Terminamos hoy nuestra crónica asiática del Festival Nits de Cinema Oriental de Vic hablando de nuestros últimos dos días, llenos de emociones, cine y, tristemente, despedidas. Desde luego ha sido una experiencia maravillosa, por el ritmo del festival, que te permite ver todas las películas y de paso disfrutar de los espacios que ofrece la ciudad; por la gente con la que he cruzado mi camino, algunos ya amigos de hace tiempo, otros recién encontrados pero con los que conectas enseguida; y por el nivel cinematográfico, que ha sido divertido e interesante, con algunas pequeñas joyas a descubrir y otros esperpentos bizarros a reivindicar. En estas ocasiones siempre pienso lo mismo, ojala viviera más cerca de este tipo de cosas.
Pero retomemos nuestra crónica llegando al sábado día 16, en donde nuestra trasnochada del día anterior viendo Z Island nos impido ir a la sesión matinal infantil india Killa, una historia minimalista y costumbrista sobre el paso de la infancia a la adolescencia de un niño local y que viene de ganar el Leon de Cristal del festival de Berlin. Una tierna historia que tengo ganas de recuperar. La cosa es que saltamos directamente a la sesión kaiju, donde hoy veríamos uno de los mejores exponentes del género, Gamera Guardián del Universo, primera entrega de la trilogía de Shusuke Kaneko sobre la tortuga gigante defensora de la humanidad en los años 90. Para muchos, entre los que me incluyo, esta trilogía es de lo mejor de la producción del género, al alto nivel de sus efectos y trucajes digitales. La historia es igualmente simple que cualquier película similar, pero aquí se le da un plus de calidad cinematográfica, y además se incluye al que quizás es uno de los monstruos más “malrollistas” de la producción Kaiju, Gyaos, un ser diseñado para dar cierto “repelús”, al contrario que la mayoría del bestiario gigante (hay que decir que Gyaos fue la inspiración principal para los Mutos de la película americana de Godzilla de Gareth Edwards). Merece mucho la pena ver la trilogía al completo, es de lo mejorcito.
La sesión de la tarde sería uno de esos blockbuster indios llenos de acción y desenfreno que tanto nos gustan. Baaghi nos muestra a un tipo duro, experto en artes marciales, que intenta rescatar a una joven de otro maestro marcial, ahora jefe mafioso. Una película sin respiro, construida en dos partes, como casi todo el cine de la india. En su primera mitad, aparte de presentarnos el hilo argumental, veremos, a base de flashback, la relación entre le joven luchador y su antagonista, para después pasar a una trepidante segunda parte entre India y Tailandia llena de acción, unas coreografiás de acción brutales y ni un solo momento de respiro para el espectador. La pega, que no tiene porque ser tal, es que la película termina siendo una copia de otras, sobre todo su última parte similar a The Raid, de la que copia plano por plano mas de una escena. Pero esto no impide disfrutarla como el gran espectáculo que es.
Tras ella le tocaba el turno a China con el thriller de acción Chongqing Hot Pot. Aquí nos trasladaremos a al ciudad china de Chong qing, famosa por sus restaurantes Hot Pot, en donde tres amigos abren un ruinoso restaurante en una de las cuevas que jalonan la ciudad. En una d ellas ampliaciones terminaran habriendo un boquete en la camara acorazada de un banco, con el consiguiente dilema de si meter mano o no. A todo esto los presiona la mafia debido a las deudas d euno de ellos, y cuando se deciden a robar el dinero, con la compllicidad de una joven que trabaja en dicho banco, resulta que unos atracadores profesionales también deciden hacer acto de presencia. Esta película es el mejor ejemplo de lo que fue el cine de acción hongkonés de los años 90, a pesar de estar rodada el pasado año, realizada con mimo, acción y un estilo muy marcado, con sus correspondientes giros de guión, su final sorprendente… todo lo que se espera de un clásico del cine hongkonés (aunque sea China).
Ya en la Bassa la noche al aire libre tocaba india, y la película seleccionada fue la producción de ciencia ficción 24, en donde un científico inventaba un reloj que permite viajar en el tiempo, solo apra que su malvado hermano intente robarlo y asesinarlo. Pasados los años su hijo descubrirá el invento y su malvado hermano intentará obtenerlo. Con unos efectos visuales muy bien conseguidos el guión es el tipico producto indio, que tanto gusta, y tanto se atraganta, a según que sectores de público occidental. La introducción destaca por su espectacularidad, pasando luego a una primera parte más bien cansina, en donde se realiza un juego de seducción alargado hasta, quizás, los 45 minutos, como es normal en este tipo de producciones. El interludio se presenta de una forma bastante bestia, y la segunda parte se llena con más acción, espectacularidad y viajes en el tiempo. Creo que para ser una película india de este tipo es una buena producción, en muchas el descargo de humor se mete con calzador mediante el típico humorista bigotudo haciendo chistes malos, aquí se juega mucho mejor con eso y todas las pegas en lo alargado de ciertas escenas no son por mala, sino por el gusto local del público al que va dirigido. La veo entretenida e interesante, si bien se disfruta más si estas acostumbrado a este tipo de productos.
La noche ya se había cernido sobre Vic al terminar 24 y nos tocaba hacer frente a la sesión más gamberra del festival, la sesión golfa que prometía una noche de alto octanaje de gore y diversión, pero que finalmente se quedó a medias. Empezamos por un corto perteneciente a la última remesa de la serie Tetsudon llamado I am too big?, donde dos chicos quedan con una chica que dice ser demasiado alta, para encontrarse una gigante de tamaño rascacielos, aunque finalmente el amor triunfara (a pesar del ejército). El segundo corto es un extracto de la producción Gigantic Heroine Infinite Celestia, un tokusatsu porno recortado para la ocasión en forma de breve corto.
El primero de los platos fuertes sería Bloody Chainsaw Girl, que nos mostraba un trailer con científica loca, chica pendenciera con motosierra gigante, y muchas mutaciones. A poco que uno meta humor y gore con colegialas el producto podrá resultar entretenido, pero esta película tuvo todas las papeletas para resultar tediosa y aburrida hasta el extremo, con poca acción y poco conttinua, mucha conversación insustancial y estúpida y un clímax final que no lo fúe en absoluto. Una pena.
Lo que vino después si que nos encantó. The Best of Tetsudon, colección de cortos entre comedia, surrealismo y estupidez, fue presentado por su productor e ideólogo Hisao Hoshino, con un discurso en español traducido por nuestro buen amigo Fernando, ambos residentes en Osaka. Esta presentación ya fue de lo más divertido, ya que el proyecto Tetsudon se basa en la interacción con el público, el cual grita su opinión de cada corto al finalizar el mismo, desde aplausos hasta abuchear el corto o gritar “quiero mi dinero” sino te ha gustado. Esta dinámica entusiasmó al gran número de personas que aguantábamos en la sala y nos lo pasamos pipa. ¿En cuanto a los cortos? Pues algunos buenos, otros con buenas ideas y otros muy malos. Charlando con Hoshino nos comentaba lo interesante que era que a nosotros nos gustasen unos cortos que en Japón gustaban menos y viceversa.
Habiendo finalizado la noche bien entrada al madrugada, y pese a las ganas de ir a ver el Tokusatsu mañanero, al final no nos reenganchamos al cine hasta después de comer, habiendo descansado adecuadamente para encarar la recta final del festival. De todas formas Ataque a los Titanes ya la habíamos visto el pasado festival de Sitges y no nos entusiasmó, sobre todo su segunda mitad.
Nos reenganchamos al cine Vigatá con La estación de las mujeres, un retrato de la situación de la mujer india en los medios más rurales, y por tanto más machistas, del país. Las protagonistas nos enseñan su vida y avatares, y de paso la ideología predominante en estas zonas, no solo marcada por el machismo. El relato tiene momentos muy buenos, muy costumbristas, alejándose de un excesivo sensacionalismo a pesar de su claro posicionamiento. Comentábamos tras la proyección lo interesante que habría sido conversar con su directora y saber los problemas que tuvo rodar en esas localizaciones, de hecho sabemos que echaron al equipo de rodaje de varios pueblos porque no aceptaban que estuvieran dirigidos por una mujer. Un retrato interesante y ameno, digno de ser recuperado.
Y ya solo nos falta la gamberrada final, el punto, y seguido, del festival hasta la próxima edición. La seleccionada para este momento fue Chin-yu-ki, adaptación del manga homónimo que a su vez es una parodia del conocido relato chino Viaje al Oeste en tono escatológico, porque aquí no veremos al rey mono haciendo de las suyas, sino a un transformado rey demonio, cuyos pedos podían matar a miles de soldados, guiado por una monje que intenta llevarlo por el buen camino. Nos encontramos ante el típico humor loco japonés, humor de pedos, gente volando y estupideces. Gracioso a ratos pero que se desinfla muy rápido.
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