ichidai” (“One Generation of Tattoos” a.k.a “Tattooed Life”). Hideki habia trabajado con Suzuki un año antes en la película de gangsters “Oretachi no chi ga Yurusanai” (“Our Blood Will Not Allow It” a.k.a. “Our Blood Does Not Forgive”), y volverían a colaborar posteriormente en otra pieza muy del estilo Suzuki en 1966 “Kenka Erejii” (“Fighting Elegy”).
Hideki Takahashi continuó en la Nikkatsu apareciendo en casi 90 películas, desde dramas románticos hasta comedias pasando por acción moderna o cintas de yakuzas, hasta que dejó el estudio, al igual que muchas de las estrellas de la época, en 1971.
Tras sus días en la Nikkatsu Hideki ha seguido siendo una gran figura del entretenimiento popular. De hecho, en muchos sentidos, su popularidad no ha descendido en absoluto, lo que lo diferencia de la mayoria de sus contemporáneos del estudio. Hideki se ha mantenido muy activo en televisión protagonizando una gran variedad de programas. En la pequeña pantalla han tenido mucho éxito sus series de Samuráis como “Momotaro Samurai”, “Edo no Yojimbo”, y “Toyama no Kin san” (En este último Hideki era protagonista secundario acompañando a la popular extrella, y ex de la Nikkatsu, Ryotaro Sugi). A principios del sigo XXI Hideki presentaba un programa sobre música popular, un conocido concurso televisivo y llego a ser juez de la versión japonesa de Iron Chef. Aún hoy protagoniza series como “Saka no Ue no Kumo” (2009-2011).
Como la mayoría de los Reyes de la Nikkatsu Action han desaparecido de la vida pública, el “Principe” Hideaki Takahashi es, y seguirá siendo, un miembro muy visible de la realeza del entretenimiento clásico japones.
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